Proverbios 21:16-31
Proverbios 21:16-31 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Quien se aparta de la senda de la prudencia irá a parar entre los muertos. El que ama el placer se quedará en la pobreza; el que ama el vino y los perfumes jamás será rico. El malvado pagará por el justo y el traidor, por el hombre intachable. Más vale habitar en el desierto que con mujer pendenciera y de mal genio. En casa del sabio abundan las riquezas y el perfume, pero el necio todo lo despilfarra. El que va tras la justicia y el amor halla vida, justicia y honra. El sabio conquista la ciudad de los poderosos y derriba el baluarte en que ellos confiaban. El que refrena su boca y su lengua se libra de muchas angustias. Orgulloso, arrogante e insolente es quien se comporta con desmedida soberbia. La codicia del perezoso lo lleva a la muerte, porque sus manos se niegan a trabajar; todo el día se lo pasa codiciando, pero el justo da con generosidad. El sacrificio de los malvados es detestable y, más aún, cuando se ofrece con mala intención. El testigo falso perecerá; pero quien sabe escuchar siempre podrá hablar. El malvado es inflexible en sus decisiones; el justo examina su propia conducta. De nada sirven ante el SEÑOR la sabiduría, la inteligencia y el consejo. Se alista al caballo para el día de la batalla, pero la victoria depende del SEÑOR.
Proverbios 21:16-31 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Quien deja de hacer lo bueno, pronto termina en la tumba. Quien solo piensa en fiestas, en perfumes y en borracheras, se queda en la pobreza y jamás llega a rico. Los malvados y ladrones tendrán que pagar el rescate de los hombres buenos y honrados. Vale más la soledad que la vida matrimonial con una persona agresiva y de mal genio. En casa del sabio hay riquezas y perfumes; en casa del tonto solo hay desperdicios. Busca la justicia y el amor, y encontrarás vida, justicia y riquezas. Basta un solo sabio para conquistar una gran ciudad. Quien tiene cuidado de lo que dice nunca se mete en problemas. Qué bien le queda al orgulloso que lo llamen «¡malcriado y vanidoso!» El perezoso quiere de todo, lo que no quiere es trabajar. El hombre honrado siempre da y no pide nada a cambio. Dios no soporta a los malvados que le traen ofrendas, y no son sinceros. El testigo falso será destruido, pero al testigo verdadero siempre se le da la palabra. El malvado parece estar muy seguro; pero solo el hombre honrado está seguro de verdad. Reconozcamos que ante Dios, no hay sabiduría ni conocimiento, ni consejos que valgan. A los soldados les toca preparar sus caballos para el combate; pero Dios es quien decide a quién darle la victoria.
Proverbios 21:16-31 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Quien se aparta del camino de la sabiduría acaba entre las legiones de muertos. Si amas los placeres, acabarás en la pobreza; el gusto por el vino y los perfumes no te hará rico. El malvado pagará el rescate del justo; el impío sufrirá en lugar del hombre recto. Es mejor vivir en el desierto que convivir con mujer pendenciera y agresiva. Riquezas y perfumes hay en la casa del sabio; en la casa del necio solo hay despilfarro. Ve en pos de la justicia y la misericordia, y hallarás vida, justicia y honra. El sabio conquista la ciudad más protegida, y derriba la fortaleza más confiable. El que cuida su boca y su lengua se libra de muchos problemas. Al que es burlón y soberbio también se le llama insolente. El perezoso se muere de deseos, pero no es capaz de ponerse a trabajar. Todo el tiempo se lo pasa codiciando. En cambio, el hombre justo da sin tacañerías. El sacrificio de los impíos es repugnante, ¡y más aún si se ofrece con maldad! El falso testimonio es desechado; el que sabe escuchar puede hablar siempre. El hombre impío finge firmeza; el hombre recto es firme en sus caminos. Ante el Señor nada vale el sabio, ni el inteligente ni el consejero. Presto está el caballo para entrar en combate, pero la victoria está en manos del Señor.
Proverbios 21:16-31 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El que no sigue una conducta prudente, irá a parar entre los muertos. El que se entrega al placer, el vino y los perfumes, terminará en la pobreza. El hombre falso y malvado sufrirá en lugar del justo y honrado. Vale más vivir en el desierto que con una mujer irritable y pendenciera. En casa del sabio hay riquezas y perfumes, pero el necio gasta todo lo que tiene. El que busca ser recto y leal, encuentra vida y honor. El sabio ataca una ciudad bien defendida, y acaba con el poder en que ella confiaba. El que tiene cuidado de lo que dice, nunca se mete en aprietos. Pedante, orgulloso e insolente se le llama al que actúa con demasiada pedantería. De deseos se muere el perezoso, porque sus manos no quieren trabajar; todo el día se lo pasa deseando. El justo, en cambio, da sin tacañerías. El Señor aborrece las ofrendas de los malvados, porque las ofrecen con malas intenciones. El testigo falso será destruido; pero quien sabe escuchar, siempre podrá responder. El malvado aparenta seguridad; el honrado está seguro de su conducta. Ante el Señor no hay sabiduría que valga, ni inteligencia ni buenas ideas. El hombre prepara el caballo para entrar en batalla, pero el Señor es quien da la victoria.
Proverbios 21:16-31 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
El hombre que se aparta del camino de la sabiduría Vendrá a parar en la compañía de los muertos. Hombre necesitado será el que ama el deleite, Y el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá. Rescate del justo es el impío, Y por los rectos, el prevaricador. Mejor es morar en tierra desierta Que con la mujer rencillosa e iracunda. Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; Mas el hombre insensato todo lo disipa. El que sigue la justicia y la misericordia Hallará la vida, la justicia y la honra. Tomó el sabio la ciudad de los fuertes, Y derribó la fuerza en que ella confiaba. El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias. Escarnecedor es el nombre del soberbio y presuntuoso Que obra en la insolencia de su presunción. El deseo del perezoso le mata, Porque sus manos no quieren trabajar. Hay quien todo el día codicia; Pero el justo da, y no detiene su mano. El sacrificio de los impíos es abominación; ¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad! El testigo mentiroso perecerá; Mas el hombre que oye, permanecerá en su dicho. El hombre impío endurece su rostro; Mas el recto ordena sus caminos. No hay sabiduría, ni inteligencia, Ni consejo, contra Jehová. El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria.
Proverbios 21:16-31 La Biblia de las Américas (LBLA)
El hombre que se aparta del camino del saber reposará en la asamblea de los muertos. El que ama el placer será pobre; el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá. El impío es rescate para el justo, y el pérfido está en lugar de los rectos. Mejor es habitar en tierra desierta que con mujer rencillosa y molesta. Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio, pero el necio todo lo disipa. El que sigue la justicia y la lealtad halla vida, justicia y honor. El sabio escala la ciudad de los poderosos y derriba la fortaleza en que confiaban. El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de angustias. Altivo, arrogante y escarnecedor son los nombres del que obra con orgullo insolente. El deseo del perezoso lo mata, porque sus manos rehúsan trabajar; todo el día codicia, mientras el justo da y nada retiene. El sacrificio de los impíos es abominación, cuánto más trayéndolo con mala intención. El testigo falso perecerá, mas el hombre que escucha, hablará siempre. El hombre impío muestra audacia en su rostro, pero el recto asegura su camino. No vale sabiduría, ni entendimiento, ni consejo, frente al SEÑOR. Se prepara al caballo para el día de la batalla, pero la victoria es del SEÑOR.
Proverbios 21:16-31 Nueva Traducción Viviente (NTV)
La persona que se aparta del sentido común terminará en compañía de los muertos. Los que aman el placer se vuelven pobres; los que aman el vino y el lujo nunca llegarán a ser ricos. Los perversos son castigados en lugar de los justos, y los traidores, en lugar de las personas honradas. Es mejor vivir solo en el desierto que con una esposa que se queja y busca pleitos. Los sabios tienen riquezas y lujos, pero los necios gastan todo lo que consiguen. El que busca la justicia y el amor inagotable encontrará vida, justicia y honor. El sabio conquista la ciudad de los fuertes y arrasa la fortaleza en que confían. Cuida tu lengua y mantén la boca cerrada, y no te meterás en problemas. Los burlones son orgullosos y altaneros; actúan con una arrogancia que no tiene límites. Por mucho que desee, el perezoso acabará en la ruina, porque sus manos se niegan a trabajar. Hay quienes se la pasan codiciando todo el tiempo, ¡pero a los justos les encanta dar! El sacrificio del malvado es detestable, sobre todo cuando lo ofrece con malas intenciones. El testigo falso será silenciado, pero al testigo creíble se le permitirá hablar. El perverso finge para salir del apuro, pero el honrado piensa antes de actuar. No hay sabiduría humana ni entendimiento ni proyecto que puedan hacerle frente al SEÑOR. El caballo se prepara para el día de la batalla, pero la victoria pertenece al SEÑOR.