Nahúm 1:3-10
Nahúm 1:3-10 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
El SEÑOR es lento para la ira, pero grande en poder. El SEÑOR no deja sin castigo al culpable. Camina en el huracán y en la tormenta; las nubes son el polvo de sus pies. Reprende al mar y lo seca; hace que todos los ríos se evaporen. Los montes Basán y Carmelo pierden su lozanía; el verdor del Líbano se marchita. Ante él tiemblan las montañas y se desmoronan las colinas. Ante él se agita la tierra, el mundo y todos los que en él habitan. ¿Quién podrá resistir su indignación? ¿Quién podrá soportar el ardor de su ira? Su furor se derrama como fuego; ante él se resquebrajan las rocas. Bueno es el SEÑOR; es refugio en el día de la angustia y conoce a los que en él confían. Pero destruirá a Nínive con una inundación arrasadora; ¡aun en las tinieblas perseguirá a sus enemigos! ¿Qué traman contra el SEÑOR? Él desbaratará sus planes; la calamidad no se repetirá. Serán consumidos como paja seca, como espinos enmarañados, como borrachos ahogados en vino.
Nahúm 1:3-11 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Nuestro Dios es muy poderoso y siempre castiga a quien lo merece, pero también es un Dios paciente, y no se enoja con facilidad. Nuestro Dios camina entre las tormentas; las nubes son el polvo que levanta. Si reprende al mar y a los ríos, estos se quedan secos por completo y se marchitan las flores del Líbano, los campos de Basán y el monte Carmelo. En presencia de nuestro Dios tiemblan la tierra y sus habitantes, y los cerros y las montañas se sacuden. Cuando nuestro Dios se enoja, las piedras se hacen polvo, como si las partiera un rayo; cuando nuestro Dios se enoja, nadie puede mantenerse firme. Nuestro Dios es bondadoso y cuida de los que en él confían. En momentos de angustia, él nos brinda protección. Pero también destruye a sus enemigos; los arrastra como un río desbordado, ¡los persigue hasta en la oscuridad! Ustedes, habitantes de Nínive, ¿por qué hacen planes malvados? Hay entre ustedes un consejero malvado, que hace planes contra nuestro Dios, pero Dios acabará con ustedes; los destruirá por completo, y no les dará otra oportunidad; les prenderá fuego, como a la paja, como si fueran un montón de espinas.
Nahúm 1:3-10 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El Señor es lento para la ira, y su poder es impresionante. El Señor no tiene por inocente al culpable. El Señor marcha en la tempestad y en el torbellino; las nubes son el polvo que levantan sus pies. El Señor reprende al mar, y el mar y todos los ríos se secan. Basán y el Carmelo fueron destruidos, y destruido también lo mejor del Líbano. Ante el Señor tiemblan los montes y se desmoronan las colinas; ante su presencia la tierra se estremece, y tiemblan el mundo y sus habitantes. ¿Quién puede enfrentarse a su ira? ¿Quién puede resistir el ardor de su enojo? Su ira se extiende como el fuego, y hace que las peñas se desgajen. El Señor es bueno; es un refugio en el día de la angustia. El Señor conoce a los que en él confían, pero destruye a sus adversarios con una impetuosa inundación y persigue con las tinieblas a sus enemigos. ¿Hacen ustedes planes contra el Señor? ¡Él los deshará por completo, y no tendrá que vengarse dos veces! Podrán hacer estrechas alianzas, como entretejidos espinos, y saturarse de vino para darse valor, pero serán consumidos como la hojarasca.
Nahúm 1:3-10 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El Señor es paciente pero poderoso, y no dejará de castigar al culpable. El Señor camina sobre la tormenta, y las nubes son el polvo de sus pies. Amenaza al mar, y lo seca. Hace que se sequen todos los ríos. Los campos de Basán y el monte Carmelo se marchitan, y se marchitan también las flores del Líbano. Ante él tiemblan las montañas; los cerros se derriten en su presencia. Toda la tierra se estremece al verlo; todo el mundo y los que en él viven. ¿Quién podrá mantenerse de pie ante su ira? ¿Quién podrá resistir su enojo? Su furia se derrama como fuego, y ante él se parten en dos las peñas. El Señor es bueno; es un refugio en horas de angustia: protege a los que en él confían. Pero, como inundación que todo lo arrasa, destruye a los que se le oponen; la oscuridad alcanzará a sus enemigos. ¿Qué están tramando ustedes en contra del Señor? ¡Él los destruirá por completo! ¡Nadie puede oponérsele dos veces! Pues como espinos enmarañados, como paja seca, serán quemados por completo.
Nahúm 1:3-10 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies. Él amenaza al mar, y lo hace secar, y agosta todos los ríos; Basán fue destruido, y el Carmelo, y la flor del Líbano fue destruida. Los montes tiemblan delante de él, y los collados se derriten; la tierra se conmueve a su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan. ¿Quién permanecerá delante de su ira?, ¿y quién quedará en pie en el ardor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y por él se hienden las peñas. Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. Mas con inundación impetuosa consumirá a sus adversarios, y tinieblas perseguirán a sus enemigos. ¿Qué pensáis contra Jehová? Él hará consumación; no tomará venganza dos veces de sus enemigos. Aunque sean como espinos entretejidos, y estén empapados en su embriaguez, serán consumidos como hojarasca completamente seca.
Nahúm 1:3-10 La Biblia de las Américas (LBLA)
El SEÑOR es lento para la ira y grande en poder, y ciertamente el SEÑOR no dejará impune al culpable. En el torbellino y la tempestad está su camino, y las nubes son el polvo de sus pies. El reprende al mar y lo hace secar, y todos los ríos agota. Languidecen Basán y el Carmelo, y las flores del Líbano se marchitan. Los montes tiemblan ante Él, y los collados se derriten; sí, en su presencia se levanta la tierra, el mundo y todos los que en él habitan. En presencia de su indignación, ¿quién resistirá? ¿Quién se mantendrá en pie ante el ardor de su ira? Su furor se derrama como fuego, y las rocas se despedazan ante Él. Bueno es el SEÑOR, una fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en Él se refugian. Pero con inundación desbordante pondrá fin a Nínive, y perseguirá a sus enemigos aun en las tinieblas. ¶Lo que traméis contra el SEÑOR, Él lo hará completa destrucción; no surgirá dos veces la angustia. Porque ellos como espinos enmarañados, y ebrios con su bebida, serán consumidos como paja totalmente seca.
Nahúm 1:3-10 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El SEÑOR es lento para enojarse, pero su poder es grande y nunca deja sin castigo al culpable. Da muestras de su poder en el torbellino y la tormenta; las nubes ondulantes son el polvo bajo sus pies. Él da la orden y los océanos se secan y los ríos desaparecen. Los buenos pastizales de Basán y el Carmelo pierden su verdor, y los frondosos bosques del Líbano se marchitan. Ante la presencia de Dios las montañas se estremecen y las colinas se derriten; la tierra tiembla y sus habitantes son destruidos. ¿Quién podrá quedar en pie ante su ira feroz? ¿Quién podrá sobrevivir ante su furia abrasadora? Su furor arde como el fuego, y ante él las montañas se desmenuzan. El SEÑOR es bueno, un refugio seguro cuando llegan dificultades. Él está cerca de los que confían en él. Pero arrasará a sus enemigos con una inundación arrolladora. Él perseguirá a sus enemigos en la oscuridad de la noche. ¿Por qué traman contra el SEÑOR? ¡Él los destruirá de un golpe; no necesitará golpear dos veces! Sus enemigos, enredados como espinos y tambaleantes como borrachos, serán quemados como hierba seca en el campo.