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Levítico 3:8-17

Levítico 3:8-17 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

y le impondrá la mano sobre la cabeza, degollando luego al animal ante la Tienda de reunión. Luego los hijos de Aarón derramarán la sangre alrededor del altar. El oferente presentará al SEÑOR, como ofrenda puesta al fuego, las siguientes partes de este sacrificio: la grasa, la cola entera (la cual cortará junto al espinazo), la grasa que recubre los intestinos y la que se adhiere a estos, los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que recubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones. Entonces el sacerdote quemará todo esto en el altar. Es una comida, una ofrenda puesta al fuego ante el SEÑOR. »Si la ofrenda es una cabra, la presentará ante el SEÑOR poniendo la mano sobre la cabeza del animal, al que degollará ante la Tienda de reunión. Luego los hijos de Aarón derramarán la sangre alrededor del altar. El oferente presentará al SEÑOR, como ofrenda puesta al fuego, las siguientes partes del animal: la grasa que recubre los intestinos y la que se adhiere a estos, los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que recubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones. Entonces el sacerdote quemará todo esto en el altar. Es una comida, una ofrenda puesta al fuego cuyo aroma es grato. Toda la grasa pertenece al SEÑOR. »Este será un estatuto perpetuo para los descendientes de ustedes, dondequiera que habiten: no se comerán la grasa ni la sangre».

Levítico 3:8-17 Reina Valera Contemporánea (RVC)

poniendo la mano sobre la cabeza de su ofrenda, y después la degollará delante del tabernáculo de reunión, y los hijos de Aarón rociarán la sangre sobre el altar y alrededor de este. Del sacrificio de paz ofrecerá al Señor, como ofrenda encendida, la grasa, la cola entera con todo el espinazo, y toda la grasa que recubre todos los intestinos y las entrañas, los dos riñones y la grasa que los recubre, y la grasa que está sobre los ijares, junto con los riñones, y quitará la grasa del hígado. Luego el sacerdote quemará esto sobre el altar. Se trata de una vianda, de una ofrenda encendida en honor del Señor. ”Si la ofrenda es una cabra, la ofrecerá ante el Señor poniendo la mano sobre la cabeza de la cabra, y la degollará delante del tabernáculo de reunión. Los hijos de Aarón rociarán la sangre sobre el altar y alrededor de este. De la cabra presentará al Señor, como ofrenda encendida, toda la grasa que recubre los intestinos y las entrañas, los dos riñones y la grasa que recubre a estos y a los ijares, y junto con los riñones quitará la grasa que recubre el hígado, y el sacerdote quemará esto sobre el altar. Se trata de una vianda que se quema como ofrenda en olor grato para el Señor. Toda la grasa le pertenece al Señor. ”Este será un estatuto perpetuo para ustedes y para sus descendientes, dondequiera que ustedes habiten. No comerán ninguna grasa ni ninguna sangre.”»

Levítico 3:8-17 Nueva Traducción Viviente (NTV)

coloca la mano sobre su cabeza y mátala frente al tabernáculo. Luego los hijos de Aarón salpicarán la sangre de la oveja por todos los lados del altar. El sacerdote debe presentar la grasa de esta ofrenda de paz como una ofrenda especial al SEÑOR. Esto incluye la grasa de la cola gorda cortada cerca del espinazo, toda la grasa que rodea las vísceras, los dos riñones junto con la grasa que los rodea cerca de los lomos, así como el lóbulo largo del hígado. Todo esto debe ser removido junto con los riñones, y entonces el sacerdote lo quemará sobre el altar. Es una ofrenda especial de alimento que se presenta al SEÑOR. »Si presentas una cabra como ofrenda, llévala al SEÑOR, coloca la mano sobre su cabeza y mátala frente al tabernáculo. Luego los hijos de Aarón salpicarán la sangre de la cabra por todos los lados del altar. El sacerdote presentará parte de esta ofrenda como una ofrenda especial al SEÑOR. Esto incluye toda la grasa que rodea las vísceras, los dos riñones junto con la grasa que los rodea cerca de los lomos, así como el lóbulo largo del hígado. Todo esto debe ser removido junto con los riñones, y entonces el sacerdote lo quemará sobre el altar. Es una ofrenda especial de alimento, un aroma agradable al SEÑOR. Toda la grasa le pertenece al SEÑOR. »Nunca deberás comer grasa ni sangre. Esta es una ley perpetua para ti que debe cumplirse de generación en generación, dondequiera que vivas».