Nehemías 2:18-20
Nehemías 2:18-20 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Entonces les conté cómo la bondadosa mano de Dios había estado conmigo y relaté lo que el rey me había dicho. Al oír esto, exclamaron: —¡Manos a la obra! Y comenzaron la reconstrucción. Cuando lo supieron, Sambalat el horonita, Tobías el oficial amonita y Guesén el árabe se burlaron de nosotros y nos preguntaron de manera despectiva: —Pero ¿qué están haciendo? ¿Acaso pretenden rebelarse contra el rey? Yo contesté: —El Dios del cielo nos concederá salir adelante. Nosotros, sus siervos, vamos a comenzar la reconstrucción. Ustedes no tienen autoridad ni derecho, ni son parte de la historia de Jerusalén.
Nehemías 2:18-20 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Les conté también cómo mi buen Dios me había ayudado, y lo que el rey me había dicho. Entonces ellos respondieron: —¡Manos a la obra! Y, muy animados, se prepararon para iniciar la reconstrucción. Pero Sambalat el de Horón, Tobías el funcionario amonita y Guésem el árabe se burlaron de nosotros y dijeron: —¿Qué se traen entre manos? ¿Se van a poner en contra del rey? Yo les contesté
Nehemías 2:18-20 Reina Valera Contemporánea (RVC)
»En cuanto les conté la gran ayuda que mi Dios me había brindado, y lo que el rey me había dicho, todos exclamaron: “¡Sí, comencemos a reconstruir las murallas!” Y se dispusieron a poner manos a la obra. »Pero la noticia llegó a oídos de Sambalat el horonita, de Tobías, el siervo amonita, y de Guesén el árabe, y se burlaron de nosotros y despectivamente nos dijeron: “¿Qué es lo que hacen? ¿Acaso están rebelándose contra el rey?” »Yo les respondí: “El Dios de los cielos es quien nos ayuda. Nosotros, sus siervos, hemos decidido reconstruir las murallas, y lo vamos a hacer. Ustedes no tienen ninguna autoridad, ni arte ni parte en Jerusalén.”
Nehemías 2:18-20 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Y cuando les conté la forma tan bondadosa en que Dios me había ayudado y las palabras que me había dicho el rey, ellos respondieron: —¡Comencemos la reconstrucción! Y con muy buen espíritu se animaron unos a otros. Pero cuando lo supieron Sambalat el de Horón, Tobías el funcionario amonita, y Guésem el árabe, se burlaron de nosotros y nos dijeron con desprecio: —¿Qué se traen ustedes entre manos? ¿Acaso piensan rebelarse contra el rey? Pero yo les contesté: —El Dios del cielo nos dará el éxito. Nosotros, sus siervos, vamos a comenzar la reconstrucción, y ustedes no tienen parte, ni derecho, ni memoria en Jerusalén.
Nehemías 2:18-20 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien. Pero cuando lo oyeron Sanbalat horonita, Tobías el siervo amonita, y Gesem el árabe, hicieron escarnio de nosotros, y nos despreciaron, diciendo: ¿Qué es esto que hacéis vosotros? ¿Os rebeláis contra el rey? Y en respuesta les dije: El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos, porque vosotros no tenéis parte ni derecho ni memoria en Jerusalén.
Nehemías 2:18-20 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y les conté cómo la mano de mi Dios había sido bondadosa conmigo, y también las palabras que el rey me había dicho. Entonces dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Y esforzaron sus manos en la buena obra. Pero cuando se enteraron Sanbalat horonita, Tobías el oficial amonita y Gesem el árabe, se burlaron de nosotros, nos despreciaron y dijeron: ¿Qué es esto que estáis haciendo? ¿Os rebeláis contra el rey? Y yo les respondí, y les dije: El Dios del cielo nos dará éxito; por tanto, nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos, pero vosotros no tenéis parte ni derecho ni memorial en Jerusalén.
Nehemías 2:18-20 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Después les conté cómo la bondadosa mano de Dios estaba sobre mí, y acerca de mi conversación con el rey. De inmediato contestaron: —¡Sí, reconstruyamos la muralla! Así que comenzaron la buena obra. Sin embargo, cuando Sanbalat, Tobías y Gesem el árabe se enteraron de nuestro plan, se burlaron con desprecio. —¿Qué están haciendo? —preguntaron—. ¿Se rebelan contra el rey? Yo contesté: —El Dios del cielo nos ayudará a tener éxito. Nosotros, sus siervos, comenzaremos a reconstruir esta muralla; pero ustedes no tienen ninguna parte ni derecho legal o reclamo histórico en Jerusalén.