S. Lucas 21:27-37
S. Lucas 21:27-37 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Verán entonces al Hijo del hombre venir en una nube con poder y gran gloria. Cuando comiencen a suceder estas cosas, cobren ánimo y levanten la cabeza, porque se acerca su redención. Jesús también propuso esta comparación: —Fíjense en la higuera y en los demás árboles. Cuando brotan las hojas, ustedes pueden verlo con sus propios ojos y saber que el verano está cerca. Igualmente, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el reino de Dios está cerca. Les aseguro que no pasará esta generación hasta que todas estas cosas sucedan. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán. »Tengan cuidado, no sea que se les endurezca el corazón por el vicio, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida. De otra manera, aquel día caerá de improviso sobre ustedes, pues vendrá como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Manténganse despiertos y oren para que puedan escapar de todo lo que está por suceder, y presentarse delante del Hijo del hombre. De día Jesús enseñaba en el Templo, pero salía a pasar la noche en el monte llamado de los Olivos
S. Lucas 21:27-37 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Esas cosas serán una señal de que estoy por volver al mundo. Porque entonces me verán a mí, el Hijo del hombre, venir en las nubes con mucho poder y gloria. Cuando suceda todo eso, estén atentos, porque Dios los salvará pronto. Jesús también les puso este ejemplo: «Aprendan la enseñanza que les da la higuera, o cualquier otro árbol. Cuando a un árbol le salen hojas nuevas, ustedes saben que ya se acerca el verano. Del mismo modo, cuando vean que sucede todo lo que yo les he dicho, sepan que el reino de Dios pronto comenzará. Les aseguro que todo esto sucederá antes de que mueran algunos de los que ahora están vivos. El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras permanecerán para siempre. »¡Tengan cuidado! No pasen el tiempo pensando en banquetes y borracheras, ni en las muchas cosas que esta vida les ofrece. Porque el fin del mundo podría sorprenderlos en cualquier momento, y ustedes serán como un animal que, de pronto, se ve atrapado en una trampa. Por eso, estén siempre alerta. Oren en todo momento, para que puedan escapar de todas las cosas terribles que van a suceder. Así podrán estar conmigo, el Hijo del hombre.» Jesús enseñaba en el templo todos los días, y por las noches iba al Monte de los Olivos.
S. Lucas 21:27-37 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Entonces verán al Hijo del Hombre venir en una nube, con poder y gran gloria. Cuando esto comience a suceder, anímense y levanten la cabeza, porque su redención estará cerca.» También les contó una parábola: «Fíjense en la higuera y en todos los árboles. Cuando ustedes ven que brotan sus hojas, pueden saber que ya se acerca el verano. De la misma manera, cuando ustedes vean que todo esto sucede, podrán saber que ya se acerca el reino de Dios. De cierto les digo, que todo esto sucederá antes de que pase esta generación. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. »Pero tengan cuidado de que su corazón no se recargue de glotonería y embriaguez, ni de las preocupaciones de esta vida, para que aquel día no les sobrevenga de repente. Porque caerá como un lazo sobre todos los que habitan la faz de la tierra. Por lo tanto, manténganse siempre atentos, y oren para que sean considerados dignos de escapar de todo lo que habrá de suceder, y de presentarse ante el Hijo del Hombre.» De día, Jesús enseñaba en el templo; de noche, se quedaba en el monte llamado de los Olivos.
S. Lucas 21:27-37 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Entonces se verá al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y gloria. Cuando comiencen a suceder estas cosas, anímense y levanten la cabeza, porque muy pronto serán libertados. También les puso esta comparación: —Fíjense en la higuera, o en cualquier otro árbol. Cuando ven que brotan las hojas, se dan cuenta ustedes de que ya está cerca el verano. De la misma manera, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el reino de Dios ya está cerca. »Les aseguro que todo esto sucederá antes que muera la gente de este tiempo. El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras no dejarán de cumplirse. »Tengan cuidado y no dejen que sus corazones se hagan insensibles por los vicios, las borracheras y las preocupaciones de esta vida, para que aquel día no caiga de pronto sobre ustedes como una trampa. Porque vendrá sobre todos los habitantes de la tierra. Estén ustedes preparados, orando en todo tiempo, para que puedan escapar de todas estas cosas que van a suceder y para que puedan presentarse delante del Hijo del hombre.» Jesús enseñaba de día en el templo, y de noche se quedaba en el monte que se llama de los Olivos.
S. Lucas 21:27-37 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. También les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre. Y enseñaba de día en el templo; y de noche, saliendo, se estaba en el monte que se llama de los Olivos.
S. Lucas 21:27-37 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y entonces verán AL HIJO DEL HOMBRE QUE VIENE EN UNA NUBE con poder y gran gloria. Cuando estas cosas empiecen a suceder, erguíosy levantad la cabeza, porque se acerca vuestra redención. Y les refirió una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan las hojas, al verlo, sabéis por vosotros mismos que el verano ya está cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que el reino de Dios está cerca. En verdad os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán. Estad alerta, no sea que vuestro corazón se cargue con disipación y embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel día venga súbitamente sobre vosotros como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Mas velad en todo tiempo, orando para que tengáis fuerza para escapar de todas estas cosas que están por suceder, y podáis estar en pie delante del Hijo del Hombre. Durante el día enseñaba en el templo, pero al oscurecer salía y pasaba la noche en el monte llamado de los Olivos.
S. Lucas 21:27-37 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Entonces todos verán al Hijo del Hombre venir en una nube con poder y gran gloria. Por lo tanto, cuando todas estas cosas comiencen a suceder, pónganse de pie y levanten la mirada, ¡porque la salvación está cerca! Luego les dio la siguiente ilustración: —Fíjense en la higuera o en cualquier otro árbol. Cuando brotan las hojas, sin que nadie les diga ustedes saben que el verano se acerca. De la misma manera, cuando vean que suceden todas estas cosas, sabrán que el reino de Dios está cerca. Les digo la verdad, no pasará esta generación hasta que hayan sucedido todas estas cosas. El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás. »¡Tengan cuidado! No dejen que su corazón se entorpezca con parrandas y borracheras, ni por las preocupaciones de esta vida. No dejen que ese día los agarre desprevenidos, como una trampa. Pues ese día vendrá sobre cada ser viviente de la tierra. Manténganse siempre alerta. Y oren para que sean suficientemente fuertes para escapar de los horrores que vendrán y para presentarse delante del Hijo del Hombre. Cada día Jesús iba al templo a enseñar y cada tarde regresaba a pasar la noche en el monte de los Olivos.