Proverbios 23:19-28
Proverbios 23:19-28 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Hijo mío, presta atención y sé sabio; mantén tu corazón en lo que es correcto. No te juntes con los que beben mucho vino ni con los que se hartan de carne, pues borrachos y glotones, por su indolencia, acaban harapientos y en la pobreza. Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando sea anciana. Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas! El padre del justo experimenta gran regocijo; quien tiene un hijo sabio se deleita en él. ¡Que se alegren tu padre y tu madre! ¡Que se regocije la que te dio la vida! Dame, hijo mío, tu atención y no pierdas de vista mi ejemplo. Porque fosa profunda es la prostituta, y estrecho pozo, la mujer ajena. Se pone al acecho, como un bandido, y multiplica la infidelidad de los hombres.
Proverbios 23:19-28 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Querido jovencito, préstame atención, actúa con inteligencia, y no dejes de hacer el bien. No te juntes con borrachos ni te hagas amigo de glotones, pues unos y otros acaban en la ruina. Presta atención a tus padres, pues ellos te dieron la vida; y cuando lleguen a viejos, no los abandones. Acumula verdad y sabiduría, disciplina y entendimiento, ¡y no los cambies por nada! El hijo bueno y sabio es motivo de gran alegría para su padre y su madre que le dieron la vida. Querido jovencito, prométeme que pensarás en mis consejos y harás tuyas mis enseñanzas. No hay nada más angustioso que enredarse con la mujer infiel. Esa mujer es como los bandidos: se esconde para atrapar a sus víctimas, y una a una las hace caer en sus redes.
Proverbios 23:19-28 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Hijo mío, escúchame y adquiere sabiduría. Deja que tu corazón enderece el rumbo. No te juntes con los que se hartan de vino ni con los que se atiborran de carne, porque unos y otros se quedarán pobres, y por indolentes acabarán cubiertos de harapos. Escucha al padre que te dio la vida, y no menosprecies a tu anciana madre. La verdad y la sabiduría, la enseñanza y la inteligencia, son algo que debes comprar y nunca vender. El padre del justo siente gran alegría; el que engendra un hijo sabio se regocija. ¡Haz que tu padre y tu madre se alegren! ¡Haz que se regocije la madre que te dio a luz! Hijo mío, entrégame tu corazón, y no apartes la mirada de mis caminos. Porque la ramera es un abismo profundo; la mujer ajena es un pozo estrecho. Siempre está al acecho, como los ladrones, y hace que el pecado aumente entre los hombres.
Proverbios 23:19-28 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Atiende bien, hijo mío, y aprende; procura seguir el buen camino. No te juntes con los borrachos ni con los que comen demasiado, pues los borrachos y los glotones acaban en la ruina, y los perezosos se visten de harapos. Atiende a tu padre, que te engendró; no desprecies a tu madre cuando sea anciana. Compra la verdad y la sabiduría, la instrucción y el entendimiento, ¡y no los vendas! El padre del hijo bueno y sabio tiene razón para estar feliz y orgulloso; ¡haz, pues, que tu padre y tu madre se sientan felices y orgullosos! Pon toda tu atención en mí, hijo mío, y mira con buenos ojos mi ejemplo; porque la mujer extraña, la prostituta, es como un pozo profundo y angosto; se pone al acecho, como un ladrón, y hace que muchos hombres se pierdan.
Proverbios 23:19-28 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Oye, hijo mío, y sé sabio, Y endereza tu corazón al camino. No estés con los bebedores de vino, Ni con los comedores de carne; Porque el bebedor y el comilón empobrecerán, Y el sueño hará vestir vestidos rotos. Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies. Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia. Mucho se alegrará el padre del justo, Y el que engendra sabio se gozará con él. Alégrense tu padre y tu madre, Y gócese la que te dio a luz. Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos. Porque abismo profundo es la ramera, Y pozo angosto la extraña. También ella, como robador, acecha, Y multiplica entre los hombres los prevaricadores.
Proverbios 23:19-28 La Biblia de las Américas (LBLA)
Escucha, hijo mío, y sé sabio, y dirige tu corazón por el buen camino. No estés con los bebedores de vino, ni con los comilones de carne, porque el borracho y el glotón se empobrecerán, y la somnolencia se vestirá de harapos. ¶Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando envejezca. Compra la verdad y no la vendas, adquiere sabiduría, instrucción e inteligencia. ¶El padre del justo se regocijará en gran manera, y el que engendra un sabio se alegrará en él. Alégrense tu padre y tu madre, y regocíjese la que te dio a luz. ¶Dame, hijo mío, tu corazón, y que tus ojos se deleiten en mis caminos. Porque fosa profunda es la ramera, y pozo angosto es la mujer desconocida. Ciertamente como ladrón acecha, y multiplica los infieles entre los hombres.
Proverbios 23:19-28 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Hijo mío, presta atención y sé sabio: mantén tu corazón en el camino recto. No andes de juerga con borrachos ni festejes con glotones, porque van camino a la pobreza, y por dormir tanto, vestirán harapos. Escucha a tu padre, que te dio la vida, y no desprecies a tu madre cuando sea anciana. Adquiere la verdad y nunca la vendas; consigue también sabiduría, disciplina y buen juicio. El padre de hijos justos tiene motivos para alegrarse. ¡Qué satisfacción es tener hijos sabios! ¡Por eso, alegra a tu padre y a tu madre! Que sea feliz la que te dio a luz. Oh, hijo mío, dame tu corazón; que tus ojos se deleiten en seguir mis caminos. Una prostituta es una trampa peligrosa; la mujer promiscua es tan peligrosa como caer en un pozo estrecho. Se esconde y espera como lo hace un ladrón, ansiosa por hacer que más hombres sean infieles.