S. Marcos 9:23-29
S. Marcos 9:23-29 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Jesús dijo: —¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible. —¡Sí, creo! —exclamó de inmediato el padre del muchacho—. ¡Ayúdame en mi falta de fe! Al ver Jesús que se agolpaba mucha gente, reprendió al espíritu maligno. —Espíritu sordo y mudo —dijo—, te mando que salgas y que jamás vuelvas a entrar en él. El espíritu, dando un alarido y sacudiendo violentamente al muchacho, salió de él. Este quedó como muerto, tanto que muchos decían: «Ya se murió». Pero Jesús lo tomó de la mano y lo levantó, y el muchacho se puso de pie. Cuando Jesús entró en casa, sus discípulos le preguntaron en privado: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo? —Esta clase de demonios solo puede ser expulsada a fuerza de oración —respondió Jesús.
S. Marcos 9:23-29 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Jesús le preguntó: —¿Puedes confiar en Dios? Para el que confía en él, todo es posible. Enseguida el padre gritó: —Sí, confío en Dios. ¡Ayúdame a confiar más en él! Cuando Jesús vio que se estaba juntando mucha gente a su alrededor, reprendió al espíritu malo y le dijo: —Espíritu malvado, que impides hablar a este joven, ¡te ordeno que salgas y no vuelvas a entrar en él! El espíritu malo gritó, haciendo que el muchacho sufriera otro ataque. Luego salió y lo dejó como muerto. Mucha gente decía: «¡Está muerto!» Pero Jesús tomó al joven por la mano y lo ayudó a levantarse. Más tarde, cuando Jesús regresó a casa, los discípulos lo llevaron aparte y le preguntaron: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsar a ese espíritu? Jesús les contestó
S. Marcos 9:23-29 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Jesús le dijo: «¿Cómo que “si puedes”? Para quien cree, todo es posible.» Al instante, el padre del muchacho exclamó: «¡Creo! ¡Ayúdame en mi incredulidad!» Cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu impuro y le dijo: «Espíritu sordo y mudo, ¡yo te ordeno que salgas de este muchacho, y que nunca vuelvas a entrar en él!» El espíritu salió gritando y sacudiendo con violencia al muchacho, el cual se quedó como muerto. En efecto, muchos decían: «Está muerto.» Pero Jesús lo tomó de la mano, lo enderezó, y el muchacho se puso de pie. Cuando Jesús entró en la casa, sus discípulos le preguntaron a solas: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?» Jesús les respondió: «Estos demonios no salen sino con oración.»
S. Marcos 9:23-29 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Jesús le dijo: —¿Cómo que “si puedes”? ¡Todo es posible para el que cree! Entonces el padre del muchacho gritó: —Yo creo. ¡Ayúdame a creer más! Al ver Jesús que se estaba reuniendo mucha gente, reprendió al espíritu impuro, diciendo: —Espíritu mudo y sordo, yo te ordeno que salgas de este muchacho y que no vuelvas a entrar en él. El espíritu gritó, e hizo que le diera otro ataque al muchacho. Luego salió de él, dejándolo como muerto, de modo que muchos decían que, en efecto, estaba muerto. Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó; y el muchacho se puso de pie. Luego Jesús entró en una casa, y sus discípulos le preguntaron a solas: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsar ese espíritu? Y Jesús les contestó: —A esta clase de demonios solamente se la puede expulsar por medio de la oración.
S. Marcos 9:23-29 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad. Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto. Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó. Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera? Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.
S. Marcos 9:23-29 La Biblia de las Américas (LBLA)
Jesús le dijo: «¿Cómo si tú puedes?». Todas las cosas son posibles para el que cree. Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: Creo; ayúdame en mi incredulidad. Cuando Jesús vio que se agolpaba una multitud, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te ordeno: Sal de él y no vuelvas a entrar en él. Y después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, salió: y el muchacho quedó como muerto, tanto, que la mayoría de ellos decían: ¡Está muerto! Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en pie. Cuando entró Jesús en la casa, sus discípulos le preguntaban en privado: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? Y Él les dijo: Esta clase con nada puede salir, sino con oración.
S. Marcos 9:23-29 Nueva Traducción Viviente (NTV)
—¿Cómo que “si puedo”? —preguntó Jesús—. Todo es posible si uno cree. Al instante el padre clamó: —¡Sí, creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad! Cuando Jesús vio que aumentaba el número de espectadores, reprendió al espíritu maligno. «Escucha, espíritu que impides que este muchacho oiga y hable —dijo—. ¡Te ordeno que salgas de este muchacho y nunca más entres en él!». Entonces el espíritu gritó, le causó otra convulsión violenta al muchacho y salió de él. El muchacho quedó como muerto. Un murmullo recorrió la multitud: «Está muerto», decía la gente. Pero Jesús lo tomó de la mano, lo levantó, y el muchacho se puso de pie. Más tarde, cuando Jesús quedó a solas en la casa con sus discípulos, ellos le preguntaron: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsar ese espíritu maligno? Jesús contestó: —Esa clase solo puede ser expulsada con oración.