S. Lucas 2:22-23
S. Lucas 2:22-23 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Así mismo, cuando se cumplió el tiempo en que, según la Ley de Moisés, ellos debían purificarse, José y María llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor. Así cumplieron con lo que en la Ley del Señor está escrito: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor».
S. Lucas 2:22-23 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Cuarenta días después de que Jesús nació, sus padres lo llevaron al templo de Jerusalén para presentarlo delante de Dios. Así lo ordenaba la ley que dio Moisés: «Cuando el primer niño que nace es un varón, hay que dedicárselo a Dios.»
S. Lucas 2:22-23 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Y cuando se cumplieron los días para que, según la ley de Moisés, ellos fueran purificados, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo ante el Señor y cumplir con lo que está escrito en la ley del Señor: «Todo primer hijo varón será consagrado al Señor»
S. Lucas 2:22-23 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse según la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentárselo al Señor. Lo hicieron así porque en la ley del Señor está escrito: «Todo primer hijo varón será consagrado al Señor.»
S. Lucas 2:22-23 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor)
S. Lucas 2:22-23 La Biblia de las Américas (LBLA)
Cuando se cumplieron los días para la purificación de ellos, según la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito en la Ley del Señor: TODO VARóN QUE ABRA LA MATRIZ SERá LLAMADO SANTO PARA EL SEÑOR)
S. Lucas 2:22-23 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Luego llegó el tiempo para la ofrenda de purificación, como exigía la ley de Moisés después del nacimiento de un niño; así que sus padres lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor. La ley del Señor dice: «Si el primer hijo de una mujer es varón, habrá que dedicarlo al SEÑOR».