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Números 20:10-18

Números 20:10-18 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

Luego Moisés y Aarón reunieron a la asamblea frente a la roca, y Moisés dijo: «¡Escuchen, rebeldes! ¿Acaso tenemos que sacarles agua de esta roca?». Dicho esto, levantó la mano y dos veces golpeó la roca con la vara, y brotó agua en abundancia, de la cual bebieron la asamblea y su ganado. El SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: «Por no haber confiado en mí ni haber reconocido mi santidad en presencia de los israelitas, no serán ustedes los que lleven a esta comunidad a la tierra que les he dado». A estas aguas se les conoce como la fuente de Meribá, porque fue allí donde los israelitas discutieron con el SEÑOR, y donde él manifestó su santidad. Desde Cades, Moisés envió emisarios al rey de Edom, con este mensaje: «Así dice tu hermano Israel: Tú conoces bien todas las dificultades que hemos encontrado. Sabes que nuestros antepasados fueron a Egipto, donde durante muchos años vivimos, y que los egipcios nos maltrataron a nosotros y a nuestros antepasados. También sabes que clamamos al SEÑOR, y que él escuchó nuestra súplica y nos envió a un ángel que nos sacó de Egipto. »Ya estamos en Cades, población que está en las inmediaciones de tu territorio. Solo te pedimos que nos dejes cruzar por tus dominios. Te prometo que no entraremos en ningún campo ni viña; tampoco beberemos agua de ningún pozo. Nos limitaremos a pasar por el camino real, sin apartarnos de él para nada, hasta que salgamos de tu territorio». Pero el rey de Edom mandó a decir: «No crucen por mis dominios; de lo contrario, saldré con mi ejército y los atacaré».

Números 20:10-18 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Luego Moisés y Aarón reunieron delante de la roca a toda la gente, y Moisés les dijo: «¡Óiganme bien, rebeldes! ¿Acaso quieren que saquemos agua de esta roca para que ustedes beban?» Mientras decía esto, Moisés golpeó dos veces la roca con la vara, ¡y empezó a salir tanta agua que toda la gente y su ganado bebieron! Pero Dios les dijo a Moisés y a Aarón: «Ustedes no creyeron en mí, ni me honraron delante de los israelitas. Por eso, no entrarán con ellos al territorio que les voy a dar». Esto sucedió en Meribá, que significa «queja». Y es que allí los israelitas se quejaron contra Dios, y él les mostró que es un Dios santo. Cuando el pueblo de Israel estaba en Cadés, Moisés envió al rey de Edom este mensaje: —Los israelitas somos parientes tuyos. Tú bien sabes que hemos tenido muchos problemas. Hace mucho tiempo, nuestros familiares se fueron a vivir a Egipto. Pero los egipcios los trataron muy mal, lo mismo que a nosotros. Entonces le pedimos ayuda a Dios, y él nos escuchó y mandó a un ángel para que nos sacara de Egipto. Y aquí nos tienes ahora. Estamos en la ciudad de Cadés, en la frontera misma de tu país. »Un favor te pedimos. Déjanos pasar por tu territorio. Te prometemos no pasar por los campos sembrados, ni por los viñedos, ni tomar agua de tus pozos. Seguiremos derecho, sin apartarnos del camino principal, hasta que hayamos salido de tu territorio. Pero el rey de Edom les contestó

Números 20:10-18 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Moisés y Aarón reunieron a la congregación delante de la peña, y Moisés les dijo: «¡Óiganme ahora, rebeldes! ¿Acaso tendremos que sacar agua de esta peña?» Y dicho esto, levantó su mano y, con su vara, golpeó la peña dos veces. Al instante, brotó agua en abundancia, y bebieron la congregación y sus bestias. Pero el Señor les dijo a Moisés y a Aarón: «Puesto que ustedes no creyeron en mí, ni me santificaron delante de los hijos de Israel, no llevarán a esta congregación a la tierra que les he dado.» Estas son las llamadas «Aguas de la rencilla,» pues por ellas contendieron los hijos de Israel con el Señor, y él se santificó en ellos. Desde Cadés, Moisés envió embajadores al rey de Edom para que le dijeran: «Israel, tu hermano, te envía este mensaje: »“Tú bien sabes todas las vicisitudes que hemos afrontado, y cómo nuestros padres emigraron a Egipto, y luego estuvimos en Egipto mucho tiempo, y los egipcios nos maltrataron, lo mismo que a nuestros padres. Pero clamamos al Señor, y él oyó nuestra voz y envió un ángel para que nos sacara de Egipto. Y aquí nos tienes. Estamos en Cadés, ciudad cercana a tus fronteras. Te rogamos que nos dejes pasar por tu tierra. No pasaremos por ningún campo de cultivo, ni por ninguna viña, ni beberemos agua de tus pozos. Iremos por el camino principal, sin apartarnos ni a la derecha ni a la izquierda, hasta que hayamos cruzado tu territorio.”» Pero Edom le respondió: «Por mi país no pasarás, pues de lo contrario saldré armado contra ti.»

Números 20:10-18 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

luego Moisés y Aarón reunieron a la gente delante de la roca, y Moisés les dijo: —Escuchen, rebeldes: ¿acaso tendremos que sacar agua de esta roca para darles de beber? Y diciendo esto, Moisés levantó la mano y golpeó dos veces la roca con el bastón, y brotó mucha agua. Así la gente y el ganado se pusieron a beber. Pero el Señor dijo a Moisés y a Aarón: —Puesto que ustedes no tuvieron confianza en mí ni me honraron delante de los israelitas, no entrarán con esta gente en el país que les he dado. Ese es el manantial de Meribá, donde los israelitas le hicieron reclamaciones al Señor y él les mostró su santidad. Desde Cadés, Moisés envió unos mensajeros al rey de Edom, a decirle: «Tus hermanos israelitas te mandan decir: “Tú bien sabes las dificultades por las que hemos pasado. Nuestros antepasados se fueron a Egipto y vivieron allá mucho tiempo, pero los egipcios nos maltrataron a nosotros, igual que a nuestros antepasados; entonces pedimos ayuda al Señor, y él escuchó nuestros gritos y envió un ángel y nos sacó de Egipto. Y aquí estamos ahora, en la ciudad de Cadés, en la frontera de tu país. Te pedimos que nos dejes pasar por tu territorio. No pasaremos por los campos sembrados ni por los viñedos, ni beberemos agua de tus pozos. Iremos por el camino real, y no nos apartaremos de él hasta que hayamos cruzado tu territorio.”» Pero el rey de Edom les respondió: —¡No pasen por mi territorio, pues de lo contrario saldré a su encuentro con mi ejército!

Números 20:10-18 La Biblia de las Américas (LBLA)

y Moisés y Aarón reunieron al pueblo ante la peña. Y él les dijo: Oíd, ahora, rebeldes. ¿Sacaremos agua de esta peña para vosotros? Entonces Moisés levantó su mano y golpeó la peña dos veces con su vara, y brotó agua en abundancia, y bebió el pueblo y sus animales. Y el SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: Porque vosotros no me creísteis a fin de tratarme como santo ante los ojos de los hijos de Israel, por tanto no conduciréis a este pueblo a la tierra que les he dado. Aquellas fueron las aguas de Meriba porque los hijos de Israel contendieron con el SEÑOR, y Él manifestó su santidad entre ellos. Moisés envió mensajeros desde Cades al rey de Edom, diciendo: Así ha dicho tu hermano Israel: «Tú sabes todas las dificultades que nos han sobrevenido; que nuestros padres descendieron a Egipto, y estuvimos por largo tiempo en Egipto, y los egipcios nos maltrataron a nosotros y a nuestros padres. Pero cuando clamamos al SEÑOR, Él oyó nuestra voz y envió un ángel y nos sacó de Egipto. Ahora, mira, estamos en Cades, un pueblo de la frontera de tu territorio. Permítenos, por favor, pasar por tu tierra. No pasaremos por campo labrado ni por viñedo; ni siquiera beberemos agua de pozo. Iremos por el camino real, sin volver a la derecha ni a la izquierda hasta que crucemos tu territorio». Pero, Edom le respondió: Tú no pasarás por mi tierra; para que no salga yo con espada a tu encuentro.

Números 20:10-18 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Luego él y Aarón mandaron a llamar al pueblo a reunirse frente a la roca. «¡Escuchen, ustedes rebeldes! —gritó—. ¿Acaso debemos sacarles agua de esta roca?». Enseguida Moisés levantó su mano y golpeó la roca dos veces con la vara y el agua brotó a chorros. Así que toda la comunidad y sus animales bebieron hasta saciarse. Sin embargo, el SEÑOR les dijo a Moisés y a Aarón: «¡Puesto que no confiaron lo suficiente en mí para demostrar mi santidad a los israelitas, ustedes no los llevarán a la tierra que les doy!». Por eso este lugar se conoce como las aguas de Meriba (que significa «discusión») porque allí el pueblo de Israel discutió con el SEÑOR y él demostró su santidad entre ellos. Mientras Moisés estaba en Cades, envió embajadores al rey de Edom con el siguiente mensaje: «Esto es lo que dicen tus parientes, los israelitas: tú sabes todas las dificultades por las que hemos pasado. Nuestros antepasados bajaron a Egipto y allí vivimos un largo tiempo. Los egipcios nos maltrataron brutalmente, tanto a nosotros como a nuestros antepasados; pero cuando clamamos al SEÑOR, él nos oyó y envió a un ángel que nos sacó de Egipto. Ahora estamos acampando en Cades, la ciudad en la frontera de tu territorio. Por favor, permítenos atravesar tu territorio. Tendremos cuidado de no pasar por tus campos y viñedos, ni siquiera beberemos el agua de tus pozos. Seguiremos derecho por el camino real, sin desviarnos hasta que hayamos atravesado tu territorio». Sin embargo, el rey de Edom dijo: «¡Quédense fuera de mi territorio o saldré a su encuentro con mi ejército!».