S. Lucas 22:63-71
S. Lucas 22:63-71 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Los hombres que vigilaban a Jesús comenzaron a burlarse de él y a golpearlo. Vendaron sus ojos y le preguntaban: —¡Profetiza! ¿Quién te pegó? Y le lanzaban muchos otros insultos. Al amanecer, se reunieron los líderes religiosos del pueblo, tanto los jefes de los sacerdotes como los maestros de la Ley, e hicieron comparecer a Jesús ante el Consejo. —Si eres el Cristo, dínoslo —le exigieron. Jesús contestó: —Si se lo dijera a ustedes, no me lo creerían y, si les hiciera preguntas, no me contestarían. Pero de ahora en adelante el Hijo del hombre estará sentado a la derecha del Dios Todopoderoso. —¿Eres tú, entonces, el Hijo de Dios? —preguntaron a una voz. Y él les dijo: —Ustedes mismos lo dicen. —¿Para qué necesitamos más testimonios? —resolvieron—. Acabamos de oírlo de sus propios labios.
S. Lucas 22:63-71 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Los guardias que vigilaban a Jesús se burlaban de él; le tapaban los ojos, le pegaban, y luego le decían: «¡Profeta, adivina quién te pegó!» Luego, lo insultaron diciéndole muchas otras cosas. Cuando amaneció, los líderes del pueblo, los sacerdotes principales y los maestros de la Ley se reunieron y llevaron a Jesús ante la Junta Suprema. Allí le preguntaron: —Dinos, ¿eres tú el Mesías? Él les contestó: —Si les dijera que sí, ustedes no me creerían. Si les hiciera una pregunta, ustedes no me contestarían. Pero de ahora en adelante yo, el Hijo del hombre, tendré el poder y la autoridad que me da Dios todopoderoso. Entonces todos le preguntaron: —¿Así que tú eres el Hijo de Dios? Jesús les dijo: —Ustedes mismos lo han dicho. Ellos dijeron
S. Lucas 22:63-71 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y lo golpeaban. También le vendaron los ojos, le golpearon el rostro, y le decían: «Profetiza, ¿quién es el que te golpeó?» Y lo insultaban y le decían muchas otras cosas. Cuando se hizo de día, se juntaron los ancianos del pueblo, los principales sacerdotes y los escribas, y llevaron a Jesús ante el tribunal y le preguntaron: «¿Eres tú el Cristo? ¡Responde!» Él les dijo: «Si les dijera que sí, no me lo creerían. Y si les hiciera preguntas, no me responderían ni me soltarían. Pero a partir de este momento el Hijo del Hombre se sentará a la derecha del poder de Dios.» Todos dijeron: «¿Así que tú eres el Hijo de Dios?» Él les respondió: «Ustedes dicen que lo soy.» Entonces ellos dijeron: «¿Qué más pruebas necesitamos? ¡Nosotros mismos las hemos oído de sus propios labios!»
S. Lucas 22:63-71 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Los hombres que estaban vigilando a Jesús se burlaban de él y lo golpeaban. Le taparon los ojos, y le preguntaban: —¡Adivina quién te pegó! Y lo insultaban diciéndole otras muchas cosas. Cuando se hizo de día, se reunieron los ancianos de los judíos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley, y llevaron a Jesús ante la Junta Suprema. Allí le preguntaron: —Dinos, ¿eres tú el Mesías? Él les contestó: —Si les digo que sí, no me van a creer. Y si les hago preguntas, no me van a contestar. Pero desde ahora el Hijo del hombre estará sentado a la derecha del Dios todopoderoso. Luego todos le preguntaron: —¿Así que tú eres el Hijo de Dios? Jesús les contestó: —Ustedes mismos han dicho que lo soy. Entonces ellos dijeron: —¿Qué necesidad tenemos de más testigos? Nosotros mismos lo hemos oído de sus propios labios.
S. Lucas 22:63-71 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban; y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te golpeó? Y decían otras muchas cosas injuriándole. Cuando era de día, se juntaron los ancianos del pueblo, los principales sacerdotes y los escribas, y le trajeron al concilio, diciendo: ¿Eres tú el Cristo? Dínoslo. Y les dijo: Si os lo dijere, no creeréis; y también si os preguntare, no me responderéis, ni me soltaréis. Pero desde ahora el Hijo del Hombre se sentará a la diestra del poder de Dios. Dijeron todos: ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? Y él les dijo: Vosotros decís que lo soy. Entonces ellos dijeron: ¿Qué más testimonio necesitamos? porque nosotros mismos lo hemos oído de su boca.
S. Lucas 22:63-71 La Biblia de las Américas (LBLA)
Los hombres que tenían a Jesús bajo custodia, se burlaban de Él y le golpeaban; y vendándole los ojos, le preguntaban, diciendo: Adivina, ¿quién es el que te ha golpeado? También decían muchas otras cosas contra Él, blasfemando. Cuando se hizo de día, se reunió el concilio de los ancianos del pueblo, tanto los principales sacerdotes como los escribas, y llevaron a Jesús ante su concilio, diciendo: Si tú eres el Cristo, dínoslo. Pero Él les dijo: Si os lo digo, no creeréis; y si os pregunto, no responderéis. Pero de ahora en adelante, EL HIJO DEL HOMBRE ESTARá SENTADO A LA DIESTRA del poder DE DIOS. Dijeron todos: Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios? Y Él les respondió: Vosotros decís que yo soy. Y ellos dijeron: ¿Qué necesidad tenemos ya de testimonio? Pues nosotros mismos lo hemos oído de su propia boca.
S. Lucas 22:63-71 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Los guardias que estaban a cargo de Jesús comenzaron a burlarse de él y a golpearlo. Le vendaron los ojos y le decían: «¡Profetízanos! ¿Quién te golpeó esta vez?». Y le lanzaban todo tipo de insultos. Al amanecer, todos los ancianos del pueblo se reunieron, incluidos los principales sacerdotes y los maestros de la ley religiosa. Llevaron a Jesús ante el Concilio Supremo y le dijeron: —Dinos, ¿eres tú el Mesías? Él les respondió: —Si lo dijera, no me creerían; y si yo les hiciera una pregunta, ustedes no me la contestarían. Sin embargo, desde ahora, el Hijo del Hombre estará sentado en el lugar de poder, a la derecha de Dios. Todos gritaron: —¿Entonces afirmas que eres el Hijo de Dios? Y él contestó: —Ustedes dicen que lo soy. «¿Para qué necesitamos otros testigos? —dijeron—. Nosotros mismos lo oímos decirlo».