Salmos 106:13-23
Salmos 106:13-23 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Pero muy pronto olvidaron sus acciones y no esperaron a conocer sus planes. En el desierto cedieron a sus propios deseos; en los páramos pusieron a prueba a Dios. Y él les dio lo que pidieron, pero les envió una enfermedad devastadora. En el campamento tuvieron envidia de Moisés y de Aarón, el que estaba consagrado al SEÑOR. Se abrió la tierra y se tragó a Datán; sepultó a los seguidores de Abirán. Un fuego devoró a ese grupo; las llamas consumieron a los malvados. En Horeb hicieron un becerro; se postraron ante un ídolo de fundición. Cambiaron a quien era su gloria por la imagen de un toro que come hierba. Se olvidaron del Dios que los salvó y que había hecho grandes cosas en Egipto: milagros en la tierra de Cam y maravillas asombrosas junto al mar Rojo. Dios amenazó con destruirlos, pero no lo hizo por Moisés, su escogido, quien se puso ante él en la brecha e impidió que su ira los destruyera.
Salmos 106:13-23 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
pero al poco tiempo se olvidaron de tus hechos y no esperaron a conocer los planes que tenías. Eran tantas sus ganas de comer que allí, en pleno desierto, te pusieron a prueba y te exigieron comida. Y tú los complaciste, pero también les enviaste una enfermedad mortal. Cuando estaban en el desierto, los que seguían a Datán y a Abiram sintieron envidia de Moisés, y también sintieron celos de Aarón, a quien tú habías elegido; pero se abrió la tierra y se tragó a todos los rebeldes; ¡llamas de fuego cayeron sobre esa pandilla de malvados! Nuestros abuelos llegaron al monte Horeb, y allí hicieron un ídolo; ¡adoraron un toro de metal! Dejaron de adorar a Dios, que era su motivo de orgullo, para adorar la imagen de un toro. Dios hizo grandes maravillas frente al Mar de los Juncos: ¡los salvó de los egipcios! Pero ellos se olvidaron de él, y tan enojado se puso Dios que quiso destruirlos. Moisés, su elegido, intervino en favor de ellos y calmó el enojo de Dios para que no los destruyera.
Salmos 106:13-23 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Pero muy pronto olvidaron tus obras; no esperaron a conocer tus consejos. Allí, en la soledad del desierto, se entregaron al desenfreno y te pusieron a prueba. Tú les diste lo que pidieron, pero les enviaste una enfermedad mortal. En el campamento, sintieron envidia de Moisés y de Aarón, a quien tú consagraste a tu servicio. La tierra se abrió, y se tragó a Datán, y sepultó a la pandilla de Abirán. El fuego se extendió entre ellos, y los impíos fueron consumidos por las llamas. En Horeb se hicieron un becerro de oro, y ante esa horrenda imagen se arrodillaron; ¡cambiaron la gloria de Dios por la imagen de un buey que come hierba! Se olvidaron del Dios que los salvó; se olvidaron de sus grandes proezas en Egipto, de las maravillas que hizo en tierra de Cam y de su paso asombroso por el Mar Rojo. Dios llegó a pensar en destruirlos, pero Moisés, su escogido, se interpuso e impidió que, en su indignación, los destruyera.
Salmos 106:13-23 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Pero muy pronto olvidaron los hechos de Dios, y no esperaron a conocer sus planes. Allá, en la soledad del desierto, pusieron a prueba a Dios exigiéndole que les cumpliera sus deseos. Y Dios les dio lo que pidieron, pero les mandó una enfermedad mortal. En el campamento tuvieron envidia de Moisés, y también de Aarón, el consagrado del Señor. Entonces se abrió la tierra y se tragó a Datán, y también a la pandilla de Abiram. ¡El fuego ardió contra todos ellos! ¡Las llamas quemaron a los malvados! En el monte Horeb hicieron un becerro, un ídolo de oro fundido, y lo adoraron: ¡cambiaron al Dios glorioso por la imagen de un buey que come hierba! Olvidaron a Dios, su Salvador, que había hecho grandes cosas en Egipto, que había hecho maravillas en el país de Cam y cosas sorprendentes en el Mar Rojo. Dios habló de destruirlos; pero Moisés, su escogido, se interpuso y calmó el furor de Dios, evitando que los destruyera.
Salmos 106:13-23 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Bien pronto olvidaron sus obras; No esperaron su consejo. Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto; Y tentaron a Dios en la soledad. Y él les dio lo que pidieron; Mas envió mortandad sobre ellos. Tuvieron envidia de Moisés en el campamento, Y contra Aarón, el santo de Jehová. Entonces se abrió la tierra y tragó a Datán, Y cubrió la compañía de Abiram. Y se encendió fuego en su junta; La llama quemó a los impíos. Hicieron becerro en Horeb, Se postraron ante una imagen de fundición. Así cambiaron su gloria Por la imagen de un buey que come hierba. Olvidaron al Dios de su salvación, Que había hecho grandezas en Egipto, Maravillas en la tierra de Cam, Cosas formidables sobre el Mar Rojo. Y trató de destruirlos, De no haberse interpuesto Moisés su escogido delante de él, A fin de apartar su indignación para que no los destruyese.
Salmos 106:13-23 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Pero pronto se olvidaron de sus obras; no esperaron su consejo. Tuvieron apetitos desenfrenados en el desierto, y tentaron a Dios en las soledades. Él les concedió lo que pedían, pero envió una plaga mortal sobre ellos. ¶Cuando en el campamento tuvieron envidia de Moisés, y de Aarón, el santo del SEÑOR, la tierra se abrió y tragó a Datán, y se cerró sobre el grupo de Abiram. Un fuego ardió contra su grupo, la llama consumió a los impíos. ¶Hicieron un becerro en Horeb, y adoraron una imagen de fundición; cambiaron su gloria por la imagen de un buey que come hierba. Se olvidaron de Dios su Salvador, que había hecho grandes cosas en Egipto, maravillas en la tierra de Cam, y cosas asombrosas en el mar Rojo. Él dijo que los hubiera destruido, de no haberse puesto Moisés, su escogido, en la brecha delante de Él, a fin de apartar su furor para que no los destruyera.
Salmos 106:13-23 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Sin embargo, ¡qué pronto olvidaron lo que él había hecho! ¡No quisieron esperar su consejo! En el desierto dieron rienda suelta a sus deseos; pusieron a prueba la paciencia de Dios en esa tierra árida y baldía. Entonces les dio lo que pedían, pero al mismo tiempo les envió una plaga. La gente del campamento se puso celosa de Moisés y tuvo envidia de Aarón, el santo sacerdote del SEÑOR. Por esa causa la tierra se abrió; se tragó a Datán y enterró a Abiram junto con los otros rebeldes. Sobre sus seguidores cayó fuego; una llama consumió a los perversos. Los israelitas hicieron un becerro en el monte Sinaí; se inclinaron ante una imagen hecha de oro. Cambiaron a su glorioso Dios por la estatua de un toro que come hierba. Se olvidaron de Dios, su salvador, quien había realizado tantas grandezas en Egipto: obras tan maravillosas en la tierra de Cam, hechos tan asombrosos en el mar Rojo. Por lo tanto, él declaró que los destruiría. Pero Moisés, su escogido, intervino entre el SEÑOR y los israelitas; le suplicó que apartara su ira y que no los destruyera.