Proverbios 22:1-15
Proverbios 22:1-15 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Vale más la buena fama que las muchas riquezas, y la buena reputación más que la plata y el oro. El rico y el pobre tienen esto en común: a ambos los hizo el SEÑOR. El prudente ve el peligro y busca refugio; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias. Recompensa de la humildad y del temor del SEÑOR son las riquezas, la honra y la vida. Espinas y trampas hay en la senda de los malvados, pero el que cuida su vida se aleja de ellas. Instruye al niño en el camino correcto y aun en su vejez no lo abandonará. Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores. El que siembra maldad cosecha desgracias; la vara de su ira será destruida. El que es generoso será bendecido, pues comparte su comida con los pobres. Despide al insolente, se irá la discordia y cesarán los pleitos y los insultos. El que ama la sinceridad del corazón y tiene gracia al hablar tendrá por amigo al rey. Los ojos del SEÑOR protegen el saber, pero desbaratan las palabras del traidor. Dice el perezoso: «¡Hay un león allá afuera! ¡En plena calle me matará!». La boca de la adúltera es una fosa profunda; en ella caerá quien esté bajo la ira del SEÑOR. La necedad es parte del corazón juvenil, pero la vara de la disciplina la corrige.
Proverbios 22:1-15 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Vale más ser conocido y respetado que andar presumiendo de rico. Los ricos y los pobres son criaturas de Dios. El que es inteligente ve el peligro y lo evita; el que es tonto sigue adelante y sufre las consecuencias. Humíllate y obedece a Dios, y recibirás riquezas, honra y vida. La conducta de los malvados es una trampa para los demás; si te cuidas a ti mismo te apartarás de ella. Educa a tu hijo desde niño, y aun cuando llegue a viejo seguirá tus enseñanzas. El pobre trabaja para el rico; el que pide prestado se hace esclavo del prestamista. Siembra maldad y cosecharás desgracia; con el palo que pegues, serás golpeado. Dios bendice al que es generoso y al que comparte su pan con los pobres. Aleja de ti al buscapleitos y se acabarán los problemas. Al que convence con su sinceridad el rey le brinda su amistad. Dios protege al sabio, pero pone en vergüenza al mentiroso. El haragán siempre pone pretextos para no ir al trabajo; dice que un león en la calle se lo quiere comer. Los besos de la mujer infiel son una trampa sin fondo; Dios no deja sin castigo a los que se enredan con ella. La necedad del niño a golpes se corrige.
Proverbios 22:1-15 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Mejor tener buena fama que mucha riqueza; la buena fama es mejor que la plata y el oro. El rico y el pobre coinciden en algo: a uno y otro los hizo el Señor. El que es astuto, ve el peligro y se esconde; el que es ingenuo, sigue adelante y es afectado. El Señor recompensa a los que le temen con riquezas, honra y vida, si son humildes. El camino del perverso está lleno de trampas y espinas; quien se cuida a sí mismo, se cuida de seguirlo. Enseña al niño a seguir fielmente su camino, y aunque llegue a anciano no se apartará de él. Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de los prestamistas. El que siembra maldad, maldad cosechará; ¡el Señor destruirá su insolente violencia! ¡Bendito sea quien ve a otros con bondad y comparte su pan con el indigente! Expulsa al blasfemo, y se acabarán las peleas, cesarán los pleitos y las ofensas. El rey ama y brinda su amistad al hombre de corazón puro y labios amables. El Señor es guardián del conocimiento, pero trastorna los planes de los traidores. El perezoso arguye: «¡Hay un león en la calle! Si salgo, ¡seré hombre muerto!» Los labios de la mujer ajena son un abismo, en donde cae el que provoca la ira del Señor. La necedad va ligada al corazón del joven, pero la vara disciplinaria le quita lo necio.
Proverbios 22:1-15 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Vale más tener buena fama y reputación, que abundancia de oro y plata. El rico y el pobre tienen algo en común: a los dos los ha creado el Señor. El prudente ve el peligro y lo evita; el imprudente sigue adelante y sufre el daño. La humildad y la reverencia al Señor traen como premio riquezas, honores y vida. El camino del malvado está lleno de trampas; pero el que tiene cuidado de su propia vida, las evita. Dale buena educación al niño de hoy, y el viejo de mañana jamás la abandonará. Entre los pobres, el rico es rey; entre los deudores, el prestamista. El que siembra maldad, cosechará calamidades; ¡el Señor lo destruirá con el cetro de su furia! El que mira a otros con bondad, será bendecido por compartir su pan con los pobres. Despedido el insolente, se va la discordia y se acaban los pleitos y las ofensas. El rey aprecia al de corazón sincero, y brinda su amistad al que habla con gracia. El Señor vigila atentamente al sabio y desmiente las afirmaciones del mentiroso. Para no trabajar, el perezoso pretexta que en la calle hay un león que lo quiere matar. Los labios de la adúltera son un pozo profundo donde caen los que el Señor maldice. La necedad es parte de las ideas juveniles, pero se quita cuando se corrige con golpes.
Proverbios 22:1-15 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, Y la buena fama más que la plata y el oro. El rico y el pobre se encuentran; A ambos los hizo Jehová. El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño. Riquezas, honra y vida Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová. Espinos y lazos hay en el camino del perverso; El que guarda su alma se alejará de ellos. Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma prestado es siervo del que presta. El que sembrare iniquidad, iniquidad segará, Y la vara de su insolencia se quebrará. El ojo misericordioso será bendito, Porque dio de su pan al indigente. Echa fuera al escarnecedor, y saldrá la contienda, Y cesará el pleito y la afrenta. El que ama la limpieza de corazón, Por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey. Los ojos de Jehová velan por la ciencia; Mas él trastorna las cosas de los prevaricadores. Dice el perezoso: El león está fuera; Seré muerto en la calle. Fosa profunda es la boca de la mujer extraña; Aquel contra el cual Jehová estuviere airado caerá en ella. La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él.
Proverbios 22:1-15 La Biblia de las Américas (LBLA)
Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, y el favor que la plata y el oro. El rico y el pobre tienen un lazo común: el que hizo a ambos es el SEÑOR. El prudente ve el mal y se esconde, mas los simples siguen adelante y son castigados. La recompensa de la humildad y el temor del SEÑOR son la riqueza, el honor y la vida. Espinos y lazos hay en el camino del perverso; el que cuida su alma se alejará de ellos. Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él. El rico domina a los pobres, y el deudor es esclavo del acreedor. El que siembra iniquidad segará vanidad, y la vara de su furor perecerá. El generoso será bendito, porque da de su pan al pobre. Echa fuera al escarnecedor y saldrá la discordia, y cesarán también la contienda y la ignominia. El que ama la pureza de corazón tiene gracia en sus labios, y el rey es su amigo. Los ojos del SEÑOR guardan el conocimiento, pero Él confunde las palabras del pérfido. El perezoso dice: Hay un león afuera; seré muerto en las calles. Fosa profunda es la boca de las mujeres extrañas; el que es maldito del SEÑOR caerá en ella. La necedad está ligada al corazón del niño; la vara de la disciplina la alejará de él.
Proverbios 22:1-15 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Elige una buena reputación sobre las muchas riquezas; ser tenido en gran estima es mejor que la plata o el oro. El rico y el pobre tienen esto en común: a ambos los hizo el SEÑOR. El prudente se anticipa al peligro y toma precauciones. El simplón avanza a ciegas y sufre las consecuencias. La verdadera humildad y el temor del SEÑOR conducen a riquezas, a honor y a una larga vida. Los corruptos van por un camino espinoso y traicionero; el que aprecie la vida lo evitará. Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán. Así como el rico gobierna al pobre, el que pide prestado es sirviente del que presta. Los que siembran injusticia cosecharán desgracia, y su régimen de terror se acabará. Benditos son los generosos, porque alimentan a los pobres. Echa fuera al burlón, y también se acabarán las peleas. Los pleitos y los insultos desaparecerán. El que ama la pureza del corazón y habla con gracia tendrá al rey como amigo. El SEÑOR preserva a los que tienen conocimiento, pero arruina los planes de los traicioneros. El perezoso afirma: «¡Hay un león allí afuera! ¡Si salgo, me puede matar!». La boca de la mujer inmoral es una trampa peligrosa; los que provoquen el enojo del SEÑOR caerán en ella. El corazón del muchacho está lleno de necedad, pero la disciplina física la alejará de él.