S. Mateo 22:23-33
S. Mateo 22:23-33 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Ese mismo día los saduceos, que dicen que no hay resurrección, se acercaron y le plantearon un problema: —Maestro, Moisés nos enseñó que si un hombre muere sin tener hijos, el hermano de ese hombre tiene que casarse con la viuda para que su hermano tenga descendencia. Pues bien, había entre nosotros siete hermanos. El primero se casó y murió y, como no tuvo hijos, dejó la esposa a su hermano. Lo mismo les pasó al segundo y al tercer hermano; fue así hasta llegar al séptimo. Por último, murió la mujer. Ahora bien, en la resurrección, ¿de cuál de los siete será esposa esta mujer, ya que todos estuvieron casados con ella? Jesús contestó: —Ustedes andan equivocados porque desconocen las Escrituras y el poder de Dios. En la resurrección, las personas no se casarán ni serán dadas en casamiento, sino que serán como los ángeles que están en el cielo. Pero en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído lo que Dios les dijo a ustedes: “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”? Él no es Dios de muertos, sino de vivos. Al oír esto, la gente quedó admirada de su enseñanza.
S. Mateo 22:23-33 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Ese mismo día, unos saduceos fueron a ver a Jesús. Los saduceos no creían que los muertos pueden volver a vivir, y por eso le preguntaron: —Maestro, Moisés escribió que, si un hombre muere sin tener hijos con su esposa, el hermano de ese hombre debe casarse con la viuda y tener hijos con ella. De acuerdo con la Ley, esos hijos le pertenecen al hermano muerto y llevan su nombre. »Pues bien, aquí vivieron una vez siete hermanos. El hermano mayor se casó, y tiempo más tarde murió sin tener hijos. Entonces el hermano que seguía se casó con la mujer que dejó el mayor, pero, tiempo después, también él murió sin tener hijos. Con el tercer hermano pasó lo mismo. Y así pasó con los siete hermanos. Finalmente, murió la mujer. »Ahora bien, cuando Dios haga que los muertos vuelvan a vivir, ¿de quién será esposa esta mujer, si estuvo casada con los siete? Jesús contestó: —Ustedes están equivocados. Ni saben lo que dice la Biblia, ni conocen el poder de Dios. Cuando Dios haga que los muertos vuelvan a vivir, nadie se va a casar, porque todos serán como los ángeles del cielo. Y en cuanto a si los muertos vuelven a vivir, ustedes pueden leer en la Biblia lo que Dios le dijo a Moisés: “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, tus antepasados”. Por tanto, Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para Dios todos ellos están vivos. Al oír las enseñanzas de Jesús, la gente que estaba allí se quedó asombrada.
S. Mateo 22:23-33 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Ese mismo día se le acercaron los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés dijo que si alguno muere sin tener hijos, su hermano debe casarse con la viuda, para que su hermano tenga descendencia. Ahora bien, entre nosotros se dio el caso de siete hermanos. El primero de ellos se casó y, como murió sin dejar descendencia, dejó su mujer al hermano que le seguía. Lo mismo sucedió con el segundo, y el tercero, hasta el séptimo. Al final, todos murieron, y también la mujer. Así que en la resurrección, ¿esposa de cuál de los siete será esta mujer, puesto que todos estuvieron casados con ella?» Jesús les respondió: «El error de ustedes es que no conocen las Escrituras ni el poder de Dios; porque en la resurrección, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino que serán como los ángeles de Dios en el cielo. Pero en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿acaso no han leído ustedes lo que Dios les dijo? Porque él dijo: “Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.” Así que Dios no es un Dios de muertos, sino de los que viven.» Cuando la gente escuchaba esto, se admiraba de su enseñanza.
S. Mateo 22:23-33 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Aquel mismo día, algunos saduceos fueron a ver a Jesús. Alegaban que no hay resurrección de los muertos, así que le presentaron este caso: —Maestro, Moisés dijo que si alguien muere sin dejar hijos, su hermano deberá tomar por esposa a la viuda, para darle hijos al hermano que murió. Pues bien, aquí, entre nosotros, había una vez siete hermanos. El primero se casó, y murió. Como no tuvo hijos, dejó su viuda al segundo hermano. Lo mismo le pasó al segundo, y después al tercero, y así hasta el séptimo hermano. Después de todos murió también la mujer. Pues bien, en la resurrección, ¿de cuál de los siete hermanos será esposa esta mujer, si todos estuvieron casados con ella? Jesús les contestó: —¡Qué equivocados están, por no conocer las Escrituras ni el poder de Dios! Cuando los muertos resuciten, los hombres y las mujeres no se casarán, pues serán como los ángeles que están en el cielo. Y en cuanto a que los muertos resucitan, ¿no han leído ustedes que Dios mismo dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”? ¡Y él no es Dios de muertos, sino de vivos! Al oír esto, la gente se quedó admirada de las enseñanzas de Jesús.
S. Mateo 22:23-33 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Aquel día vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron, diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y levantará descendencia a su hermano. Hubo, pues, entre nosotros siete hermanos; el primero se casó, y murió; y no teniendo descendencia, dejó su mujer a su hermano. De la misma manera también el segundo, y el tercero, hasta el séptimo. Y después de todos murió también la mujer. En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será ella mujer, ya que todos la tuvieron? Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios. Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo. Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Oyendo esto la gente, se admiraba de su doctrina.
S. Mateo 22:23-33 La Biblia de las Américas (LBLA)
Ese día se le acercaron algunos saduceos (los que dicen que no hay resurrección), y le preguntaron, diciendo: Maestro, Moisés dijo: «SI ALGUNO MUERE SIN TENER HIJOS, SU HERMANO, COMO PARIENTE MáS CERCANO, SE CASARá CON SU MUJER Y LEVANTARá DESCENDENCIA A SU HERMANO». Ahora bien, había entre nosotros siete hermanos; y el primero se casó, y murió; pero no teniendo descendencia, le dejó la mujer a su hermano; de igual manera también el segundo, y el tercero, hasta el séptimo. Y después de todos, murió la mujer. Por tanto, en la resurrección, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque todos ellos la tuvieron. Pero Jesús respondió y les dijo: Estáis equivocados por no comprenderlas Escrituras ni el poder de Dios. Porque en la resurrección, ni se casan ni son dados en matrimonio, sino que son como los ángeles de Diosen el cielo. Y en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo: «YO SOY EL DIOS DE ABRAHAM, Y EL DIOS DE ISAAC, Y EL DIOS DE JACOB»? Él no es Dios de muertos, sino de vivos. Al oír esto, las multitudes se admiraban de su enseñanza.
S. Mateo 22:23-33 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Ese mismo día, se acercaron a Jesús algunos saduceos, líderes religiosos que dicen que no hay resurrección después de la muerte. Le plantearon la siguiente pregunta: —Maestro, Moisés dijo: “Si un hombre muere sin haber tenido hijos, su hermano debe casarse con la viuda y darle un hijo para que el nombre del hermano continúe”. Ahora bien, supongamos que había siete hermanos. El mayor se casó y murió sin dejar hijos, entonces su hermano se casó con la viuda. El segundo hermano también murió, y el tercero se casó con ella. Lo mismo sucedió con los siete. Por último, la mujer también murió. Entonces dinos, ¿de quién será esposa en la resurrección? Pues los siete estuvieron casados con ella. Jesús contestó: —El error de ustedes es que no conocen las Escrituras y no conocen el poder de Dios. Pues cuando los muertos resuciten, no se casarán ni se entregarán en matrimonio. En este sentido, serán como los ángeles del cielo. »Ahora bien, en cuanto a si habrá una resurrección de los muertos, ¿nunca han leído acerca de esto en las Escrituras? Mucho después de que Abraham, Isaac y Jacob murieran, Dios dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”. Por lo tanto, él es Dios de los que están vivos, no de los muertos. Cuando las multitudes lo escucharon, quedaron atónitas ante su enseñanza.