S. Lucas 22:49-51
S. Lucas 22:49-51 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Los discípulos que lo rodeaban, al darse cuenta de lo que pasaba, dijeron: —Señor, ¿atacamos con la espada? Y uno de ellos hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. —¡Déjenlos! —ordenó Jesús. Entonces tocó la oreja al hombre y lo sanó.
S. Lucas 22:49-51 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Cuando los discípulos vieron lo que iba a pasar, le dijeron a Jesús: —Señor, ¿los atacamos con la espada? Entonces uno de ellos sacó su espada y le cortó una oreja al sirviente del jefe de los sacerdotes. Pero Jesús dijo
S. Lucas 22:49-51 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Cuando los que estaban con él se dieron cuenta de lo que pasaba, le dijeron: «Señor, ¿echamos mano a la espada?» Uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Pero Jesús les dijo: «¡Basta! ¡Déjenlos!» Tocó entonces la oreja de aquel hombre, y lo sanó.
S. Lucas 22:49-51 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Los que estaban con Jesús, al ver lo que pasaba, le preguntaron: —Señor, ¿atacamos con espada? Y uno de ellos hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. Jesús dijo: —Déjenlos; ya basta. Y le tocó la oreja al criado, y lo sanó.
S. Lucas 22:49-51 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Viendo los que estaban con él lo que había de acontecer, le dijeron: Señor, ¿heriremos a espada? Y uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Basta ya; dejad. Y tocando su oreja, le sanó.
S. Lucas 22:49-51 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y cuando los que rodeaban a Jesús vieron lo que iba a suceder, dijeron: Señor, ¿heriremos a espada? Y uno de ellos hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. Respondiendo Jesús, dijo: ¡Deteneos! Basta de esto. Y tocando la oreja al siervo, lo sanó.
S. Lucas 22:49-51 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Cuando los otros discípulos vieron lo que estaba por suceder, exclamaron: «Señor, ¿peleamos? ¡Trajimos las espadas!». Y uno de ellos hirió al esclavo del sumo sacerdote cortándole la oreja derecha. Pero Jesús dijo: «Basta». Y tocó la oreja del hombre y lo sanó.