Salmos 107:1-22
Salmos 107:1-22 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
¡Den gracias al SEÑOR porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre! Que lo digan los redimidos del SEÑOR, a quienes redimió del poder del adversario, a quienes reunió de todos los países, de oriente y de occidente, del norte y del sur. Vagaban perdidos por parajes desiertos, sin dar con el camino a una ciudad habitable. Hambrientos y sedientos, la vida se les iba consumiendo. En su angustia clamaron al SEÑOR y él los libró de sus aflicciones. Los llevó por el camino recto hasta llegar a una ciudad habitable. ¡Que den gracias al SEÑOR por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres! Él apaga la sed del sediento y sacia con lo mejor al hambriento. Afligidos y encadenados, habitaban en las más densas tinieblas, por haberse rebelado contra las palabras de Dios, por menospreciar los designios del Altísimo. Los sometió a trabajos forzados; tropezaban y no había quien los ayudara. En su angustia clamaron al SEÑOR y él los salvó de sus aflicciones. Los sacó de las más densas tinieblas y rompió en pedazos sus cadenas. ¡Que den gracias al SEÑOR por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres! Haré pedazos las puertas de bronce y cortaré los cerrojos de hierro. Se volvieron necios por sus rebeldías y fueron afligidos por sus iniquidades. Todo alimento les causaba asco y llegaron a las mismas puertas de la muerte. En su angustia clamaron al SEÑOR y él los salvó de sus aflicciones. Envió su palabra para sanarlos y así los libró de la fosa. ¡Que den gracias al SEÑOR por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres! ¡Que ofrezcan sacrificios de gratitud y jubilosos proclamen sus obras!
Salmos 107:1-22 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
¡Alabemos a nuestro Dios! ¡Démosle gracias, porque él es bueno! ¡Dios nunca deja de amarnos! ¡Digámoslo nosotros, pues él nos liberó del poder de los egipcios! Digámoslo nosotros, que somos su pueblo, pueblo que él reunió de países del norte y del sur, del este y del oeste. Nuestros abuelos andaban sin rumbo y por lugares desiertos; no encontraban el camino que los llevara a un lugar habitado. Tenían hambre y sed, y habían perdido la esperanza de quedar con vida. Llenos de angustia, oraron a Dios, y él los libró de su aflicción. Los puso en el camino correcto que los llevaría a un lugar habitado. ¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro! ¡Dios calma la sed del sediento, y el hambre del hambriento! Nuestros abuelos estaban afligidos, vivían en la esclavitud y no sabían qué hacer ni a dónde ir, pues no tomaron en cuenta los consejos del Dios altísimo y se rebelaron contra él. Por eso Dios los castigó con los trabajos más pesados; tropezaban, y nadie los levantaba. Llenos de angustia, oraron a Dios, y él los salvó de su aflicción, les mostró el camino a seguir y los libró de su esclavitud. ¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro! ¡Hizo pedazos las puertas de bronce y las barras de hierro que nos tenían prisioneros! Nuestros abuelos fueron tan rebeldes que se portaron como unos tontos; sufrieron mucho por su maldad. ¡Tan enfermos se pusieron que al ver la comida vomitaban! Llenos de angustia, oraron a Dios, y él los salvó de su aflicción; con solo una orden los sanó. ¡Así los salvó de la muerte! ¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro! ¡Démosle muestras de gratitud, y presentémosle ofrendas! ¡Anunciemos entre gritos de alegría las maravillas que ha hecho!
Salmos 107:1-22 Reina Valera Contemporánea (RVC)
¡Alabemos al Señor, porque él es bueno; porque su misericordia es constante! Que lo afirmen los redimidos por Dios, los que salvó del poderoso enemigo, los que reunió desde lejanas tierras, del oriente y del occidente, del norte y del sur. Perdidos en el desierto, no hallaban un camino que los llevara a una ciudad habitable. Andaban hambrientos y sedientos, con el alma a punto de desfallecer. En su angustia, clamaron al Señor, y él los libró de sus aflicciones, los guio por un buen camino, hasta encontrar una ciudad habitable. ¡Alabemos la misericordia del Señor y sus grandes hechos en favor de los mortales! El Señor sacia la sed del sediento, y colma con buena comida al hambriento. Algunos vivían en profunda oscuridad, prisioneros de la aflicción y las cadenas, pues fueron rebeldes a los mandatos de Dios y despreciaron los proyectos del Altísimo. Dios quebrantó su orgullo con trabajos pesados; caían, y no había quien los levantara. Pero en su angustia clamaron al Señor, y él los salvó de toda su aflicción; los sacó de la profunda oscuridad, y puso fin a su aflicción y sus cadenas. ¡Alabemos la misericordia del Señor, y sus grandes hechos en favor de los mortales! Él destruye las puertas de bronce, y despedaza los cerrojos de hierro. Obstinados en su conducta rebelde, y afligidos por causa de sus maldades, llegaron a aborrecer toda clase de alimento; ¡ya tocaban a las puertas de la muerte! Pero en su angustia clamaron al Señor, y él los libró de su aflicción. Con el poder de su palabra los sanó, y los libró de caer en el sepulcro. ¡Alabemos la misericordia del Señor, y sus grandes hechos en favor de los mortales! ¡Ofrezcámosle sacrificios de gratitud, y jubilosos proclamemos sus obras!
Salmos 107:1-22 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Den gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor es eterno. Díganlo los que el Señor ha salvado, los que salvó del poder del enemigo, los que reunió de entre los países del norte y del sur, del este y del oeste. Andaban perdidos por el desierto arenoso, sin hallar el camino a una ciudad donde vivir; tenían hambre y sed, ¡estaban a punto de morir! Pero en su angustia clamaron al Señor, y él los libró de la aflicción. Después los puso en el buen camino hacia una ciudad donde vivir. Den gracias al Señor por su amor, ¡por lo que hace en favor de los hombres! Pues él apaga la sed del sediento y da abundante comida al hambriento. Vivían en profunda oscuridad, presos de la tristeza y las cadenas, por rebelarse contra las órdenes del Señor, por despreciar los planes del Altísimo. Dios los sometió a duros trabajos; tropezaban, y nadie los ayudaba. Pero en su angustia clamaron al Señor, y él los salvó de la aflicción; los sacó de la profunda oscuridad y los libró de las cadenas. Den gracias al Señor por su amor, ¡por lo que hace en favor de los hombres! ¡Él hizo pedazos puertas de bronce! ¡Él hizo pedazos barras de hierro! Enfermos y afligidos por sus propias maldades y pecados, no soportaban ningún alimento; ¡ya estaban a las puertas de la muerte! Pero en su angustia clamaron al Señor, y él los salvó de la aflicción; envió su palabra, y los sanó; ¡los libró del sepulcro! Den gracias al Señor por su amor, ¡por lo que hace en favor de los hombres! Ofrézcanle sacrificios de gratitud y hablen con alegría de sus actos.
Salmos 107:1-22 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia. Díganlo los redimidos de Jehová, Los que ha redimido del poder del enemigo, Y los ha congregado de las tierras, Del oriente y del occidente, Del norte y del sur. Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, Sin hallar ciudad en donde vivir. Hambrientos y sedientos, Su alma desfallecía en ellos. Entonces clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones. Los dirigió por camino derecho, Para que viniesen a ciudad habitable. Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres. Porque sacia al alma menesterosa, Y llena de bien al alma hambrienta. Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte, Aprisionados en aflicción y en hierros, Por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová, Y aborrecieron el consejo del Altísimo. Por eso quebrantó con el trabajo sus corazones; Cayeron, y no hubo quien los ayudase. Luego que clamaron a Jehová en su angustia, Los libró de sus aflicciones; Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, Y rompió sus prisiones. Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres. Porque quebrantó las puertas de bronce, Y desmenuzó los cerrojos de hierro. Fueron afligidos los insensatos, a causa del camino de su rebelión Y a causa de sus maldades; Su alma abominó todo alimento, Y llegaron hasta las puertas de la muerte. Pero clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra, y los sanó, Y los libró de su ruina. Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres; Ofrezcan sacrificios de alabanza, Y publiquen sus obras con júbilo.
Salmos 107:1-22 La Biblia de las Américas (LBLA)
Dad gracias al SEÑOR, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia. Díganlo los redimidos del SEÑOR, a quienes ha redimido de la mano del adversario, y los ha reunido de las tierras, del oriente y del occidente, del norte y del sur. ¶Vagaron por el desierto, por lugar desolado, no hallaron camino a ciudad habitada; hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos. Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR, y Él los libró de sus aflicciones; y los guió por camino recto, para que fueran a una ciudad habitada. Den gracias al SEÑOR por su misericordia y por sus maravillas para con los hijos de los hombres. Porque Él ha saciado al alma sedienta, y ha llenado de bienes al alma hambrienta. ¶Moradores de tinieblas y de sombra de muerte, prisioneros en miseria y en cadenas, porque fueron rebeldes a las palabras de Dios y despreciaron el consejo del Altísimo; humilló pues, sus corazones con trabajos, tropezaron y no hubo quien los socorriera. Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR y Él los salvó de sus aflicciones; los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte y rompió sus ataduras. Den gracias al SEÑOR por su misericordia y por sus maravillas para con los hijos de los hombres. Porque Él rompió las puertas de bronce e hizo pedazos las barras de hierro. ¶Por causa de sus caminos rebeldes, y por causa de sus iniquidades, los insensatos fueron afligidos. Su alma aborreció todo alimento, y se acercaron hasta las puertas de la muerte. Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR y Él los salvó de sus aflicciones. Él envió su palabra y los sanó y los libró de la muerte. Den gracias al SEÑOR por su misericordia y por sus maravillas para con los hijos de los hombres. Ofrezcan también sacrificios de acción de gracias y pregonen sus obras con cantos de júbilo.
Salmos 107:1-22 Nueva Traducción Viviente (NTV)
¡Den gracias al SEÑOR, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre. ¿Los ha rescatado el SEÑOR? ¡Entonces, hablen con libertad! Cuenten a otros que él los ha rescatado de sus enemigos. Pues ha reunido a los desterrados de muchos países, del oriente y del occidente, del norte y del sur. Algunos vagaban por el desierto, perdidos y sin hogar. Con hambre y con sed, estaban a punto de morir. «¡Socorro, SEÑOR!», clamaron en medio de su dificultad, y él los rescató de su aflicción. Los llevó directo a un lugar seguro, a una ciudad donde pudieran vivir. Que alaben al SEÑOR por su gran amor y por las obras maravillosas que ha hecho a favor de ellos. Pues él satisface al sediento y al hambriento lo llena de cosas buenas. Algunos estaban en oscuridad y en una profunda penumbra, presos del sufrimiento con cadenas de hierro. Se rebelaron contra las palabras de Dios; se burlaron del consejo del Altísimo. Por eso los doblegó con trabajo forzado; cayeron, y no hubo quien los ayudara. «¡Socorro, SEÑOR!», clamaron en medio de su dificultad, y él los salvó de su aflicción. Los sacó de la oscuridad y de la profunda penumbra; les rompió las cadenas. Que alaben al SEÑOR por su gran amor y por las obras maravillosas que ha hecho a favor de ellos. Pues rompió las puertas de bronce de su prisión; partió en dos los barrotes de hierro. Algunos fueron necios; se rebelaron y sufrieron por sus pecados. No podían ni pensar en comer, y estaban a las puertas de la muerte. «¡Socorro, SEÑOR!», clamaron en medio de su dificultad, y él los salvó de su aflicción. Envió su palabra y los sanó; los arrebató de las puertas de la muerte. Que alaben al SEÑOR por su gran amor y por las obras maravillosas que ha hecho a favor de ellos. Que ofrezcan sacrificios de agradecimiento y canten con alegría por sus gloriosos actos.