S. Mateo 5:31-37
S. Mateo 5:31-37 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
»Se ha dicho: “El que se divorcia de su esposa debe darle un certificado de divorcio”. Pero yo digo que, excepto en caso de inmoralidad sexual, todo el que se divorcia de su esposa la induce a cometer adulterio y el que se casa con la divorciada comete adulterio. »También han oído que se dijo a sus antepasados: “No faltes a tu juramento, sino cumple con tus promesas al Señor”. Pero yo digo: No juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer que ni uno solo de tus cabellos se vuelva blanco o negro. Cuando ustedes digan “sí”, que sea realmente sí; y cuando digan “no”, que sea no. Cualquier otra cosa que digan más allá de esto proviene del maligno.
S. Mateo 5:31-37 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»También hace mucho tiempo Moisés dijo: “Si alguno ya no quiere vivir casado con su mujer, dele un certificado de divorcio”. Pero ahora yo les digo que el hombre sólo puede divorciarse si su esposa tiene relaciones sexuales con otro hombre. Si se divorcia de su esposa por otra razón, la pone en peligro de cometer ese mismo pecado. Si esa mujer vuelve a casarse, tanto ella como su nuevo esposo serán culpables de adulterio. »En ese mismo tiempo, Moisés también enseñó: “No usen el nombre de Dios para prometer lo que no van a cumplir”. Pero ahora yo les digo a ustedes que, cuando prometan algo, no hagan ningún juramento. No juren por el cielo, porque es el trono de Dios, ni juren por la tierra, porque Dios gobierna sobre ella. Tampoco juren por Jerusalén, pues esta ciudad pertenece a Dios, el gran Rey. Nunca juren por su vida, porque ustedes no son dueños de ella. Si van a hacer algo digan que sí, y si no lo van a hacer digan que no. Todo lo que digan de más viene del diablo.
S. Mateo 5:31-37 Reina Valera Contemporánea (RVC)
»También fue dicho: “Cualquiera que se divorcia de su mujer, debe darle un certificado de divorcio.” Pero yo les digo que el que se divorcia de su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere, y el que se casa con la divorciada, comete adulterio. »Ustedes han oído también que se dijo a los antiguos: “No perjurarás, sino que cumplirás tus juramentos al Señor.” Pero yo les digo: No juren en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies, ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. No jurarás ni por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello tuyo. Cuando ustedes digan algo, que sea “sí, sí”, o “no, no”; porque lo que es más de esto, proviene del mal.
S. Mateo 5:31-37 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
»También se dijo: “Cualquiera que se divorcia de su esposa, debe darle un certificado de divorcio.” Pero yo les digo que si un hombre se divorcia de su esposa, a no ser en el caso de una unión ilegal, la pone en peligro de cometer adulterio. Y el que se casa con una divorciada, comete adulterio. »También han oído ustedes que se dijo a los antepasados: “No dejes de cumplir lo que hayas ofrecido al Señor bajo juramento.” Pero yo les digo: simplemente, no juren. No juren por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni juren ustedes tampoco por su propia cabeza, porque no pueden hacer blanco o negro ni un solo cabello. Baste con decir claramente “sí” o “no”. Pues lo que se aparta de esto, es malo.
S. Mateo 5:31-37 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio. Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
S. Mateo 5:31-37 La Biblia de las Américas (LBLA)
También se dijo: «CUALQUIERA QUE REPUDIE A SU MUJER, QUE LE DE CARTA DE DIVORCIO». Pero yo os digo que todo el que se divorcia desu mujer, a no ser por causa de infidelidad, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una mujer divorciada, comete adulterio. También habéis oído que se dijo a los antepasados: «NO JURARáS FALSAMENTE, SINO QUE CUMPLIRáS TUS JURAMENTOS AL SEÑOR». Pero yo os digo: no juréis de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni porJerusalén, porque es LA CIUDAD DEL GRAN REY. Ni jurarás por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro ni un solo cabello. Antes bien, sea vuestro hablar: «Sí, sí» o «No, no»; y lo que es más de esto, procede del mal.
S. Mateo 5:31-37 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»Han oído la ley que dice: “Un hombre puede divorciarse de su esposa con solo darle por escrito un aviso de divorcio”. Pero yo digo que un hombre que se divorcia de su esposa, a menos que ella le haya sido infiel, hace que ella cometa adulterio; y el que se casa con una mujer divorciada también comete adulterio. »También han oído que a nuestros antepasados se les dijo: “No rompas tus juramentos; debes cumplir con los juramentos que le haces al SEÑOR”. Pero yo digo: ¡no hagas juramentos! No digas: “¡Por el cielo!”, porque el cielo es el trono de Dios. Y no digas: “¡Por la tierra!”, porque la tierra es donde descansa sus pies. Tampoco digas: “¡Por Jerusalén!”, porque Jerusalén es la ciudad del gran Rey. Ni siquiera digas: “¡Por mi cabeza!”, porque no puedes hacer que ninguno de tus cabellos se vuelva blanco o negro. Simplemente di: “Sí, lo haré” o “No, no lo haré”. Cualquier otra cosa proviene del maligno.