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Levítico 7:1-27

Levítico 7:1-27 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

»Esta es la ley respecto al sacrificio por la culpa, el cual es sumamente sagrado: La víctima deberá ser degollada en el mismo lugar donde se degüellan los animales para el holocausto, y su sangre será derramada alrededor del altar. Luego se ofrecerá toda su grasa: la cola, la grasa que recubre los intestinos, los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que recubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones. El sacerdote quemará todo esto en el altar como ofrenda puesta al fuego ante el SEÑOR. Es un sacrificio por la culpa. Todo varón entre los sacerdotes podrá comer del sacrificio, pero deberá comerlo en un lugar santo. Es algo sumamente sagrado. »La misma ley se aplica tanto al sacrificio por el perdón como al sacrificio por la culpa: El animal pertenecerá al sacerdote que lo sacrifique para pedir perdón de pecados. La piel de la víctima del holocausto también será para el sacerdote que la ofrezca. Así mismo, toda ofrenda de cereal cocida al horno, a la olla o a la sartén, será del sacerdote que la ofrezca. Toda ofrenda de cereal, ya sea amasada con aceite o seca, pertenecerá a todos los hijos de Aarón por partes iguales. »Esta es la ley respecto al sacrificio de comunión que se ofrece al SEÑOR: »Si se ofrece en acción de gracias, entonces se ofrecerán también panes sin levadura amasados con aceite, hojuelas sin levadura untadas con aceite o panes de harina refinada amasados con aceite. Junto con el sacrificio de comunión en acción de gracias, se deberá presentar una ofrenda de pan con levadura. De toda ofrenda deberá presentarse una parte como contribución al SEÑOR y se destinará al sacerdote a quien corresponda derramar la sangre del sacrificio de comunión. La carne de este sacrificio deberá comerse el día en que se ofrezca, sin dejar nada para el día siguiente. »Si el sacrificio tiene que ver con una promesa o se trata de una ofrenda voluntaria, no solo se comerá en el día que se ofrezca el sacrificio, sino que podrá comerse el resto al día siguiente. Pero toda la carne que quede hasta el tercer día se quemará en el fuego. Si alguna carne del sacrificio de comunión llega a comerse al tercer día, tal sacrificio no será aceptado ni se tomará en cuenta, porque la carne ya está impura. El que la coma sufrirá las consecuencias de su pecado. »No deberá comerse la carne que haya tocado alguna cosa ritualmente impura, sino que se quemará en el fuego. En cuanto a otra carne, toda persona pura podrá comerla. Si una persona impura come la carne ofrecida al SEÑOR en el sacrificio de comunión, será eliminada de su pueblo. Si alguien toca cualquier clase de impureza humana o de animal, o de algo detestable y luego come la carne ofrecida al SEÑOR en el sacrificio de comunión, será eliminado de su pueblo». El SEÑOR ordenó a Moisés que dijera a los israelitas: «Ustedes no comerán grasa de ganado vacuno, ovino o cabrío. La grasa de un animal muerto o despedazado podrá usarse con cualquier otro fin, menos para comerla. Todo el que coma grasa de animales presentados como ofrenda puesta al fuego ante el SEÑOR será eliminado de su pueblo. Vivan donde vivan, ustedes no comerán grasa ni sangre alguna, sea de ave o de otro animal. Todo el que coma cualquier clase de sangre será eliminado de su pueblo».

Levítico 7:1-27 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

»La ofrenda para hacer las paces conmigo es muy especial. Por lo tanto, el animal que me ofrezcan se matará a la entrada del santuario, y su sangre será derramada sobre los cuatro costados del altar. »El sacerdote quemará sobre el altar la cola, los intestinos, los riñones, parte del hígado, y la grasa que recubre todo eso, junto con la grasa de los lomos. »De esta ofrenda solo podrán comer los sacerdotes. Se trata de una ofrenda que se presenta en mi honor, así que deberán comerla en el lugar especialmente apartado para eso. »En cuanto a las ofrendas para hacer las paces conmigo y pedirme perdón, solo tengo una instrucción: Una parte del animal que se quema en mi honor, y su piel, será para el sacerdote que haga la ofrenda sobre el altar. También serán para el sacerdote las ofrendas horneadas, cocidas o fritas. Cualquier otra ofrenda de cereales, ya sea que se remoje en aceite o se presente seca, se la repartirán por partes iguales los demás sacerdotes. »La ofrenda para pedirme salud y bienestar deben presentarla de la siguiente manera: Si quien presenta la ofrenda lo hace para darme las gracias, deberá presentar harina, y también panes y galletas sin levadura. Todo esto debe amasarse con bastante aceite. »Junto con esa ofrenda deberá también presentarme unos panes con levadura. Esta ofrenda es para mí, pero el sacerdote que la presente podrá tomar una parte. »La carne del animal ofrecido debe comerse el mismo día en que se presenta como ofrenda. No debe dejarse nada para el día siguiente. »Si la ofrenda se presenta de manera voluntaria, o para cumplir una promesa, la carne del animal ofrecido deberá comerse el mismo día. Si queda algo de carne podrá comerse al día siguiente. Pero si al tercer día aún queda algo, deberán quemarlo. »Si al tercer día alguien come de esa carne, esa persona cometerá pecado. Además, ya no aceptaré esa ofrenda, ni la tomaré en cuenta, pues la consideraré despreciable. »Toda persona que se considere pura, podrá comer carne. Sin embargo, si algo que se considera impuro toca la carne, esta no deberá comerse, sino quemarse. »Si alguien, considerado impuro, come carne de la ofrenda para hacer las paces conmigo, deberá ser expulsado del país. »Si alguien toca algo considerado impuro y, a pesar de todo, come carne de una ofrenda para pedir salud y bienestar, deberá ser expulsado del país». Dios también le ordenó a Moisés que les diera a los israelitas las siguientes instrucciones: «Ustedes no deberán comer grasa de toro, ni de cordero, ni de cabra. La grasa de los animales muertos o despedazados por las fieras podrán usarla para lo que quieran, menos para comerla. El que coma grasa de los animales que se ofrecen para quemarlos en mi honor, deberá ser expulsado del país. »Tampoco deberán comer la sangre de ningún animal o ave. No importa dónde vivan ustedes, cualquiera que coma carne con sangre deberá ser expulsado del país».

Levítico 7:1-27 Reina Valera Contemporánea (RVC)

»Esta es la ley del sacrificio por la culpa. Se trata de una ofrenda muy santa. La víctima por la culpa se degollará en donde se degüella el holocausto, y su sangre se rociará sobre el altar y a su alrededor. De la víctima se ofrecerá toda su grasa, la cola, la grasa que recubre los intestinos, los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que está sobre los ijares, y junto con los riñones se quitará la grasa que recubre el hígado. El sacerdote quemará todo esto sobre el altar como ofrenda encendida en honor del Señor. Se trata de una expiación de la culpa. Podrán comer de ella todos los varones de la familia sacerdotal, pero la deben comer en un lugar santo. Se trata de una ofrenda muy santa. Una misma ley vale para el sacrificio por el pecado y para el sacrificio por la culpa. El animal ofrecido será para el sacerdote que haga la expiación. La piel del animal ofrecido en holocausto será para el sacerdote que presente el holocausto. Toda ofrenda que se cueza al horno, y todo lo que se prepare en sartén o en cazuela, será para el sacerdote que presente la ofrenda. Toda ofrenda seca o amasada con aceite será para todos los hijos de Aarón, sin excepción. »Esta es la ley para el sacrificio de paz que se ofrecerá al Señor: Si se ofrece como sacrificio de acción de gracias, se ofrecerán tortas sin levadura amasadas con aceite, hojaldras sin levadura untadas con aceite, y flor de harina frita en tortas amasadas con aceite. Con el sacrificio de acción de gracias se presentará la ofrenda de paz acompañada de tortas de pan con levadura, y parte de toda la ofrenda se presentará como ofrenda elevada al Señor, la cual será para el sacerdote que rocíe la sangre de los sacrificios de paz. »La carne del sacrificio de paz que se ofrece como acción de gracias se comerá el mismo día en que sea ofrecida. No se dejará de ella nada para el día siguiente. »Si el sacrificio de su ofrenda cumple un voto, o es voluntario, se comerá el mismo día en que se ofrezca el sacrificio, y lo que quede de este se comerá al día siguiente. »Si del sacrificio queda carne hasta el tercer día, esta será quemada en el fuego. »Si alguien come al tercer día carne del sacrificio de paz, ese sacrificio no le será aceptado al que lo ofreció, ni le será contado. Será un acto abominable, y el que lo coma cargará con su pecado. »La carne que tenga contacto con alguna cosa impura, no deberá comerse, sino quemarse en el fuego. Todos los que estén puros podrán comer esa carne, pero quien estando impuro coma la carne del sacrificio de paz, que es del Señor, será eliminado de su pueblo. »Quien toque alguna cosa impura, como la inmundicia humana, o algún animal impuro, o cualquier otra abominación impura, y luego coma la carne del sacrificio de paz, que es del Señor, será eliminado de su pueblo.» El Señor habló con Moisés, y le dijo: «Habla con los hijos de Israel, y diles que no deben comer ninguna grasa de buey, ni de cordero ni de cabra. La grasa de animal muerto, y la grasa del animal que haya sido despedazado por las fieras, podrá usarse para cualquier otra cosa, menos para comer. Cualquiera que coma grasa de los animales que se ofrecen al Señor como ofrenda encendida, será eliminado de su pueblo. Dondequiera que ustedes vivan, no deberán comer ninguna sangre de aves ni de bestias. Cualquiera que coma sangre, será eliminado de su pueblo.»

Levítico 7:1-27 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

»Los sacrificios por la culpa son una cosa santísima. Estas son las instrucciones en cuanto a ellos: El animal ofrecido por la culpa deberá ser degollado en el lugar donde se matan los animales que se ofrecen para ser quemados, y con su sangre se deberá rociar los costados del altar. Se deberá ofrecer toda la grasa del animal: la que hay en la cola y la que cubre las vísceras, los dos riñones, la grasa que los cubre y la que está sobre los lomos, así como la parte grasosa que está sobre el hígado, la cual se deberá quitar junto con los riñones. Luego el sacerdote quemará esto sobre el altar, como ofrenda quemada en honor del Señor. Es un sacrificio por la culpa, y todos los sacerdotes podrán comer de él, aunque deberán hacerlo en un lugar consagrado, pues es una cosa santísima. »El sacrificio por la culpa es como el sacrificio por el pecado, y las instrucciones son las mismas para los dos: lo ofrecido será para el sacerdote que oficie en el acto del perdón. Igualmente, el sacerdote que sacrifique al animal que alguien haya ofrecido en holocausto, podrá quedarse con la piel del animal. También todas las ofrendas de cereales horneadas, y todo lo preparado en cacerola y sartén, serán para el sacerdote que presente la ofrenda. De la misma manera, todas las ofrendas de cereales, tanto las amasadas con aceite como las secas, serán para todos los descendientes de Aarón por partes iguales. »Estas son las instrucciones en cuanto a los sacrificios de reconciliación que se presentan al Señor: Si el sacrificio es de acción de gracias, se ofrecerán también tortas sin levadura amasadas con aceite, hojuelas sin levadura rociadas de aceite, y tortas de harina de la mejor calidad amasadas con aceite; y, junto con el sacrificio de acción de gracias y de reconciliación, se presentarán tortas de pan con levadura. De toda ofrenda se tomará una parte y se presentará al Señor como contribución, y será para el sacerdote que rocíe la sangre del sacrificio de reconciliación. »La carne del animal ofrecido en acción de gracias y reconciliación debe comerse el mismo día en que se ofrece; no se debe guardar un solo pedazo para el día siguiente. En caso de que el animal se ofrezca en cumplimiento de una promesa, o de que sea una ofrenda voluntaria, deberá comerse el mismo día en que se ofrece, pero lo que quede se podrá comer al día siguiente; si a los tres días todavía queda carne del animal ofrecido, habrá que quemarla toda. Y si alguien come al tercer día carne del sacrificio de reconciliación, el sacrificio no será aceptado ni tomado en cuenta, y la carne será considerada despreciable. El que coma de ella cargará con ese pecado. »La carne que toque cualquier cosa impura no debe ser comida, sino quemada. »Todos los que estén puros podrán comer carne. »La persona que estando impura coma carne del sacrificio de reconciliación, el cual pertenece al Señor, será eliminada de entre su pueblo. »La persona que toque cualquier cosa impura, ya sea alguna impureza humana o impureza de animal, o cualquier otra cosa repugnante, y luego coma carne del sacrificio de reconciliación, el cual pertenece al Señor, será eliminada de entre su pueblo.» El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: «Di a los israelitas lo siguiente: No deben comer nada de grasa de toro, de cordero o de cabra. A la grasa de animales muertos o despedazados por las fieras pueden darle cualquier otro uso, pero no comerla. »Cualquiera que coma grasa de animales de los que se presentan al Señor como ofrendas quemadas, será eliminado de entre su pueblo. »Dondequiera que ustedes vivan, no deberán comer nada que tenga sangre de aves ni de animales. La persona que coma cualquier clase de sangre será eliminada de entre su pueblo.»

Levítico 7:1-27 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Asimismo esta es la ley del sacrificio por la culpa; es cosa muy santa. En el lugar donde degüellan el holocausto, degollarán la víctima por la culpa; y rociará su sangre alrededor sobre el altar. Y de ella ofrecerá toda su grosura, la cola, y la grosura que cubre los intestinos, los dos riñones, la grosura que está sobre ellos, y la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de sobre el hígado. Y el sacerdote lo hará arder sobre el altar, ofrenda encendida a Jehová; es expiación de la culpa. Todo varón de entre los sacerdotes la comerá; será comida en lugar santo; es cosa muy santa. Como el sacrificio por el pecado, así es el sacrificio por la culpa; una misma ley tendrán; será del sacerdote que hiciere la expiación con ella. Y el sacerdote que ofreciere holocausto de alguno, la piel del holocausto que ofreciere será para él. Asimismo toda ofrenda que se cociere en horno, y todo lo que fuere preparado en sartén o en cazuela, será del sacerdote que lo ofreciere. Y toda ofrenda amasada con aceite, o seca, será de todos los hijos de Aarón, tanto de uno como de otro. Y esta es la ley del sacrificio de paz que se ofrecerá a Jehová: Si se ofreciere en acción de gracias, ofrecerá por sacrificio de acción de gracias tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite, y flor de harina frita en tortas amasadas con aceite. Con tortas de pan leudo presentará su ofrenda en el sacrificio de acciones de gracias de paz. Y de toda la ofrenda presentará una parte por ofrenda elevada a Jehová, y será del sacerdote que rociare la sangre de los sacrificios de paz. Y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día. Mas si el sacrificio de su ofrenda fuere voto, o voluntario, será comido en el día que ofreciere su sacrificio, y lo que de él quedare, lo comerán al día siguiente; y lo que quedare de la carne del sacrificio hasta el tercer día, será quemado en el fuego. Si se comiere de la carne del sacrificio de paz al tercer día, el que lo ofreciere no será acepto, ni le será contado; abominación será, y la persona que de él comiere llevará su pecado. Y la carne que tocare alguna cosa inmunda, no se comerá; al fuego será quemada. Toda persona limpia podrá comer la carne; pero la persona que comiere la carne del sacrificio de paz, el cual es de Jehová, estando inmunda, aquella persona será cortada de entre su pueblo. Además, la persona que tocare alguna cosa inmunda, inmundicia de hombre, o animal inmundo, o cualquier abominación inmunda, y comiere la carne del sacrificio de paz, el cual es de Jehová, aquella persona será cortada de entre su pueblo. Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, diciendo: Ninguna grosura de buey ni de cordero ni de cabra comeréis. La grosura de animal muerto, y la grosura del que fue despedazado por fieras, se dispondrá para cualquier otro uso, mas no la comeréis. Porque cualquiera que comiere grosura de animal, del cual se ofrece a Jehová ofrenda encendida, la persona que lo comiere será cortada de entre su pueblo. Además, ninguna sangre comeréis en ningún lugar en donde habitéis, ni de aves ni de bestias. Cualquiera persona que comiere de alguna sangre, la tal persona será cortada de entre su pueblo.

Levítico 7:1-27 La Biblia de las Américas (LBLA)

»Esta es la ley de la ofrenda por la culpa; es cosa santísima. En el lugar donde degüellan el holocausto han de degollar la ofrenda por la culpa, y el sacerdote rociará su sangre sobre el altar por todos los lados. Luego ofrecerá de ella toda la grasa: la cola gorda, la grasa que cubre las entrañas, los dos riñones con la grasa que hay sobre ellos y sobre los lomos, y quitará el lóbulo del hígado con los riñones. Y el sacerdote los quemará sobre el altar como ofrenda encendida para el SEÑOR; es ofrenda por la culpa. Todo varón de entre los sacerdotes puede comer de ella. Se comerá en un lugar santo; es cosa santísima. La ofrenda por la culpa es como la ofrenda por el pecado, hay una misma ley para ambas; al sacerdote que hace expiación con ella, le pertenecerá. También el sacerdote que presente el holocausto de alguno, la piel del holocausto que haya presentado será para él. De la misma manera, toda ofrenda de cereal que sea cocida al horno, y todo lo que sea preparado en cazuela o en sartén, pertenecerá al sacerdote que la presente. Y toda ofrenda de cereal mezclada con aceite, o seca, pertenecerá a todos los hijos de Aarón, a todos por igual. »Esta es la ley del sacrificio de la ofrenda de paz que será ofrecido al SEÑOR: Si lo ofrece en acción de gracias, entonces, juntamente con el sacrificio de acción de gracias, ofrecerá tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untados con aceite, y tortas de flor de harina bien mezclada, amasadas con aceite. Con el sacrificio de sus ofrendas de paz en acción de gracias, presentará su ofrenda con tortas de pan leudado. Y de ello presentará una parte de cada ofrenda como contribución al SEÑOR; será para el sacerdote que rocía la sangre de las ofrendas de paz. »En cuanto a la carne del sacrificio de sus ofrendas de paz en acción de gracias, se comerá el día que la ofrezca; no dejará nada hasta la mañana siguiente. Pero si el sacrificio de su ofrenda es por un voto o una ofrenda voluntaria, se comerá en el día que ofrezca el sacrificio; y al día siguiente se podrá comer lo que quede; pero lo que quede de la carne del sacrificio será quemado en el fuego al tercer día. De manera que si se come de la carne del sacrificio de sus ofrendas de paz al tercer día, el que la ofrezca no será acepto, ni se le tendrá en cuenta. Será cosa ofensiva, y la persona que coma de ella llevará su propia iniquidad. »La carne que toque cualquier cosa inmunda no se comerá; se quemará en el fuego. En cuanto a otra carne, cualquiera que esté limpio puede comer de ella. Pero la persona que coma la carne del sacrificio de las ofrendas de paz que pertenecen al SEÑOR, estando inmunda, esa persona será cortada de entre su pueblo. Y cuando alguien toque alguna cosa inmunda, ya sea inmundicia humana o un animal inmundo, o cualquier cosa abominable e inmunda y coma de la carne del sacrificio de la ofrenda de paz que pertenece al SEÑOR, esa persona será cortada de entre su pueblo». Después habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: «Ninguna grasa de buey, ni de cordero, ni de cabra, comeréis. La grasa de un animal muerto y la grasa de un animal despedazado por las bestias podrá servir para cualquier uso, mas ciertamente no debéis comerla. Porque cualquiera que coma grasa del animal del cual se ofrece una ofrenda encendida al SEÑOR, la persona que coma será cortada de entre su pueblo. Y no comeréis sangre, ni de ave ni de animal, en ningún lugar en que habitéis. Toda persona que coma cualquier clase de sangre, esa persona será cortada de entre su pueblo».

Levítico 7:1-27 Nueva Traducción Viviente (NTV)

»Estas son las instrucciones para la ofrenda por la culpa; la cual es sumamente santa. El animal sacrificado como ofrenda por la culpa se debe matar en el lugar donde se matan las ofrendas quemadas, y su sangre debe ser salpicada por todos los lados del altar. Después, el sacerdote ofrecerá toda la grasa sobre el altar, que incluye la grasa de la cola gorda, la grasa que rodea las vísceras, los dos riñones junto con la grasa que los rodea cerca de los lomos, así como el lóbulo largo del hígado. Todo esto hay que quitarlo junto con los riñones, y los sacerdotes lo quemarán sobre el altar como una ofrenda especial presentada al SEÑOR. Esta es la ofrenda por la culpa. Cualquier varón de la familia del sacerdote podrá comer la carne. Debe comerla en un lugar sagrado, porque es sumamente santa. »Las mismas instrucciones se aplican tanto para la ofrenda por la culpa como para la ofrenda por el pecado. Ambas le pertenecen al sacerdote que las usa para purificar a alguien, haciendo así que la persona sea justa ante el SEÑOR. En el caso de la ofrenda quemada, el sacerdote podrá quedarse con la piel del animal sacrificado. Toda ofrenda de grano que haya sido cocida al horno, preparada en una cacerola o en un sartén le pertenece al sacerdote que la presenta. Todas las demás ofrendas de grano, ya sean de harina seca o harina humedecida con aceite de oliva, se repartirán equitativamente entre todos los sacerdotes, los descendientes de Aarón. »Estas son las instrucciones con respecto a las distintas clases de ofrendas de paz que se pueden presentar al SEÑOR. Si presentas una ofrenda de paz como una expresión de acción de gracias, el animal de sacrificio acostumbrado debe ser acompañado de varias clases de pan preparados sin levadura: panes planos mezclados con aceite de oliva, obleas untadas con aceite y panes de harina selecta mezclada con aceite de oliva. Esta ofrenda de paz por acción de gracias también debe ser acompañada de panes hechos con levadura. Un pan de cada clase deberá presentarse como ofrenda al SEÑOR. Estos panes pertenecerán al sacerdote que salpica la sangre de la ofrenda de paz contra el altar. La carne de la ofrenda de paz por acción de gracias deberá comerse en el mismo día que se ofrece. No se permite guardar ninguna parte para la mañana siguiente. »Si llevas una ofrenda para cumplir un voto o como una ofrenda voluntaria, la carne deberá comerse en el mismo día que se ofrece el sacrificio, pero lo que quede podrá comerse al día siguiente. Toda la carne que quede hasta el tercer día deberá quemarse por completo. Si al tercer día se come algo de la carne de la ofrenda de paz, la persona que la presentó no será aceptada por el SEÑOR. No recibirás ningún mérito por haberla presentado, pues para entonces, la carne estará contaminada; si la comes, serás castigado por tu pecado. »No se permite comer carne que toque cualquier cosa ceremonialmente impura; deberá quemarse por completo. Se permite comer el resto de la carne, pero solo por los que queden ceremonialmente puros. Si quedas ceremonialmente impuro y comes carne de una ofrenda de paz que se presentó al SEÑOR, serás excluido de la comunidad. Si tocas cualquier cosa que sea impura (ya sea contaminación humana o un animal impuro o cualquier otra cosa impura y detestable) y luego comes carne de una ofrenda de paz presentada al SEÑOR, serás excluido de la comunidad». Después, el SEÑOR le dijo a Moisés: «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: nunca deberás comer grasa, ya sea de ganado, de oveja o de cabra. Nunca deberás comer la grasa de un animal encontrado muerto o despedazado por animales salvajes, aunque puede usarse para cualquier otro propósito. Cualquiera que coma la grasa de un animal presentado como ofrenda especial al SEÑOR será excluido de la comunidad. Donde sea que vivas, nunca deberás consumir la sangre de ningún ave o animal. Todo el que consuma sangre será excluido de la comunidad».