S. Mateo 18:1-10
S. Mateo 18:1-10 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
En ese momento los discípulos se acercaron a Jesús y preguntaron: —¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos. Entonces dijo: —Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Por tanto, el que se humilla como este niño será el más grande en el reino de los cielos. »Y el que recibe en mi nombre a un niño como este me recibe a mí. Pero si alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una gran piedra de molino y lo hundieran en lo profundo del mar. »¡Ay del mundo por los tropiezos! Los tropiezos son inevitables, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! Si tu mano o tu pie te hace pecar, córtatelo y arrójalo. Más te vale entrar en la vida manco o cojo que ser arrojado al fuego eterno con tus dos manos y tus dos pies. Y si tu ojo te hace pecar, sácatelo y arrójalo. Más te vale entrar tuerto en la vida que con dos ojos ser arrojado al fuego del infierno. »Miren que no menosprecien a uno de estos pequeños. Porque les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial.
S. Mateo 18:1-11 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
En esa misma ocasión, los discípulos le preguntaron a Jesús: —¿Quién es el más importante en el reino de Dios? Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos, y les dijo: —Les aseguro que para entrar en el reino de Dios, ustedes tienen que cambiar su manera de vivir y ser como niños. Porque en el reino de Dios, las personas más importantes son humildes como este niño. Si alguien acepta a un niño como este, me acepta a mí. »Pero si alguien hace que uno de estos pequeños seguidores míos deje de confiar en mí, merece que le aten al cuello una piedra enorme y lo tiren al fondo del mar. »Muchas cosas en el mundo hacen que la gente desobedezca a Dios, y no hay manera de evitarlo. Pero ¡qué mal le irá a quien haga que otro desobedezca a Dios! »Si lo que haces con tu mano o con tu pie te hace desobedecer a Dios, mejor córtatelos y tíralos bien lejos. Es mejor vivir para siempre sin una mano o sin un pie, que ir al infierno con las dos manos y los dos pies. Si lo que ves con tu ojo te hace desobedecer a Dios, mejor sácatelo y tíralo lejos. Es mejor vivir para siempre con un solo ojo, que ser echado al infierno con los dos. »Recuerden: No desprecien a ninguno de estos pequeños, porque a ellos los cuidan los ángeles del cielo.
S. Mateo 18:1-10 Reina Valera Contemporánea (RVC)
En ese momento los discípulos se acercaron a Jesús, y le preguntaron: «¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?» Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: «De cierto les digo, que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humilla como este niño es el mayor en el reino de los cielos; y cualquiera que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí. »A cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino, y que lo hundieran en el fondo del mar. »¡Ay del mundo por los tropiezos! Es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel por quien viene el tropiezo! Por tanto, si tu mano o tu pie te llevan a pecar, córtatelos y deséchalos. Es mejor que entres en la vida cojo o manco, y no que tengas las dos manos o los dos pies y seas echado en el fuego eterno. Y si tu ojo te hace pecar, sácatelo y deséchalo. Es mejor que entres en la vida con un solo ojo, y no que tengas los dos ojos y seas echado en el infierno de fuego. »Tengan cuidado de no menospreciar a uno de estos pequeños, porque yo les digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.
S. Mateo 18:1-10 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
En aquella misma ocasión los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: —¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Jesús llamó entonces a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: —Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí. »A cualquiera que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que lo hundieran en lo profundo del mar con una gran piedra de molino atada al cuello. ¡Qué malo es para el mundo que haya tantas incitaciones al pecado! Tiene que haberlas, pero ¡ay del hombre que haga pecar a los demás! »Por eso, si tu mano o tu pie te hacen caer en pecado, córtatelos y échalos lejos de ti; es mejor que entres en la vida manco o cojo, y no que con tus dos manos y tus dos pies seas arrojado al fuego eterno. Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácatelo y échalo lejos de ti; es mejor que entres en la vida con un solo ojo, y no que con tus dos ojos seas arrojado al fuego del infierno. »No desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues les digo que en el cielo los ángeles de ellos están mirando siempre el rostro de mi Padre celestial.
S. Mateo 18:1-10 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los tropiezos!, porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo! Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno. Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego. Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.
S. Mateo 18:1-10 La Biblia de las Américas (LBLA)
En aquel momento se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién es, entonces, el mayor en el reino de los cielos? Y Él, llamando a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: En verdad os digo que si no os convertísy os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como esteen mi nombre, a mí me recibe. Pero al que haga tropezara uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por sus piedras de tropiezo! Porque es inevitable que vengan piedras de tropiezo; pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo! Y si tu mano o tu pie te es ocasión de pecar, córtatelo y échalo de ti; te es mejor entrar en la vida manco o cojo, que teniendo dos manos y dos pies, ser echado en el fuego eterno. Y si tu ojo te es ocasión de pecar, arráncatelo y échalo de ti. Te es mejor entrar en la vida con un solo ojo, que teniendo dos ojos, ser echado en el infiernode fuego. Mirad que no despreciéis a uno de estos pequeñitos, porque os digo que sus ángeles en los cielos contemplan siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.
S. Mateo 18:1-10 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Por ese tiempo, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: —¿Quién es el más importante en el reino del cielo? Jesús llamó a un niño pequeño y lo puso en medio de ellos. Entonces dijo: —Les digo la verdad, a menos que se aparten de sus pecados y se vuelvan como niños, nunca entrarán en el reino del cielo. Así que el que se vuelva tan humilde como este pequeño es el más importante en el reino del cielo. »Todo el que recibe de mi parte a un niño pequeño como este, me recibe a mí; pero si hacen que uno de estos pequeños que confía en mí caiga en pecado, sería mejor para ustedes que se aten una gran piedra de molino alrededor del cuello y se ahoguen en las profundidades del mar. »¡Qué aflicción le espera al mundo, porque tienta a la gente a pecar! Las tentaciones son inevitables, ¡pero qué aflicción le espera al que provoca la tentación! Por lo tanto, si tu mano o tu pie te hace pecar, córtatelo y tíralo. Es preferible entrar en la vida eterna con una sola mano o un solo pie que ser arrojado al fuego eterno con las dos manos y los dos pies. Y si tu ojo te hace pecar, sácatelo y tíralo. Es preferible entrar en la vida eterna con un solo ojo que tener los dos ojos y ser arrojado al fuego del infierno. »Cuidado con despreciar a cualquiera de estos pequeños. Les digo que, en el cielo, sus ángeles siempre están en la presencia de mi Padre celestial.