Salmos 107:28-31
Salmos 107:28-31 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
En su angustia clamaron al SEÑOR y él los sacó de sus aflicciones. Cambió la tempestad en suave brisa: se sosegaron las olas del mar. Ante esa calma se alegraron y Dios los llevó al puerto anhelado. ¡Que den gracias al SEÑOR por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres!
Salmos 107:28-31 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Llenos de angustia, oraron a Dios, y él los sacó de su aflicción; calmó la furia de la tormenta, y aplacó las olas del mar. Cuando se calmó la tormenta, ellos se pusieron muy contentos y Dios los llevó a su destino. ¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro!
Salmos 107:28-31 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Pero en su angustia clamaron al Señor, y él los libró de su aflicción: convirtió la tempestad en bonanza, y apaciguó las amenazantes olas. Ante esa calma, sonrieron felices porque él los lleva a puerto seguro. ¡Alabemos la misericordia del Señor, y sus grandes hechos en favor de los mortales!
Salmos 107:28-31 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Pero en su angustia clamaron al Señor, y él los sacó de la aflicción; convirtió en brisa la tempestad, y las olas se calmaron. Al ver tranquilas las olas, se alegraron, y Dios los llevó hasta el puerto deseado. Den gracias al Señor por su amor, ¡por lo que hace en favor de los hombres!
Salmos 107:28-31 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Entonces claman a Jehová en su angustia, Y los libra de sus aflicciones. Cambia la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas. Luego se alegran, porque se apaciguaron; Y así los guía al puerto que deseaban. Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
Salmos 107:28-31 La Biblia de las Américas (LBLA)
Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR y Él los sacó de sus aflicciones. Cambió la tempestad en calma y las olas del mar callaron. Entonces se alegraron porque las olas se habían aquietado, y Él los guió al puerto anhelado. Den gracias al SEÑOR por su misericordia y por sus maravillas para con los hijos de los hombres.
Salmos 107:28-31 Nueva Traducción Viviente (NTV)
«¡Socorro, SEÑOR!», clamaron en medio de su dificultad, y él los salvó de su aflicción. Calmó la tormenta hasta convertirla en un susurro y aquietó las olas. ¡Qué bendición fue esa quietud cuando los llevaba al puerto sanos y salvos! Que alaben al SEÑOR por su gran amor y por las obras maravillosas que ha hecho a favor de ellos.