S. Marcos 16:11-20
S. Marcos 16:11-20 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Pero ellos, al oír que Jesús estaba vivo y que ella lo había visto, no lo creyeron. Después se apareció Jesús en otra forma a dos de ellos que iban de camino al campo. Estos volvieron y avisaron a los demás, pero no les creyeron a ellos tampoco. Por último, se apareció Jesús a los once mientras comían; los reprendió por su falta de fe y por su obstinación en no creerles a los que lo habían visto resucitado. Les dijo: —Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas noticias a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado. Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en nuevas lenguas, tomarán serpientes con sus manos y, cuando beban algo venenoso, no les hará daño alguno; pondrán las manos sobre los enfermos y estos recobrarán la salud. Después de hablar con ellos, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Los discípulos salieron y predicaron por todas partes, y el Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que la acompañaban.
S. Marcos 16:11-20 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Pero ellos no creyeron que Jesús estuviera vivo ni que María lo hubiera visto. Después Jesús se les apareció a dos discípulos que iban por el campo. Estos dos discípulos fueron y les avisaron a los demás, pero tampoco les creyeron. Luego, Jesús se les apareció a los once discípulos mientras ellos comían. Los reprendió por su falta de confianza y por su terquedad; ellos no habían creído a los que lo habían visto resucitado. Jesús les dijo: «Vayan por todos los países del mundo y anuncien las buenas noticias a todo el mundo. Los que crean en mí y se bauticen, serán salvos. Pero a los que no crean en mí, yo los voy a rechazar. Los que confíen en mí y usen mi nombre podrán hacer cosas maravillosas: Podrán expulsar demonios; podrán hablar idiomas nuevos y extraños; podrán agarrar serpientes o beber algo venenoso, y nada les pasará. Además, pondrán las manos sobre los enfermos y los sanarán.» Cuando el Señor Jesús terminó de hablar con sus discípulos, Dios lo subió al cielo. Allí, Jesús se sentó en el lugar de honor, al lado derecho de Dios. Y los discípulos, por su parte, salieron a anunciar por todas partes las buenas noticias del reino. El Señor Jesús los acompañaba y los ayudaba por medio de señales milagrosas, y así Dios demostraba que los discípulos predicaban el mensaje verdadero. Amén.
S. Marcos 16:11-20 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Al oír ellos que Jesús vivía y que ella lo había visto, no lo creyeron. Pero después Jesús se apareció, en otra forma, a dos de ellos que iban de camino al campo. Ellos fueron y se lo contaron a los otros; y ni aun a ellos les creyeron. Finalmente se apareció a los once mismos, mientras ellos estaban sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y obstinación, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado, se salvará; pero el que no crea, será condenado. Y estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán en sus manos serpientes, y si beben algo venenoso, no les hará daño. Además, pondrán sus manos sobre los enfermos, y estos sanarán.» Después de que el Señor Jesús habló con ellos, fue recibido en el alto cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos salieron entonces y predicaron por todas partes, y el Señor los ayudaba confirmando la palabra con las señales que la acompañaban. Amén.]
S. Marcos 16:11-20 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Estos, al oír que Jesús vivía y que ella lo había visto, no lo creyeron. Después de esto, Jesús se apareció en otra forma a dos de ellos que iban caminando hacia el campo. Estos fueron y avisaron a los demás; pero tampoco a ellos les creyeron. Más tarde, Jesús se apareció a los once discípulos, mientras ellos estaban sentados a la mesa. Los reprendió por su falta de fe y su terquedad, ya que no creyeron a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia. El que crea y sea bautizado, obtendrá la salvación; pero el que no crea, será condenado. Y estas señales acompañarán a los que creen: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes; y si beben algo venenoso, no les hará daño; además pondrán las manos sobre los enfermos, y estos sanarán.» Después de hablarles, el Señor Jesús fue levantado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos salieron a anunciar el mensaje por todas partes; y el Señor los ayudaba, y confirmaba el mensaje acompañándolo con señales milagrosas.]
S. Marcos 16:11-20 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron. Pero después apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo. Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos creyeron. Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.
S. Marcos 16:11-20 La Biblia de las Américas (LBLA)
Cuando ellos oyeron que Él estaba vivo y que ella le había visto, se negaron a creerlo. Después de esto, se apareció en forma distinta a dos de ellos cuando iban de camino al campo. Y estos fueron y se lo comunicaron a los demás, pero a ellos tampoco les creyeron. Después se apareció a los once mismos cuando estaban sentados a la mesa, y los reprendió por su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado. Y estas señalesacompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas; tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien. Entonces, el Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue recibido en el cielo y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos salieron y predicaron por todas partes, colaborando el Señor con ellos, y confirmando la palabra por medio de las señales que la seguían. Ellas comunicaron inmediatamente a Pedro y a sus compañeros todas estas instrucciones. Y después de esto, Jesús mismo envió por medio de ellos, desde el oriente hasta el occidente, el mensaje sacrosanto e incorruptible de la salvación eterna.
S. Marcos 16:11-20 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Sin embargo, cuando les dijo que Jesús estaba vivo y que lo había visto, ellos no le creyeron. Tiempo después, Jesús se apareció en otra forma a dos de sus seguidores que iban caminando desde Jerusalén hacia el campo. Ellos regresaron corriendo para contárselo a los demás, pero ninguno les creyó. Incluso más tarde, se apareció a los once discípulos mientras comían juntos. Los reprendió por su obstinada incredulidad, porque se habían negado a creer a los que lo habían visto después de que resucitó. Entonces les dijo: «Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que se niegue a creer, será condenado. Estas señales milagrosas acompañarán a los que creen: expulsarán demonios en mi nombre y hablarán nuevos idiomas. Podrán tomar serpientes en las manos sin que nada les pase y, si beben algo venenoso, no les hará daño. Pondrán sus manos sobre los enfermos, y ellos sanarán». Cuando el Señor Jesús terminó de hablar con ellos, fue levantado al cielo y se sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios. Y los discípulos fueron por todas partes y predicaron, y el Señor actuaba por medio de ellos confirmando con muchas señales milagrosas lo que decían.