Salmos 109:21-31
Salmos 109:21-31 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Pero tú, Señor, haz honor a tu nombre, y trátame bien. ¡Sálvame, por la bondad de tu amor! Estoy muy pobre y afligido, tengo herido el corazón, me voy desvaneciendo como una sombra, ¡el viento me arrastra como a una langosta! De no comer me tiemblan las rodillas; adelgazo por falta de alimento. ¡Soy el hazmerreír de la gente! ¡Al verme, mueven burlones la cabeza! Ayúdame, Señor y Dios mío; ¡sálvame, por tu amor! Que sepan que tú, Señor, has hecho esto con tu mano. No importa que me maldigan, con tal que tú me bendigas. Que ellos se avergüencen mientras tu siervo se alegra. ¡Que mis enemigos se llenen de vergüenza! ¡Que los cubra la vergüenza como una capa! Con mis labios daré al Señor gracias infinitas; ¡lo alabaré en medio de mucha gente! Porque él aboga en favor del pobre y lo pone a salvo de los que lo condenan.
Salmos 109:21-31 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y tú, Jehová, Señor mío, favoréceme por amor de tu nombre; Líbrame, porque tu misericordia es buena. Porque yo estoy afligido y necesitado, Y mi corazón está herido dentro de mí. Me voy como la sombra cuando declina; Soy sacudido como langosta. Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno, Y mi carne desfallece por falta de gordura. Yo he sido para ellos objeto de oprobio; Me miraban, y burlándose meneaban su cabeza. Ayúdame, Jehová Dios mío; Sálvame conforme a tu misericordia. Y entiendan que esta es tu mano; Que tú, Jehová, has hecho esto. Maldigan ellos, pero bendice tú; Levántense, mas sean avergonzados, y regocíjese tu siervo. Sean vestidos de ignominia los que me calumnian; Sean cubiertos de confusión como con manto. Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca, Y en medio de muchos le alabaré. Porque él se pondrá a la diestra del pobre, Para librar su alma de los que le juzgan.
Salmos 109:21-31 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Pero tú, SEÑOR Soberano, trátame bien por causa de tu nombre; líbrame por tu bondad y gran amor. Ciertamente soy pobre y estoy necesitado; y mi corazón ha sido traspasado. Me voy desvaneciendo como sombra vespertina; soy sacudido como la langosta. De tanto ayunar me tiemblan las rodillas; mi cuerpo ha perdido mucho peso. Soy para ellos motivo de burla; me ven y menean la cabeza. SEÑOR mi Dios, ¡ayúdame!; por tu gran amor, ¡sálvame! Que sepan que esta es tu mano; que tú mismo, SEÑOR, lo has hecho. ¿Qué importa que ellos me maldigan? ¡Bendíceme tú! Pueden atacarme, pero quedarán avergonzados; en cambio, este siervo tuyo se alegrará. ¡Que mis acusadores queden cubiertos de deshonra, envueltos en un manto de vergüenza! Por mi parte, daré muchas gracias al SEÑOR; lo alabaré en medio de una gran multitud. Porque él aboga por el necesitado para salvarlo de quienes lo condenan.
Salmos 109:21-31 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Pero a mí, trátame bien; tú eres un Dios bondadoso, ¡sálvame, por tu gran bondad! Yo soy pobre y humilde, y es muy grande mi dolor. Poco a poco me voy debilitando como las sombras de la noche; ¡hasta parezco una mariposa sacudida por el viento! Ya casi no como; tan flaco estoy que me tiemblan las rodillas. Cuando la gente me ve, se ríe y se burla de mí. Dios mío, ¡ayúdame! Por tu gran amor, ¡sálvame! Que sepan que esto me sucede porque tú así lo has querido. Pero si tú me bendices, no me importa que me maldigan. Mis enemigos están listos para atacarme, pero tú los pondrás en vergüenza y a mí me llenarás de alegría. Dios mío, cubre a mis acusadores de vergüenza y deshonra. Yo te daré gracias con el gran pueblo que te alaba, porque tú defiendes a los pobres y los salvas de los malvados que los condenan a muerte.
Salmos 109:21-31 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Pero tú, mi Señor y Dios, ¡trátame bien por causa de tu nombre! Por tu bondad y misericordia, ¡sálvame! Te necesito, pues estoy muy afligido; mi corazón tiene profundas heridas. Siento que me muero, como muere el día; soy sacudido como una langosta. Las rodillas se me doblan por causa del ayuno, estoy tan débil que mi cuerpo desfallece. Soy para la gente objeto de burla; los que me ven, mueven burlones la cabeza. Señor y Dios mío, ¡ayúdame!; por tu gran misericordia, ¡sálvame! Así sabrán que esto viene de tu mano, y que eres tú, Señor, quien me ha salvado. No importa que me maldigan, ¡bendíceme tú! Podrán atacarme, pero quedarán avergonzados, mientras que este siervo tuyo se regocijará. Cubre de vergüenza a los que me critican; ¡que la confusión los envuelva como un manto! Yo te alabaré, Señor, con mucho gozo; ¡te cantaré en medio de una gran multitud! Porque defiendes al que nada tiene, y lo libras de quienes lo condenan a muerte.
Salmos 109:21-31 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Mas tú, oh DIOS, Señor, por amor de tu nombre hazme bien; líbrame, pues es buena tu misericordia; porque afligido y necesitado estoy, y mi corazón está herido dentro de mí. Voy pasando como sombra que se alarga; soy sacudido como la langosta. Mis rodillas están débiles por el ayuno, y mi carne sin gordura ha enflaquecido. Me he convertido también en objeto de oprobio para ellos; cuando me ven, menean la cabeza. ¶Ayúdame, SEÑOR, Dios mío, sálvame conforme a tu misericordia; y que sepan que esta es tu mano, que tú, SEÑOR, lo has hecho. Maldigan ellos, pero tú bendice; cuando se levanten, serán avergonzados, mas tu siervo se alegrará. Sean vestidos de oprobio mis acusadores, y cúbranse con su propia vergüenza como con un manto. ¶Con mi boca daré abundantes gracias al SEÑOR, y en medio de la multitud le alabaré. Porque Él está a la diestra del pobre, para salvarlo de los que juzgan su alma.
Salmos 109:21-31 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Pero a mí trátame bien, oh SEÑOR Soberano, ¡por el honor de tu propia fama! Rescátame porque eres tan fiel y tan bueno. Pues soy pobre y estoy necesitado, y mi corazón está lleno de dolor. Me desvanezco como una sombra al anochecer; me quitan de encima como una langosta. Mis rodillas están débiles de tanto ayunar y estoy reducido a piel y huesos. Soy objeto de burla para la gente; cuando me ven, menean la cabeza en señal de desprecio. ¡Ayúdame, oh SEÑOR mi Dios! Sálvame a causa de tu amor inagotable. Haz que vean que esto proviene de ti, que tú mismo lo has hecho, SEÑOR. Entonces que me maldigan si quieren, ¡pero tú me bendecirás! Cuando me ataquen, ¡serán deshonrados! ¡Pero yo, tu siervo, seguiré alegrándome! Que mis acusadores se vistan de vergüenza; que la humillación los cubra como un manto. Pero yo daré gracias al SEÑOR una y otra vez; lo alabaré ante todo el mundo. Pues él está junto al necesitado, listo para salvarlo de quienes lo condenan.