Levítico 6:8-30
Levítico 6:8-30 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Habló aún Jehová a Moisés, diciendo: Manda a Aarón y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del holocausto: el holocausto estará sobre el fuego encendido sobre el altar toda la noche, hasta la mañana; el fuego del altar arderá en él. Y el sacerdote se pondrá su vestidura de lino, y vestirá calzoncillos de lino sobre su cuerpo; y cuando el fuego hubiere consumido el holocausto, apartará él las cenizas de sobre el altar, y las pondrá junto al altar. Después se quitará sus vestiduras y se pondrá otras ropas, y sacará las cenizas fuera del campamento a un lugar limpio. Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz. El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará. Esta es la ley de la ofrenda: La ofrecerán los hijos de Aarón delante de Jehová ante el altar. Y tomará de ella un puñado de la flor de harina de la ofrenda, y de su aceite, y todo el incienso que está sobre la ofrenda, y lo hará arder sobre el altar por memorial en olor grato a Jehová. Y el sobrante de ella lo comerán Aarón y sus hijos; sin levadura se comerá en lugar santo; en el atrio del tabernáculo de reunión lo comerán. No se cocerá con levadura; la he dado a ellos por su porción de mis ofrendas encendidas; es cosa santísima, como el sacrificio por el pecado, y como el sacrificio por la culpa. Todos los varones de los hijos de Aarón comerán de ella. Estatuto perpetuo será para vuestras generaciones tocante a las ofrendas encendidas para Jehová; toda cosa que tocare en ellas será santificada. Habló también Jehová a Moisés, diciendo: Esta es la ofrenda de Aarón y de sus hijos, que ofrecerán a Jehová el día que fueren ungidos: la décima parte de un efa de flor de harina, ofrenda perpetua, la mitad a la mañana y la mitad a la tarde. En sartén se preparará con aceite; frita la traerás, y los pedazos cocidos de la ofrenda ofrecerás en olor grato a Jehová. Y el sacerdote que en lugar de Aarón fuere ungido de entre sus hijos, hará igual ofrenda. Es estatuto perpetuo de Jehová; toda ella será quemada. Toda ofrenda de sacerdote será enteramente quemada; no se comerá. Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del sacrificio expiatorio: en el lugar donde se degüella el holocausto, será degollada la ofrenda por el pecado delante de Jehová; es cosa santísima. El sacerdote que la ofreciere por el pecado, la comerá; en lugar santo será comida, en el atrio del tabernáculo de reunión. Todo lo que tocare su carne, será santificado; y si salpicare su sangre sobre el vestido, lavarás aquello sobre lo cual cayere, en lugar santo. Y la vasija de barro en que fuere cocida, será quebrada; y si fuere cocida en vasija de bronce, será fregada y lavada con agua. Todo varón de entre los sacerdotes la comerá; es cosa santísima. Mas no se comerá ninguna ofrenda de cuya sangre se metiere en el tabernáculo de reunión para hacer expiación en el santuario; al fuego será quemada.
Levítico 6:8-30 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
El SEÑOR dijo a Moisés que ordenara a Aarón y a sus hijos: «Esta es la ley respecto al holocausto: El holocausto se dejará arder sobre el altar toda la noche hasta el amanecer y el fuego del altar se mantendrá encendido. El sacerdote, vestido con su túnica y su ropa interior de tela de lino, removerá las cenizas del holocausto consumido por el fuego sobre el altar y las echará a un lado del altar. Luego se cambiará de ropa y sacará del campamento las cenizas, llevándolas a un lugar ritualmente puro. Mientras tanto, el fuego se mantendrá encendido sobre el altar; no deberá apagarse. Cada mañana el sacerdote pondrá más leña sobre el altar, y encima de este colocará el holocausto para quemar en él la grasa del sacrificio de comunión. El fuego sobre el altar no deberá apagarse nunca; siempre deberá estar encendido. »Esta es la ley respecto a la ofrenda de cereal: Los hijos de Aarón la presentarán ante el SEÑOR, delante del altar. El sacerdote tomará de la ofrenda un puñado de harina refinada con aceite, así como todo el incienso que está sobre la ofrenda de cereal. Todo esto lo quemará en el altar, como ofrenda memorial de aroma grato al SEÑOR. Aarón y sus hijos se comerán el resto de la ofrenda, pero sin levadura y en un lugar santo, que podrá ser el atrio de la Tienda de reunión. No se cocerá con levadura, porque esa es la porción que les doy de mis ofrendas puestas al fuego. Es una porción sumamente sagrada, como lo son el sacrificio por el perdón y el sacrificio por la culpa. Todos los hijos varones de Aarón podrán comer de ella. Es un estatuto perpetuo para los descendientes de ustedes respecto a las ofrendas puestas al fuego ante el SEÑOR. Cualquier cosa que toque los sacrificios quedará consagrada». El SEÑOR dijo a Moisés: «Esta es la ofrenda que Aarón y sus hijos deben presentar al SEÑOR el día en que sean ungidos: la décima parte de un efa de harina refinada, como ofrenda regular de cereal. Una mitad de la ofrenda se presentará por la mañana, y la otra mitad por la tarde. Se preparará con aceite en una sartén, se llevará amasada y se presentará en porciones, como una ofrenda de cereal de aroma grato al SEÑOR. La preparará el hijo de Aarón que lo suceda como sacerdote ungido. Este es un estatuto perpetuo del SEÑOR: la ofrenda se quemará completamente. No se comerá ninguna de las ofrendas que presenten los sacerdotes; todas deberán quemarse por completo». El SEÑOR ordenó a Moisés que dijera a Aarón y a sus hijos: «Esta es la ley respecto al sacrificio para obtener el perdón de pecados: La víctima deberá ser degollada ante el SEÑOR, en el mismo lugar donde se degüellan los animales para el holocausto. Es algo sumamente sagrado. El mismo sacerdote que ofrezca el sacrificio por el perdón deberá comérselo. Se lo comerá en un lugar santo, en el atrio de la Tienda de reunión. Cualquier cosa que toque la carne del sacrificio quedará consagrada. Si su sangre llega a salpicar algún vestido, este deberá lavarse en un lugar santo. Además, deberá romperse la vasija de barro en que se haya cocido el sacrificio; pero, si se cuece en una vasija de bronce, esta se restregará y se enjuagará con agua. Todo varón entre los sacerdotes podrá comer del sacrificio. Es algo sumamente sagrado. Pero no se comerá ningún sacrificio por el perdón cuya sangre haya sido llevada a la Tienda de reunión para obtener perdón de pecados en el santuario; este sacrificio se consumirá en el fuego.
Levítico 6:8-30 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
8 (1) Dios también le ordenó a Moisés 9-13 (2-6) que diera las siguientes instrucciones a los sacerdotes: «Las ofrendas que se presentan para ser quemadas en mi honor deben quedarse toda la noche sobre el fuego del altar, hasta quemarse completamente. El sacerdote se pondrá su túnica y su ropa interior de lino, y luego de recoger las cenizas de la ofrenda quemada las depositará a un costado del altar. Después de eso se cambiará de ropa y llevará las cenizas a un lugar especial fuera del campamento. Todas las mañanas, el sacerdote le echará más leña al fuego, y sobre el fuego pondrá el animal que vaya a ser quemado en mi honor, junto con la grasa de los animales ofrecidos para pedirme salud y bienestar. »El fuego del altar debe estar siempre encendido. Se trata de un fuego que nunca debe apagarse. 14 (7) »Cuando los sacerdotes me presenten la ofrenda de cereales, deberán hacer lo siguiente: 15 (8) El sacerdote tomará de la ofrenda un puñado de harina, junto con el aceite y todo el incienso, y lo quemará sobre el altar para que ustedes se acuerden de que yo soy quien les da todas las cosas. Se trata de una ofrenda de aroma agradable presentada en mi honor. 16-18 (9-11) »Los sacerdotes se comerán el resto de la ofrenda, pues es la parte que les he dado para siempre. Al cocinar esto no deberán ponerle levadura, y se lo comerán en el patio del santuario, que es el lugar apartado para eso. Es una ofrenda muy especial, como lo son las ofrendas para pedir perdón por el pecado. Si algo entra en contacto con esta ofrenda será considerado tan especial como ella». 19 (12) Dios también le dio estas instrucciones a Moisés: 20-23 (13-16) «Cuando Aarón y sus descendientes sean consagrados como sacerdotes, me presentarán como ofrenda dos kilos de harina. Un kilo me lo ofrecerán en la mañana, y el otro kilo en la tarde. »Esa ofrenda de harina se preparará con bastante aceite, en una sartén, y me la presentarán cortada en pedazos. Luego la quemarán por completo, como una ofrenda de aroma agradable. De esa ofrenda nadie debe comer. »Esta ley no cambiará nunca». 24 (17) Dios también le ordenó a Moisés 25 (18) que les diera a los sacerdotes las siguientes instrucciones: «El animal que me ofrezcan para pedir perdón por el pecado lo deben matar en mi altar, el mismo lugar donde se matan los animales que se queman en mi honor. 26 (19) El sacerdote que presente esta ofrenda comerá una parte de ella en el patio del santuario, que es el lugar apartado para eso. 27-30 (20-23) »Si algo entra en contacto con esta ofrenda, será considerado tan especial como ella. »Si la carne del animal que se ofrece es cocinada en una olla de barro, esta tendrá que romperse al terminar la ceremonia. Si es cocinada en una olla de bronce, la olla deberá ser raspada y lavada con agua. »Si la sangre del animal salpica el traje de algún sacerdote, la parte manchada se tendrá que lavar en un lugar especial. »Si la sangre es llevada al santuario para pedir mi perdón, no podrá comerse la carne; tendrá que ser quemada. »Esta es una ofrenda especial, y solo podrán comer de ella los sacerdotes.
Levítico 6:8-30 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El Señor habló con Moisés, y le instruyó que ordenara a Aarón y a sus hijos lo siguiente: «Esta es la ley para el holocausto: Este deberá estar sobre el fuego encendido del altar, y arder sobre el altar durante toda la noche y hasta el día siguiente. El sacerdote se pondrá su vestidura de lino y se cubrirá el cuerpo con sus calzoncillos de lino. Cuando el fuego haya consumido el holocausto, removerá del altar las cenizas y las echará junto al altar; luego se quitará sus vestiduras y se pondrá otras ropas, y arrojará las cenizas fuera del campamento, en un lugar limpio. El fuego del altar no deberá apagarse nunca, sino que todos los días el sacerdote le echará leña, acomodará el holocausto sobre el fuego, y quemará sobre el altar la grasa de los sacrificios de paz. El fuego del altar deberá mantenerse siempre encendido; nunca deberá apagarse. »Y esta es la ley de la ofrenda: Los hijos de Aarón la ofrecerán ante el altar, delante del Señor. El sacerdote tomará un puñado de la ofrenda de flor de harina con aceite, junto con todo el incienso que está sobre la ofrenda, y quemará todo esto sobre el altar como un memorial en olor grato para el Señor. La parte sobrante de la ofrenda la comerán Aarón y sus hijos en el atrio del tabernáculo de reunión, pues debe comerse sin levadura y en un lugar santo. De mis ofrendas encendidas, yo les he dado a ellos esta como su porción. No se cocinará con levadura, pues se trata de una ofrenda santísima, como lo son el sacrificio por el pecado y el sacrificio por la culpa. En lo que respecta a las ofrendas encendidas para el Señor, todos los hijos varones de Aarón podrán comer de ella. Es un estatuto perpetuo para ellos y sus descendientes. Todo aquello que toque estas ofrendas quedará santificado.» El Señor habló con Moisés, y le dijo: «Esta es la ofrenda que Aarón y sus hijos deberán ofrecer al Señor cuando sean ungidos: dos litros de flor de harina, la mitad a la mañana y la mitad a la tarde, como ofrenda perpetua. Se freirá con aceite en una sartén, y se presentará frita; los pedazos cocidos de la ofrenda se ofrecerán en olor grato para el Señor. Y el sacerdote descendiente de Aarón que sea ungido en su lugar deberá presentar una ofrenda semejante, y toda ella deberá ser quemada. Este es un estatuto perpetuo del Señor: Ninguna ofrenda sacerdotal se comerá, sino que todas ellas serán quemadas totalmente.» El Señor habló con Moisés, y le dijo: «Habla con Aarón y sus hijos, y diles que esta es la ley del sacrificio expiatorio: La ofrenda por el pecado deberá ser degollada delante del Señor, en el lugar donde se degüella el holocausto. Se trata de una ofrenda santísima. El sacerdote que presente la ofrenda por el pecado debe comerla en el atrio del tabernáculo de reunión, pues debe comerse en un lugar santo. Todo lo que toque la carne de la ofrenda, quedará santificado. El vestido, o todo aquello que la sangre llegue a salpicar, deberá lavarse en un lugar santo. La vasija de barro en que se cueza la ofrenda, será quebrada; pero si se cuece en una vasija de bronce, la vasija se restregará y se lavará con agua. La ofrenda podrán comerla solo los varones de la familia sacerdotal, pues se trata de una ofrenda santísima; pero no podrán comer ninguna ofrenda cuya sangre sea introducida al tabernáculo de reunión para hacer expiación en el santuario, sino que la quemarán en el fuego.
Levítico 6:8-30 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
8 (1) El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: 9 (2) «Dales a Aarón y a sus hijos las siguientes instrucciones en cuanto a los holocaustos: El animal sacrificado deberá dejarse sobre las brasas del altar durante toda la noche, para que el fuego lo queme. 10 (3) El sacerdote se cubrirá el cuerpo poniéndose ropa y calzoncillos de lino; luego recogerá las cenizas del animal que fue quemado sobre el altar, y las pondrá a un lado del altar. 11 (4) Después se cambiará de ropa y se llevará las cenizas a un lugar limpio fuera del campamento. 12 (5) »El fuego que arde en el altar no debe apagarse nunca. El sacerdote deberá echarle leña todas las mañanas y acomodar sobre el fuego el animal que se va a quemar, además de quemar también en el altar la grasa de los sacrificios de reconciliación. 13 (6) El fuego del altar debe estar encendido siempre. No debe apagarse nunca. 14 (7) »Las siguientes instrucciones se refieren a las ofrendas de cereales: Los sacerdotes deben ofrecerlas ante el altar, delante del Señor. 15 (8) Uno de ellos tomará un puñado de la harina ofrendada y de su aceite, junto con todo el incienso que va con la ofrenda, y los hará arder en el altar como ofrenda quemada de recordación, de aroma agradable al Señor. 16 (9) Y la parte restante de la ofrenda se la comerán Aarón y sus hijos, sin levadura y en un lugar consagrado, en el patio de la tienda del encuentro. 17 (10) No deben cocerla con levadura. Se la he dado a ellos como la parte que les corresponde de mis ofrendas quemadas, y es una cosa santísima, como lo son los sacrificios por el pecado y por la culpa. 18 (11) Para siempre en el futuro, todos los varones descendientes de Aarón podrán comer la parte que les corresponde de las ofrendas quemadas al Señor. Cualquier cosa que toque estas ofrendas quedará consagrada.» 19 (12) El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: 20 (13) «Esta es la ofrenda que Aarón y sus descendientes deben presentar al Señor cuando sean consagrados como sacerdotes: dos kilos de la mejor harina como ofrenda de cereales, presentando la mitad por la mañana y la otra mitad al atardecer, sin faltar un solo día. 21 (14) Deben preparar la ofrenda en una sartén, bien mezclada con aceite, y luego presentarla partida en pedazos como ofrenda de aroma agradable al Señor. 22 (15) Así debe prepararla el sacerdote principal descendiente de Aarón que sea consagrado en su lugar; le corresponde siempre al Señor, y deberá ser quemada completamente. 23 (16) Todas las ofrendas de los sacerdotes habrán de ser quemadas completamente; nadie deberá comerlas.» 24 (17) El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: 25 (18) «Dales a Aarón y a sus hijos las siguientes instrucciones en cuanto a los sacrificios por el pecado: El animal que se ofrezca por el pecado deberá ser degollado ante el Señor, en el lugar donde se matan los animales que se van a quemar, pues es una cosa santísima. 26 (19) El sacerdote que ofrezca el sacrificio por el pecado, podrá comer de él, pero deberá comerlo en un lugar santo, en el patio de la tienda del encuentro. 27 (20) Cualquier cosa que toque la carne del animal quedará consagrada, y si la ropa queda salpicada de sangre, deberá ser lavada en un lugar santo. 28 (21) La olla de barro en que se hirvió la carne de la ofrenda, deberá romperse; pero si se hirvió en un recipiente de bronce, bastará con fregarlo y enjuagarlo. 29 (22) »Este sacrificio es una cosa santísima. Sólo podrán comer de él los sacerdotes. 30 (23) Pero no se podrá comer ningún animal ofrecido por el pecado cuya sangre haya sido llevada a la tienda del encuentro, para perdón de pecados en el santuario. Ese sacrificio deberá ser quemado en el fuego.
Levítico 6:8-30 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: Ordena a Aarón y a sus hijos, diciendo: «Esta es la ley del holocausto: el holocausto mismo permanecerá sobre el fuego, sobre el altar, toda la noche hasta la mañana, y el fuego del altar ha de mantenerse encendido en él. El sacerdote vestirá su túnica de lino y se pondrá calzoncillos de lino fino sobre su cuerpo. Tomará las cenizas a que el fuego ha reducido el holocausto sobre el altar y las pondrá junto al altar. Después se quitará sus vestiduras, se pondrá otras vestiduras y llevará las cenizas fuera del campamento a un lugar limpio. El fuego se mantendrá encendido sobre el altar; no se apagará, sino que el sacerdote quemará leña en él todas las mañanas, y pondrá sobre él el holocausto, y quemará sobre él la grasa de las ofrendas de paz. El fuego se mantendrá encendido continuamente en el altar; no se apagará. »Esta es la ley de la ofrenda de cereal: los hijos de Aarón la presentarán delante del SEÑOR frente al altar. Entonces uno de los sacerdotes tomará de ella un puñado de flor de harina de la ofrenda de cereal, con su aceite y todo el incienso que hay en la ofrenda de cereal, y la quemará sobre el altar; es aroma agradable, su ofrenda memorial para el SEÑOR. Y lo que quede de ella, Aarón y sus hijos lo comerán. Debe comerse como tortas sin levadura en lugar santo; en el atrio de la tienda de reunión lo comerán. No se cocerá con levadura. Se la he dado como parte de mis ofrendas encendidas; es cosa santísima, lo mismo que la ofrenda por el pecado y la ofrenda por la culpa. Todo varón entre los hijos de Aarón puede comerla; es una ordenanza perpetua por todas vuestras generaciones tocante a las ofrendas encendidas para el SEÑOR. Todo lo que las toque quedará consagrado». Entonces habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: Esta es la ofrenda que Aarón y sus hijos han de ofrecer al SEÑOR el día de su unción: la décima parte de un efa de flor de harina como ofrenda perpetua de cereal, la mitad por la mañana y la mitad por la tarde. En sartén se preparará con aceite, y cuando se haya mezclado bien la traerás. Ofrecerás la ofrenda de cereal en pedazos cocidos al horno como aroma agradable para el SEÑOR. El sacerdote, que de entre los hijos de Aarón sea ungido en su lugar, la ofrecerá. Por ordenanza perpetua será totalmente quemada para el SEÑOR. Así que toda ofrenda de cereal del sacerdote será totalmente quemada. No se comerá. Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos y diles: «Esta es la ley de la ofrenda por el pecado: la ofrenda por el pecado será ofrecida delante del SEÑOR en el mismo lugar donde el holocausto es ofrecido; es cosa santísima. El sacerdote que la ofrezca por el pecado la comerá. Se comerá en un lugar santo, en el atrio de la tienda de reunión. Todo el que toque su carne quedará consagrado; y si la sangre salpica sobre una vestidura, en un lugar santo lavarás lo que fue salpicado. Y la vasija de barro en la cual fue hervida, será quebrada; y si se hirvió en una vasija de bronce, se fregará y se lavará con agua. Todo varón de entre los sacerdotes puede comer de ella; es cosa santísima. Pero no se comerá de ninguna ofrenda por el pecado, cuya sangre se haya traído a la tienda de reunión para hacer expiación en el lugar santo; al fuego será quemada.
Levítico 6:8-30 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: «Da a Aarón y a sus hijos las siguientes instrucciones con respecto a la ofrenda quemada: la ofrenda quemada se dejará encima del altar hasta la mañana siguiente, y el fuego del altar debe mantenerse encendido durante toda la noche. En la mañana, después de que el sacerdote de turno se haya puesto las ropas oficiales de lino y también la ropa interior de lino, deberá limpiar las cenizas de la ofrenda quemada y ponerlas junto al altar. Luego deberá quitarse estas vestiduras, cambiarse a su ropa normal y llevar las cenizas fuera del campamento a un lugar ceremonialmente puro. Entre tanto, el fuego del altar debe mantenerse ardiendo; nunca deberá apagarse. Cada mañana el sacerdote le echará leña nueva al fuego. Luego acomodará la ofrenda quemada sobre él, y también quemará la grasa de las ofrendas de paz. Recuerden, el fuego del altar siempre debe estar encendido; nunca debe apagarse. »Estas son las instrucciones con respecto a la ofrenda de grano: los hijos de Aarón deben presentar esta ofrenda al SEÑOR delante del altar. El sacerdote de turno tomará de la ofrenda de grano un puñado de harina selecta humedecida con aceite de oliva, junto con todo el incienso. Quemará esta porción representativa sobre el altar como un aroma agradable al SEÑOR. Aarón y sus hijos pueden comer el resto de la harina, pero debe ser horneada sin levadura y comida en un lugar sagrado dentro del atrio del tabernáculo. Recuerden, nunca se debe preparar con levadura; se la he dado a los sacerdotes como su porción de las ofrendas especiales que me presenten. Al igual que la ofrenda por el pecado y la ofrenda por la culpa, la ofrenda de grano es sumamente santa. Cualquiera de los descendientes varones de Aarón podrá comer de estas ofrendas especiales presentadas al SEÑOR; es su derecho perpetuo de generación en generación. Cualquier persona o cosa que toque estas ofrendas quedará consagrada». Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: «El día en que se unja a Aarón y a sus hijos, ellos deben presentar al SEÑOR la ofrenda usual de grano de dos litros de harina selecta; se ofrecerá la mitad por la mañana y la otra mitad por la tarde. Debe ser mezclada cuidadosamente con aceite de oliva y cocinada en un sartén. Luego, esta ofrenda de grano la cortarán en rebanadas y la presentarán como un aroma agradable al SEÑOR. En cada generación, el sumo sacerdote que tome el lugar de Aarón deberá preparar esta misma ofrenda; le pertenece al SEÑOR y debe ser quemada totalmente. Esta es una ley perpetua. Tales ofrendas de grano hechas por un sacerdote deberán ser quemadas por completo; de esa ofrenda, nadie deberá comer». Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: «Da a Aarón y a sus hijos las siguientes instrucciones con respecto a la ofrenda por el pecado: el animal que se presente como ofrenda por el pecado es una ofrenda sumamente santa, y se debe matar en la presencia del SEÑOR, en el lugar donde se matan las ofrendas quemadas. El sacerdote que ofrezca el sacrificio como una ofrenda por el pecado deberá comer su porción en un lugar sagrado dentro del atrio del tabernáculo. Toda persona o cosa que toque la carne del sacrificio será santa. Si la sangre del sacrificio llegara a salpicar la ropa de la persona, la ropa manchada deberá lavarse en un lugar sagrado. Si se usa una olla de barro para hervir la carne del sacrificio, luego habrá que romperla. Si se usa una olla de bronce, esta deberá ser restregada y bien enjuagada. Cualquier varón de la familia del sacerdote podrá comer de esta ofrenda; es sumamente santa. Sin embargo, la ofrenda por el pecado no se deberá comer si su sangre fue llevada al tabernáculo como ofrenda para purificación en el Lugar Santo. Deberá ser quemada por completo en el fuego.