Salmos 12:2-4
Salmos 12:2-4 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
No hacen sino mentirse unos a otros; sus labios son aduladores e hipócritas. Corte el SEÑOR todo labio lisonjero y toda lengua jactanciosa que dice: «Venceremos con la lengua; en nuestros labios confiamos. ¿Quién puede dominarnos a nosotros?».
Salmos 12:2-4 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
2 (3) Todo el mundo dice mentiras y unos a otros se engañan; ahora dicen una cosa, y luego dicen otra. 3 (4) Tú acabarás con esa gente mentirosa y arrogante, 4 (5) con esa gente que dice: «Lo que nos sobra es lengua; sabemos hablar muy bien. ¡Nadie podrá dominarnos!»
Salmos 12:2-4 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Unos a otros se dicen mentiras; se hablan con labios zalameros e hipócritas. Pero tú, Señor, destruirás todos esos labios; acabarás con toda lengua jactanciosa, que dice: «Con nuestra lengua venceremos. Con los labios que tenemos, ¿quién puede dominarnos?»
Salmos 12:2-4 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
2 (3) Unos a otros se mienten; hablan con hipocresía y doble sentido. 3 (4) Arranca, Señor, de raíz a los hipócritas y fanfarrones, 4 (5) a los que dicen: «Con tener boca nos basta; nuestra lengua nos defiende. ¿Quién se atreve a darnos órdenes?»
Salmos 12:2-4 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Habla mentira cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón. Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, Y la lengua que habla jactanciosamente; A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; Nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor de nosotros?
Salmos 12:2-4 La Biblia de las Américas (LBLA)
Falsedad habla cada uno a su prójimo; hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón. Corte el SEÑOR todo labio lisonjero, la lengua que habla con exageración; a los que han dicho: Con nuestra lengua prevaleceremos, nuestros labios nos defienden; ¿quién es señor sobre nosotros?
Salmos 12:2-4 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Los vecinos se mienten unos a otros: se halagan con la lengua y se engañan con el corazón. Que el SEÑOR les corte esos labios aduladores y silencie sus lenguas jactanciosas. «Mintamos todo lo que queramos —dicen—. Son nuestros los labios; ¿quién puede detenernos?».