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S. Mateo 16:1-12

S. Mateo 16:1-12 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Algunos de los fariseos y de los saduceos se acercaron a Jesús para ponerle una trampa, y le dijeron: —Queremos que hagas un milagro que pruebe que Dios te ha enviado. Pero Jesús les dijo: —Cuando ustedes miran el cielo por la tarde, y está rojo, dicen: “¡Va a hacer buen tiempo!” Pero si en la mañana el cielo está rojo y nublado, dicen: “¡Hoy va a hacer mal tiempo!” Ustedes entienden muy bien las señales en el cielo acerca del tiempo. ¿Por qué, entonces, no entienden que lo que ahora hago es una señal de Dios? Ustedes piden una señal porque son malos y no quieren creer. Pero la única señal que les daré será lo que le pasó al profeta Jonás. Dicho esto, Jesús los dejó y se fue. Jesús y sus discípulos cruzaron al otro lado del Lago de Galilea. Pero los discípulos se olvidaron de llevar pan. Y Jesús les dijo: —Miren, tengan cuidado con la levadura de los fariseos y de los saduceos. Los discípulos comenzaron a hablar entre ellos, y decían: «Seguramente Jesús dijo eso porque no trajimos pan». Jesús se dio cuenta de lo que hablaban, y les dijo: —¡Qué poco confían en Dios! ¿Por qué se preocupan por no tener pan? Entiendan bien lo que les quiero decir; ¿o ya se olvidaron de aquella vez, cuando alimenté a cinco mil hombres con cinco panes nada más? ¿Ya se olvidaron de las canastas que llenaron con los pedazos que sobraron? ¿Ya no recuerdan que también alimenté a otros cuatro mil con solo siete panes, y que ustedes llenaron muchas canastas? ¿No entienden que yo no estaba hablando de pan? ¡Cuídense de la levadura de los fariseos y de los saduceos! Entonces los discípulos entendieron que Jesús no estaba hablando de la levadura que se pone en la masa del pan, sino de las malas enseñanzas de los fariseos y de los saduceos.

S. Mateo 16:1-12 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

Los fariseos y los saduceos fueron a ver a Jesús y, para tenderle una trampa, le pidieron que hiciera alguna señal milagrosa que probara que él venía de parte de Dios. Pero Jesús les contestó: «Por la tarde dicen ustedes: “Va a hacer buen tiempo, porque el cielo está rojo”; y por la mañana dicen: “Hoy va a hacer mal tiempo, porque el cielo está rojo y nublado.” Pues si ustedes saben interpretar tan bien el aspecto del cielo, ¿cómo es que no saben interpretar las señales de estos tiempos? Esta gente malvada e infiel pide una señal milagrosa; pero no va a dársele más señal que la de Jonás.» Y los dejó, y se fue. Cuando los discípulos pasaron al otro lado del lago, se olvidaron de llevar pan. Entonces Jesús les dijo: —Miren, cuídense de la levadura de los fariseos y de los saduceos. Los discípulos comentaban unos con otros: —¡No trajimos pan! Jesús se dio cuenta, y les dijo: —¿Por qué dicen que no tienen pan? ¡Qué poca fe tienen ustedes! ¿Todavía no entienden, ni se acuerdan de los cinco panes que repartí entre cinco mil hombres, y cuántas canastas recogieron? ¿Ni se acuerdan tampoco de los siete panes que repartí entre cuatro mil, y cuántas canastas recogieron? ¿Cómo no se dan cuenta ustedes de que yo no estaba hablando del pan? Cuídense de la levadura de los fariseos y de los saduceos. Entonces comprendieron que Jesús no les había dicho que se cuidaran de la levadura del pan, sino de la enseñanza de los fariseos y de los saduceos.

S. Mateo 16:1-12 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Cierto día, los fariseos y saduceos se acercaron a Jesús para ponerlo a prueba, exigiéndole que les mostrara una señal milagrosa del cielo para demostrar su autoridad. Él respondió: «Ustedes conocen el dicho: “Si el cielo está rojo por la noche, mañana habrá buen clima; si el cielo está rojo por la mañana, habrá mal clima todo el día”. Saben interpretar las señales del clima en los cielos, pero no saben interpretar las señales de los tiempos. Solo una generación malvada y adúltera reclamaría una señal milagrosa, pero la única señal que les daré es la del profeta Jonás». Luego Jesús los dejó y se fue. Más tarde, cuando ya habían cruzado al otro lado del lago, los discípulos descubrieron que se habían olvidado de llevar pan. «¡Atención! —les advirtió Jesús—. Tengan cuidado con la levadura de los fariseos y con la de los saduceos». Al oír esto, comenzaron a discutir entre sí pues no habían traído nada de pan. Jesús supo lo que hablaban, así que les dijo: «¡Tienen tan poca fe! ¿Por qué discuten los unos con los otros por no tener pan? ¿Todavía no entienden? ¿No recuerdan los cinco mil que alimenté con cinco panes y las canastas con sobras que recogieron? ¿Ni los cuatro mil que alimenté con siete panes ni las grandes canastas con sobras que recogieron? ¿Por qué no pueden entender que no hablo de pan? Una vez más les digo: “Tengan cuidado con la levadura de los fariseos y de los saduceos”». Entonces, al fin, comprendieron que no les hablaba de la levadura del pan, sino de las enseñanzas engañosas de los fariseos y de los saduceos.