Levítico 27:1-13
Levítico 27:1-13 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
El SEÑOR ordenó a Moisés: «Habla a los israelitas y diles: “Cuando alguien quiera hacerle al SEÑOR una promesa especial equivalente al valor de una persona, se aplicará el siguiente cálculo: »”Por los varones de veinte a sesenta años se pagarán cincuenta siclos de plata, según el peso oficial del santuario. »”Por las mujeres se pagarán treinta siclos de plata. »”Por los varones de cinco a veinte años se pagarán veinte siclos de plata, y diez siclos por las mujeres de la misma edad. »”Por los niños de un mes a cinco años se pagarán cinco siclos de plata, y tres siclos por las niñas de la misma edad. »”Por los varones mayores de sesenta años se pagarán quince siclos de plata, y diez siclos por las mujeres de la misma edad. Si quien hace la promesa es tan pobre que ni el precio estipulado puede pagar, se le hará comparecer ante el sacerdote, el cual fijará el valor a pagar, según los recursos de quien haga la promesa. »”Si lo que se presenta como ofrenda al SEÑOR es un animal, este quedará consagrado por haber sido ofrecido al SEÑOR. No podrá cambiarse ni sustituirse un animal bueno por uno malo; tampoco un animal malo por uno bueno. Si se cambia un animal por otro, ambos quedarán consagrados. Si lo que se presenta como ofrenda al SEÑOR es un animal impuro, se llevará el animal ante el sacerdote, quien determinará el valor del animal. El cálculo aplicado por el sacerdote deberá aceptarse, cualquiera que este sea. Si el dueño quiere rescatar el animal, deberá añadir una quinta parte al valor que haya fijado el sacerdote.
Levítico 27:1-13 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Dios ordenó a Moisés que les diera a los israelitas las siguientes instrucciones: «Cuando alguien quiera liberar a una persona que pertenece a Dios, deberá pagar las siguientes cantidades, que están calculadas según la moneda de plata que se usa en el santuario: Por un varón de veinte a sesenta años, cincuenta monedas. Por una mujer de la misma edad, treinta monedas. Por un varón de cinco a veinte años, veinte monedas. Por una mujer de la misma edad, diez monedas. Por un niño de un mes a cinco años, cinco monedas. Por una niña de la misma edad, tres monedas. Por un varón de más de sesenta años, quince monedas. Por una mujer de la misma edad, diez monedas. »Si la persona es demasiado pobre para pagar esa cantidad, podrá presentarse ante el sacerdote para que él le fije una cantidad menor que sí pueda pagar. »Los animales que se hayan apartado como ofrenda especial para mí, no podrán ser cambiados por otro animal, pues al cambiar un animal por otro, los dos animales quedan dedicados. »En caso de que el animal que se haya separado esté dentro de la lista de animales impuros, se deberá llevar ante el sacerdote para que él le ponga un precio. Ese precio no podrá ser cambiado, y en caso de que alguien quiera recuperar su animal, tendrá que pagar un veinte por ciento más.
Levítico 27:1-13 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El Señor habló con Moisés, y le dijo: «Habla con los hijos de Israel, y diles que cuando alguien me haga un voto especial, el cálculo se hará según el número de personas que se hayan de redimir. Los varones de veinte a sesenta años los calcularás en cincuenta monedas de plata, según el peso oficial del santuario; las mujeres, las estimarás en treinta monedas de plata. Los varones de cinco a veinte años los calcularás en veinte monedas; las mujeres, en diez monedas. Los varones de un mes y hasta cinco años, los calcularás en cinco monedas de plata; las mujeres, en tres monedas de plata. Los varones mayores de sesenta años los calcularás en quince monedas; las mujeres, en diez. »Si quien hizo el voto es muy pobre para pagar el rescate calculado, deberá ser llevado ante el sacerdote para que este fije el precio, según las posibilidades del que hizo el voto. »Si se trata de uno de los animales que suelen presentarse al Señor como ofrenda, ese animal presentado al Señor quedará consagrado. No podrá ser cambiado ni trocado, ni bueno por malo, ni malo por bueno. En caso de permutar un animal por otro, ambos animales quedarán consagrados. »Si el animal presentado es impuro, es decir, de los que no se ofrecen al Señor, se pondrá el animal delante del sacerdote, y este determinará si el animal es bueno o malo, y prevalecerá la estimación del sacerdote. Si el que presenta el animal quiere rescatarlo, deberá pagar una quinta parte más del valor calculado.
Levítico 27:1-13 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: «Di a los israelitas lo siguiente: Cuando alguien quiera pagar una promesa al Señor conforme al valor correspondiente de una persona, a un varón de veinte a sesenta años le fijarás una contribución de cincuenta monedas de plata, según la medida oficial del santuario; en el caso de una mujer, la contribución será de treinta monedas. Para las personas de cinco a veinte años, la contribución será de veinte monedas si es hombre, y de diez monedas si es mujer. Para los niños de un mes a cinco años, la contribución será de cinco monedas de plata, y de tres para las niñas. Para las personas mayores de sesenta años, la contribución será de quince monedas para los hombres, y de diez monedas para las mujeres. Y si la persona es demasiado pobre para pagar la contribución establecida, se llevará el caso al sacerdote para que este fije una nueva contribución, de acuerdo con las posibilidades del que hizo la promesa. »En el caso de los animales que se pueden ofrecer al Señor, todo animal que se entregue al Señor quedará consagrado, y no podrá ser cambiado por otro animal, ya sea mejor o peor. En caso de que haya cambio, tanto el animal ofrecido como el animal dado a cambio quedarán consagrados. »En el caso de un animal impuro, que no puede ser ofrecido al Señor, se llevará el animal al sacerdote para que este fije la contribución correspondiente, según la calidad del animal. La contribución fijada por el sacerdote deberá ser aceptada, y si se quiere recuperar el animal, se deberá dar una quinta parte más de la contribución establecida.
Levítico 27:1-13 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno hiciere especial voto a Jehová, según la estimación de las personas que se hayan de redimir, lo estimarás así: En cuanto al varón de veinte años hasta sesenta, lo estimarás en cincuenta siclos de plata, según el siclo del santuario. Y si fuere mujer, la estimarás en treinta siclos. Y si fuere de cinco años hasta veinte, al varón lo estimarás en veinte siclos, y a la mujer en diez siclos. Y si fuere de un mes hasta cinco años, entonces estimarás al varón en cinco siclos de plata, y a la mujer en tres siclos de plata. Mas si fuere de sesenta años o más, al varón lo estimarás en quince siclos, y a la mujer en diez siclos. Pero si fuere muy pobre para pagar tu estimación, entonces será llevado ante el sacerdote, quien fijará el precio; conforme a la posibilidad del que hizo el voto, le fijará precio el sacerdote. Y si fuere animal de los que se ofrece ofrenda a Jehová, todo lo que de los tales se diere a Jehová será santo. No será cambiado ni trocado, bueno por malo, ni malo por bueno; y si se permutare un animal por otro, él y el dado en cambio de él serán sagrados. Si fuere algún animal inmundo, del que no se ofrenda a Jehová, entonces el animal será puesto delante del sacerdote, y el sacerdote lo valorará, sea bueno o sea malo; conforme a la estimación del sacerdote, así será. Y si lo quisiere rescatar, añadirá sobre tu valuación la quinta parte.
Levítico 27:1-13 La Biblia de las Américas (LBLA)
El SEÑOR habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: «Cuando un hombre haga un voto difícil de cumplir, él será evaluado según tu valuación de personas pertenecientes al SEÑOR. Si tu valuación es de varón de veinte hasta sesenta años, entonces tu valuación será de cincuenta siclos de plata, según el siclo del santuario. O si es de una mujer, tu valuación será de treinta siclos. Si es una persona de cinco hasta veinte años, entonces tu valuación será de veinte siclos para un varón y de diez siclos para una mujer. Pero si son de un mes hasta cinco años, entonces tu valuación será de cinco siclos de plata para el varón, y para la mujer tu valuación será de tres siclos de plata. Y si son de sesenta años o más, si es varón, tu valuación será de quince siclos, y para la mujer, de diez siclos. Pero si es más pobre que tu valuación, entonces será llevado delante del sacerdote, y este lo valuará; según los recursos del que hizo el voto, el sacerdote lo valuará. Y si es un animal de los que se pueden presentar como ofrenda al SEÑOR, cualquiera de los tales que uno dé al SEÑOR, será sagrado. No lo reemplazará ni lo cambiará, el bueno por el malo, o el malo por el bueno; pero si cambia un animal por otro animal, entonces ambos, el animal y su sustituto serán sagrados. Sin embargo, si es algún animal inmundo de la clase que no se puede presentar como ofrenda al SEÑOR, entonces pondrá el animal delante del sacerdote; y el sacerdote lo valuará como bueno o como malo; como tú, el sacerdote, lo valúes, así será. Pero si alguna vez él lo quiere redimir, él añadirá la quinta parte a tu valuación.
Levítico 27:1-13 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El SEÑOR le dijo a Moisés: «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: si uno de ustedes hace un voto especial para dedicar a alguien al SEÑOR mediante el pago del valor de esa persona, esta es la escala de valores que emplearán. Un hombre de entre veinte y sesenta años tendrá el valor de cincuenta siclos de plata, según el siclo del santuario. Una mujer de esa edad tendrá el valor de treinta siclos de plata. Un joven de entre cinco y veinte años tendrá el valor de veinte siclos de plata; una joven de esa edad, diez siclos de plata. Un niño de entre un mes de edad y cinco años tendrá el valor de cinco siclos de plata; una niña de esa edad, tres siclos de plata. Un hombre de más de sesenta años tendrá el valor de quince siclos de plata; una mujer de esa edad, diez siclos de plata. Si deseas hacer esa clase de voto, pero no te alcanza para pagar la cantidad requerida, lleva a la persona al sacerdote. Él determinará la cantidad que debes pagar de acuerdo a tus posibilidades. »Si el voto implica dar un animal aceptable como una ofrenda al SEÑOR, toda ofrenda al SEÑOR será considerada santa. No se te permite cambiarlo o sustituirlo por otro animal, ya sea un animal bueno por uno malo o uno malo por uno bueno. Pero si cambias un animal por otro, entonces tanto el primer animal como el sustituto se considerarán santos. Si tu voto tiene que ver con un animal impuro —uno que no es aceptable como ofrenda al SEÑOR— tendrás que llevar el animal al sacerdote. Él fijará el valor, y su valuación será definitiva, ya sea alta o baja. Si deseas recuperar el animal, tendrás que pagar el valor fijado por el sacerdote, más un veinte por ciento.