Proverbios 15:8-10
Proverbios 15:8-10 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
El SEÑOR aborrece los sacrificios de los malvados, pero se complace en la oración de los justos. El SEÑOR aborrece el camino de los malvados, pero ama a quienes siguen la justicia. Para el descarriado, disciplina severa; para el que aborrece la corrección, la muerte.
Proverbios 15:8-10 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
A Dios no le agradan las ofrendas de los malvados, pero recibe con agrado las oraciones de la gente buena. A Dios no le agrada la conducta de los malvados, pero les muestra su amor a los que aman la justicia. Un buen castigo merece quien muestra mala conducta; hasta merece la muerte quien no acepta ser corregido.
Proverbios 15:8-10 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El Señor aborrece las ofrendas de los impíos, pero recibe con agrado la oración de los rectos. El Señor aborrece el camino del impío, pero ama al que va en pos de la justicia. Para el descarriado, la corrección es molesta; pero aborrecerla conduce a la muerte.
Proverbios 15:8-10 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El Señor no soporta las ofrendas de los malvados, pero recibe con agrado la oración de los justos. El Señor no soporta la conducta de los malvados, pero ama a quien vive una vida recta. Al que deja el buen camino se le corrige con dureza; el que odia la reprensión, morirá.
Proverbios 15:8-10 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; Mas la oración de los rectos es su gozo. Abominación es a Jehová el camino del impío; Mas él ama al que sigue justicia. La reconvención es molesta al que deja el camino; Y el que aborrece la corrección morirá.
Proverbios 15:8-10 La Biblia de las Américas (LBLA)
El sacrificio de los impíos es abominación al SEÑOR, mas la oración de los rectos es su deleite. Abominación al SEÑOR es el camino del impío, y Él ama al que sigue la justicia. La disciplina severa es para el que abandona el camino; el que aborrece la reprensión morirá.
Proverbios 15:8-10 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El SEÑOR detesta el sacrificio de los perversos, pero se deleita con las oraciones de los íntegros. El SEÑOR detesta el camino de los perversos, pero ama a quienes siguen la justicia. El que abandona el buen camino será severamente disciplinado; el que odia la corrección morirá.