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S. Lucas 17:22-35

S. Lucas 17:22-35 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

A sus discípulos les dijo: —Llegará el tiempo en que ustedes anhelarán vivir siquiera uno de los días del Hijo del hombre, pero no podrán. Les dirán: “¡Mírenlo allá! ¡Mírenlo acá!”. No vayan; no los sigan. Porque en su día el Hijo del hombre será como el relámpago que destella e ilumina el cielo de un extremo al otro. Pero antes él tiene que sufrir muchas cosas y ser rechazado por esta generación. »Tal como sucedió en tiempos de Noé, así también será cuando venga el Hijo del hombre. Comían, bebían, se casaban y daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y los destruyó a todos. »Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, sembraban y edificaban. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre y acabó con todos. »Así será el día en que se manifieste el Hijo del hombre. En aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas dentro de la casa, que no baje a buscarlas. Así mismo el que esté en el campo, que no regrese por lo que haya dejado atrás. ¡Acuérdense de la esposa de Lot! El que procure conservar su vida la perderá; y el que la pierda la conservará. Les digo que en aquella noche estarán dos personas en una misma cama: una será llevada y la otra será dejada. Dos mujeres estarán moliendo juntas: una será llevada y la otra será dejada».

S. Lucas 17:22-36 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Luego, Jesús les dijo a sus discípulos: «Llegará el día en que ustedes van a querer ver, por lo menos un momento, cuando yo, el Hijo del hombre, me presente con todo mi poder y gloria. Algunos les dirán: “¡Allí está!” o “¡Aquí está!”, pero no vayan. Cuando yo, el Hijo del hombre, regrese, todos me verán. Será como un relámpago que alumbra todo el cielo. Pero primero tendré que sufrir cosas terribles, y la gente de este tiempo me rechazará. »Cuando yo, el Hijo del hombre, regrese, la gente estará viviendo como en los tiempos de Noé. Antes de que Dios inundara toda la tierra con agua, la gente comía, se divertía y se casaba. Después Noé entró en la casa flotante, y cuando vino la inundación toda esa gente murió. Lo mismo pasó en los tiempos de Lot. En la ciudad de Sodoma, la gente comía y se divertía, compraba y vendía, sembraba y construía casas. Pero cuando Lot salió de la ciudad, cayó fuego y azufre desde el cielo, y toda esa gente murió. »Algo así pasará cuando yo, el Hijo del hombre, vuelva otra vez. Si en ese momento alguien está en la azotea de su casa, que no baje a sacar sus pertenencias. El que esté trabajando en el campo, que no regrese a su casa. Recuerden que, por mirar hacia atrás, la esposa de Lot se convirtió en estatua de sal. Los que quieran salvar su vida, la perderán. Pero los que la pierdan, se salvarán. »La noche en que yo regrese, si hay dos personas durmiendo en una cama, me llevaré a una y dejaré a la otra. De igual manera, si dos mujeres estuvieran moliendo trigo, me llevaré a una y dejaré a la otra.»

S. Lucas 17:22-35 Reina Valera Contemporánea (RVC)

A sus discípulos les dijo: «Llegará el tiempo cuando ustedes querrán ver siquiera uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo verán. Les dirán: “Está aquí”, o “está allí”, pero no vayan ni los sigan. Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece de un extremo del cielo hasta el otro, así también será el día del Hijo del Hombre. Pero primero es necesario que padezca mucho, y que sea desechado por esta generación. Tal y como sucedió en los días de Noé, así también sucederá en los días del Hijo del Hombre. La gente comía y bebía, y se casaba y se daba en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces vino el diluvio y los destruyó a todos. Lo mismo sucedió en los días de Lot: la gente comía y bebía, compraba y vendía, plantaba y edificaba casas; pero cuando Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste. En aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus bienes en su casa, que no baje a tomarlos; y el que esté en el campo, que no regrese a su casa. ¡Acuérdense de la mujer de Lot! Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará. Yo les digo que esa noche, si dos están en una cama, uno de ellos será tomado, y el otro será dejado. Si dos mujeres están moliendo juntas, una de ellas será tomada, y la otra será dejada.

S. Lucas 17:22-35 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Entonces dijo a sus discípulos: «Se acerca el tiempo en que desearán ver el día que el Hijo del Hombre regrese, pero no lo verán. Algunos les dirán: “Miren, allí está el Hijo del Hombre” o “Aquí está”, pero no los sigan. Pues, así como el relámpago destella e ilumina el cielo de un extremo a otro, así será el día cuando venga el Hijo del Hombre. Pero primero el Hijo del Hombre tiene que sufrir terriblemente y ser rechazado por esta generación. »Cuando el Hijo del Hombre regrese, será como en los días de Noé. En esos días, la gente disfrutaba de banquetes, fiestas y casamientos, hasta el momento en que Noé entró en su barco y llegó el diluvio y los destruyó a todos. »El mundo será como en los días de Lot, cuando las personas se ocupaban de sus quehaceres diarios —comían y bebían, compraban y vendían, cultivaban y edificaban— hasta la mañana en que Lot salió de Sodoma. Entonces llovió del cielo fuego y azufre ardiente, y destruyó a todos. Sí, será “todo como siempre” hasta el día en que se manifieste el Hijo del Hombre. Ese día, la persona que esté en la azotea no baje a la casa para empacar. La persona que esté en el campo no regrese a su casa. ¡Recuerden lo que le pasó a la esposa de Lot! Si se aferran a su vida, la perderán; pero si dejan de aferrarse a su vida, la salvarán. Esa noche, dos personas estarán durmiendo en una misma cama; una será llevada y la otra, dejada. Dos mujeres estarán moliendo harina juntas en un molino; una será llevada, la otra será dejada».