Nehemías 4:18-21
Nehemías 4:18-21 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Porque los que edificaban, cada uno tenía su espada ceñida a sus lomos, y así edificaban; y el que tocaba la trompeta estaba junto a mí. Y dije a los nobles, y a los oficiales y al resto del pueblo: La obra es grande y extensa, y nosotros estamos apartados en el muro, lejos unos de otros. En el lugar donde oyereis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros. Nosotros, pues, trabajábamos en la obra; y la mitad de ellos tenían lanzas desde la subida del alba hasta que salían las estrellas.
Nehemías 4:18-21 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Todos los que trabajaban en la reconstrucción llevaban la espada a la cintura. A mi lado estaba el encargado de dar el toque de alarma con la trompeta. Yo había dicho a los nobles, a los gobernantes y al resto del pueblo: «La tarea es grande y extensa, y nosotros estamos muy esparcidos en la muralla, distantes los unos de los otros. Por eso, en el lugar donde oigan el toque de la trompeta, cerremos filas. ¡Nuestro Dios peleará por nosotros!». Así que, desde el amanecer hasta que aparecían las estrellas, mientras trabajábamos en la obra, la mitad de la gente montaba guardia con lanza en mano.
Nehemías 4:18-21 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
18 (12) Todos tenían su espada sujeta a la cintura mientras trabajaban. El que tocaba la trompeta estaba al lado mío, 19 (13) pues yo les había dicho a los jefes y a los asistentes, y a todos los demás: «El trabajo es demasiado y falta mucho por reconstruir; además, estamos repartidos por todo el muro y lejos unos de otros. 20 (14) Por eso, si nos atacan, oirán sonar la trompeta. Si así sucede, corran a ayudarnos. Nuestro Dios luchará por nosotros». 21 (15) Desde que salía el sol hasta que aparecían las estrellas, la mitad de la gente reparaba el muro, y los demás mantenían las lanzas en sus manos.
Nehemías 4:18-21 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Todos los que trabajaban en la reconstrucción llevaban la espada al cinto, y a mi lado estaba quien tocaba la trompeta. »Luego me reuní con los hombres importantes y con los oficiales, y con todo el pueblo, y les dije: “La obra es muy grande y extensa, y nosotros estamos muy separados unos de otros a lo largo de toda la muralla. Por eso, cuando oigan el toque de la trompeta, corran a reunirse con nosotros, que nuestro Dios peleará por nosotros.” Y así, desde la salida del sol hasta que aparecían las estrellas trabajábamos en la obra, mientras la mitad de nosotros se mantenía lanza en mano.
Nehemías 4:18-21 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
18 (12) Todos los que trabajaban en la construcción tenían la espada a la cintura, y a mi lado estaba el encargado de tocar la trompeta, 19 (13) pues yo había dicho a los nobles y gobernantes, y al resto del pueblo: «Las obras son enormes y extensas, y nosotros estamos repartidos por la muralla, separados unos de otros. 20 (14) Por lo tanto, allá donde escuchen el toque de trompeta, únanse a nosotros, y nuestro Dios luchará a nuestro lado.» 21 (15) De este modo, mientras nosotros trabajábamos de sol a sol en la obra, la mitad de la gente se mantenía con la lanza en la mano.
Nehemías 4:18-21 La Biblia de las Américas (LBLA)
Cada uno de los que reedificaban tenía ceñida al lado su espada mientras edificaba. El que tocaba la trompeta estaba junto a mí. Y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: La obra es grande y extensa, y estamos separados en la muralla, lejos el uno del otro. En el lugar que oigáis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros. Hacíamos el trabajo con la mitad empuñando lanzas desde el despuntar del alba hasta que salían las estrellas.
Nehemías 4:18-21 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Todos los que construían tenían una espada asegurada a su costado. El que tocaba la trompeta quedó conmigo para tocar alarma. Entonces les expliqué a los nobles, a los oficiales y a todo el pueblo lo siguiente: «La obra es muy extensa, y nos encontramos muy separados unos de otros a lo largo de la muralla. Cuando oigan el sonido de la trompeta, corran hacia el lugar donde esta suene. ¡Entonces nuestro Dios peleará por nosotros!». Trabajábamos desde temprano hasta tarde, desde la salida hasta la puesta del sol; y la mitad de los hombres estaba siempre de guardia.