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Levítico 19:9-37

Levítico 19:9-37 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

»Cuando llegue el tiempo de la cosecha, no sieguen hasta el último rincón de sus campos ni recojan todas las espigas que allí queden. No rebusquen hasta el último racimo de sus viñas, ni recojan las uvas que se hayan caído. Déjenlas para los pobres y los extranjeros. Yo soy el SEÑOR su Dios. »No roben. »No mientan. »No engañen a su prójimo. »No juren en mi nombre falsamente, ni profanen el nombre de su Dios. Yo soy el SEÑOR. »No defraudes a tu prójimo ni lo despojes de nada. »No retengas la paga de tu jornalero hasta el día siguiente. »No maldigas al sordo ni pongas tropiezos al ciego, sino teme a tu Dios. Yo soy el SEÑOR. »No perviertas la justicia, ni te muestres parcial en favor del pobre o del rico, sino juzga a todos con justicia. »No andes difundiendo calumnias entre tu pueblo, ni expongas la vida de tu prójimo con falsos testimonios. Yo soy el SEÑOR. »No alimentes en tu corazón odios contra tu hermano, sino reprende con franqueza a tu prójimo para que no sufras las consecuencias de su pecado. »No seas vengativo con tu prójimo ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el SEÑOR. »Cumplan mis estatutos: »No crucen animales de especies diferentes. »No planten en su campo dos clases distintas de semilla. »No usen ropa tejida con dos clases distintas de hilo. »Si un hombre se acuesta con una esclava prometida a otro en matrimonio, pero que aún no ha sido rescatada ni declarada libre, a los dos se les impondrá el castigo debido, pero no se les condenará a muerte porque ella aún no ha sido declarada libre. No obstante, el hombre deberá ofrecer al SEÑOR un carnero como ofrenda por su culpa. Lo llevará a la entrada de la Tienda de reunión, y el sacerdote pedirá perdón ante el SEÑOR por el pecado cometido. De este modo su pecado será perdonado. »Cuando ustedes entren en la tierra y planten cualquier clase de árboles frutales, durante tres años no comerán su fruto, sino que lo considerarán inmundo. En el cuarto año todo su fruto será consagrado como una ofrenda de alabanza al SEÑOR, y en el quinto año ya podrán comer de su fruto. De este modo aumentarán sus cosechas. Yo soy el SEÑOR su Dios. »No coman nada que tenga sangre. »No practiquen la agorería ni la adivinación. »No se corten el cabello en redondo ni se despunten la barba. »No se hagan heridas en el cuerpo por causa de los muertos, ni tatuajes en la piel. Yo soy el SEÑOR. »No degraden a su hija haciendo de ella una prostituta, para que tampoco se prostituya la tierra ni se llene de perversidad. »Observen mis sábados y muestren reverencia por mi santuario. Yo soy el SEÑOR. »No acudan a los médiums, ni busquen a los espiritistas, porque se harán impuros por causa de ellos. Yo soy el SEÑOR su Dios. »Ponte de pie en presencia de los mayores. »Respeta a los ancianos. »Teme a tu Dios. Yo soy el SEÑOR. »Cuando algún extranjero se establezca en el país de ustedes, no lo traten mal. Al contrario, trátenlo como si fuera uno de ustedes. Ámenlo como a ustedes mismos, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto. Yo soy el SEÑOR su Dios. »No sean deshonestos falseando las medidas de longitud, de peso y de capacidad. Usen balanzas, pesas y medidas justas. Un efa exacto y un hin exacto. Yo soy el SEÑOR su Dios, que los saqué de Egipto. »Cumplan todos mis estatutos y obedezcan todas mis leyes. Yo soy el SEÑOR».

Levítico 19:9-37 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

»Cuando recojan sus cosechas, no corten las espigas que crecieron en los bordes del campo, ni levanten las espigas que queden en el suelo. Tampoco corten hasta el último racimo de uvas, ni levanten la fruta que se les caiga. Dejen todo eso para los pobres, sean israelitas o refugiados en el país. Yo soy el Dios de Israel. »No roben. No mientan. No se engañen unos a otros, ni usen mi nombre para prometer algo que no van a cumplir. Yo soy el Dios de Israel. »No maltraten a su prójimo, ni le quiten lo que le pertenece. »No dejen de pagarle a sus trabajadores al final de cada día. »No se burlen de los sordos, ni hagan tropezar a los ciegos. Muéstrenme respeto. Yo soy el Dios de Israel. »Si tienen que resolver algún asunto legal, no sean injustos. No favorezcan a nadie, sea pobre o sea rico. »No hagan chismes de nadie, pero digan la verdad si así pueden salvar la vida de otra persona. Yo soy el Dios de Israel. »No sean rencorosos ni vengativos. Cuando deban reprender a alguien, repréndanlo. No participen de la maldad de nadie. »Recuerden que cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo. »Obedezcan mis mandamientos. Yo soy el Dios de Israel. »No crucen sus ganados con animales de otras especies. No siembren en un mismo campo distintas clases de semillas. No se pongan ropa tejida con distintas clases de hilo. »Si alguien tiene relaciones sexuales con una esclava que está por casarse con otro hombre, pero que aún no ha sido puesta en libertad, tendrá que pagarle a ese hombre por el daño causado. Pero ni él ni ella serán condenados a muerte, porque ella no era libre. Además, para que yo le perdone su pecado, el hombre llevará un carnero al santuario para que el sacerdote me lo ofrezca. »Cuando ustedes ya estén en su territorio y planten árboles frutales, no deberán comer sus frutos durante tres años. Al cuarto año, harán una fiesta y consagrarán a Dios todos sus frutos. Solo en el quinto año podrán comer de sus frutos, que serán muy abundantes. Yo soy el Dios de Israel. »No coman nada que tenga sangre. »No practiquen ninguna clase de brujería. »No recorten las patillas de su cabello ni se afeiten la barba completamente, ni se hagan heridas ni tatuajes, como una manera de rendir culto a los muertos. Yo soy el Dios de Israel. »No obliguen a sus hijas a servir como prostitutas. Eso traerá una maldición sobre ellas y sobre el país. »Respeten el día de descanso, y respeten también mi santuario. Yo soy el Dios de Israel. »No consulten a los que dicen que hablan con los muertos. Si lo hacen, se volverán impuros. Yo soy el Dios de Israel. »Cuando estén ante un anciano o alguien mayor de edad, muestren respeto y pónganse de pie. »No molesten a los refugiados que vivan entre ustedes. Trátenlos como si fueran israelitas, y ámenlos como si fueran ustedes mismos, pues también ustedes fueron extranjeros en Egipto. Yo soy el Dios de Israel. »No hagan trampa con las pesas y medidas. Las balanzas, pesas y medidas que usen deben ser exactas. Yo soy su Dios, quien los sacó de Egipto. Por lo tanto, cumplan fielmente todos mis mandamientos. Yo soy el Dios de Israel.»

Levítico 19:9-37 Reina Valera Contemporánea (RVC)

»Cuando coseches tu trigo, no siegues hasta el último rincón de tu campo, ni espigues la parte segada. No rebusques tu viña, ni recojas las uvas que se te caigan; déjalas para los pobres y los extranjeros. Yo soy el Señor tu Dios. »No hurtes. »No engañes. »No se mientan el uno al otro. »No juren falsamente en mi nombre, ni profanen así mi nombre. Yo soy el Señor, su Dios. »No oprimas a tu prójimo. No le robes. »No retengas en tu casa, hasta el día siguiente, el salario del jornalero. »No maldigas al sordo, ni pongas tropiezo delante del ciego. Más bien, debes tener temor de mí. Yo soy el Señor tu Dios. »No seas injusto en el juicio. »No favorezcas al pobre ni complazcas al poderoso. »Trata a tu prójimo con justicia. »No propagues chismes entre tu pueblo. »No atentes contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor. »No abrigues en tu corazón odio contra tu hermano. »Razona con tu prójimo, para que no te hagas cómplice de su pecado. »No te vengues, ni guardes rencor contra los hijos de tu pueblo. »Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor. »Cumple con mis estatutos. »No cruces tu ganado con animales de otra especie. »No siembres en tu campo semillas mezcladas. »No te pongas vestidos con hilos mezclados. »Si alguien se acuesta con una esclava que ya esté desposada, pero que no haya sido rescatada ni haya recibido la libertad, ninguno de los dos morirá, porque ella no es libre, pero los dos serán azotados. En expiación por su culpa, el hombre presentará un carnero al Señor, y lo llevará a la entrada del tabernáculo de reunión. Con el carnero de la expiación el sacerdote lo reconciliará delante del Señor por el pecado cometido, y su pecado se le perdonará. »Cuando ustedes entren en la tierra y planten toda clase de árboles frutales, considerarán impuros los frutos de los primeros tres años. No deben comer sus frutos. Todos los frutos del cuarto año los consagrarán al Señor entre cantos de alabanza, y al quinto año ya podrán comer de sus frutos, pues yo haré que estos aumenten. Yo soy el Señor su Dios. »No coman nada con sangre. »No se dediquen a hacer predicciones ni adivinaciones. »No se hagan tonsuras en la cabeza, ni se corten la punta de la barba. »No se hagan cortes ni marcas en el cuerpo por causa de un muerto. Yo soy el Señor. »No ofendas a tu hija obligándola a prostituirse, para que la tierra no se prostituya y se llene de maldad. »Respeten mis días de reposo, y tengan mi santuario en reverencia. Yo soy el Señor. »No recurran a los encantadores ni a los adivinos. No los consulten ni se contaminen con ellos. Yo soy el Señor su Dios. »Levántate delante de las canas. Muestra respeto ante los ancianos. Muestra temor ante tu Dios. Yo soy el Señor. »No opriman a los extranjeros que habiten entre ustedes. Trátenlos como si fueran sus compatriotas, y ámenlos como a ustedes mismos, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto. Yo soy el Señor su Dios. »No sean injustos en el juicio, ni hagan trampa al medir terrenos, o al pesar o medir algo. Usen balanzas, pesas y medidas justas. Yo soy el Señor su Dios, que los sacó de la tierra de Egipto. »Cumplan con todos mis estatutos y con todas mis ordenanzas, y pónganlos en práctica. Yo soy el Señor.»

Levítico 19:9-37 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

»Cuando llegue el tiempo de la cosecha, no recojas hasta el último grano de tu campo ni rebusques las espigas que hayan quedado. No rebusques todas las uvas de tu viñedo ni recojas las uvas caídas; déjalas para los pobres y los extranjeros. Yo soy el Señor, el Dios de ustedes. »No roben. No mientan ni se engañen unos a otros. »No hagas promesas falsas en mi nombre, pues profanas el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor. »No uses la violencia contra tu prójimo ni le arrebates lo que es suyo. »No retengas la paga del trabajador hasta el día siguiente. »No maldigas al sordo. »No pongas ningún tropiezo en el camino del ciego. Muestra tu reverencia a Dios. Yo soy el Señor. »No actúes con injusticia cuando dictes sentencia: ni favorezcas al débil, ni te rindas ante el poderoso. Apégate a la justicia cuando dictes sentencia. »No andes con chismes entre tu gente. »No tomes parte en el asesinato de tu prójimo. Yo soy el Señor. »No abrigues en tu corazón odio contra tu hermano. »Reprende a tu prójimo cuando debas reprenderlo. No te hagas cómplice de su pecado. »No seas vengativo ni rencoroso con tu propia gente. Ama a tu prójimo, que es como tú mismo. Yo soy el Señor. »Pon en práctica mis leyes. »No cruces tu ganado con animales de diferente especie. »No siembres tu campo con diferentes semillas entremezcladas. »No te pongas ninguna ropa hecha con tela de materiales mezclados. »Si alguno se acuesta con una esclava destinada a otro hombre, pero que aún no ha sido comprada ni puesta en libertad, tendrá que pagar indemnización; pero no se les condenará a muerte, porque ella no es libre. El hombre presentará al Señor un carnero como sacrificio por la culpa, el cual deberá llevar hasta la entrada de la tienda del encuentro. Con este carnero como sacrificio por la culpa, el sacerdote pedirá al Señor que perdone el pecado de ese hombre, y el pecado cometido se le perdonará. »Cuando entren ustedes en el país y siembren árboles frutales, no deberán cortar ni comer sus frutos durante tres años. Al cuarto año todos sus frutos serán consagrados al Señor en una celebración, y al quinto año ya podrán ustedes comer su fruto. Así el árbol les dará más. Yo soy el Señor su Dios. »No coman nada que tenga sangre. »No practiquen la adivinación ni pretendan predecir el futuro. »No se corten el pelo en redondo, ni se recorten la punta de la barba. »No se hagan heridas en el cuerpo por causa de un muerto. No se hagan ninguna clase de tatuaje. Yo soy el Señor. »No deshonres a tu hija, convirtiéndola en una prostituta. No corrompas el país llenándolo de depravaciones. »Respeten mis sábados. Guarden reverencia por mi santuario. Yo soy el Señor. »No recurran a espíritus y adivinos. No se hagan impuros por consultarlos. Yo soy el Señor su Dios. »Ponte de pie y muestra respeto ante los ancianos. Muestra reverencia por tu Dios. Yo soy el Señor. »No hagan sufrir al extranjero que viva entre ustedes. Trátenlo como a uno de ustedes; ámenlo, pues es como ustedes. Además, también ustedes fueron extranjeros en Egipto. Yo soy el Señor su Dios. »No hagan trampa en la exactitud de medidas lineales, de peso o de capacidad. Deben usar balanzas, pesas y medidas exactas. Yo soy el Señor su Dios, que los sacó de Egipto. »Así que pongan en práctica mis leyes y decretos; cúmplanlos. Yo soy el Señor.»

Levítico 19:9-37 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Cuando siegues la mies de tu tierra, no segarás hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu tierra segada. Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo Jehová vuestro Dios. No hurtaréis, y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro. Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios. Yo Jehová. No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana. No maldecirás al sordo, y delante del ciego no pondrás tropiezo, sino que tendrás temor de tu Dios. Yo Jehová. No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo. No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová. No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado. No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová. Mis estatutos guardarás. No harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie; tu campo no sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestidos con mezcla de hilos. Si un hombre yaciere con una mujer que fuere sierva desposada con alguno, y no estuviere rescatada, ni le hubiere sido dada libertad, ambos serán azotados; no morirán, por cuanto ella no es libre. Y él traerá a Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión, un carnero en expiación por su culpa. Y con el carnero de la expiación lo reconciliará el sacerdote delante de Jehová, por su pecado que cometió; y se le perdonará su pecado que ha cometido. Y cuando entréis en la tierra, y plantéis toda clase de árboles frutales, consideraréis como incircunciso lo primero de su fruto; tres años os será incircunciso; su fruto no se comerá. Y el cuarto año todo su fruto será consagrado en alabanzas a Jehová. Mas al quinto año comeréis el fruto de él, para que os haga crecer su fruto. Yo Jehová vuestro Dios. No comeréis cosa alguna con sangre. No seréis agoreros, ni adivinos. No haréis tonsura en vuestras cabezas, ni dañaréis la punta de vuestra barba. Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová. No contaminarás a tu hija haciéndola fornicar, para que no se prostituya la tierra y se llene de maldad. Mis días de reposo guardaréis, y mi santuario tendréis en reverencia. Yo Jehová. No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios. Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová. Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis. Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios. No hagáis injusticia en juicio, en medida de tierra, en peso ni en otra medida. Balanzas justas, pesas justas y medidas justas tendréis. Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto. Guardad, pues, todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y ponedlos por obra. Yo Jehová.

Levítico 19:9-37 La Biblia de las Américas (LBLA)

»Cuando siegues la mies de tu tierra, no segarás hasta los últimos rincones de tu campo, ni espigarás el sobrante de tu mies. Tampoco rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; lo dejarás para el pobre y para el forastero. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios. »No hurtaréis, ni engañaréis, ni os mentiréis unos a otros. Y no juraréis en falso por mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios; yo soy el SEÑOR. »No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. El salario de un jornalero no ha de quedar contigo toda la noche hasta la mañana. No maldecirás al sordo, ni pondrás tropiezo delante del ciego, sino que tendrás temor de tu Dios; yo soy el SEÑOR. »No harás injusticia en el juicio; no favorecerás al pobre ni complacerás al rico, sino que con justicia juzgarás a tu prójimo. No andarás de calumniador entre tu pueblo; no harás nada contra la vida de tu prójimo; yo soy el SEÑOR. »No odiarás a tu compatriota en tu corazón; podrás ciertamente reprender a tu prójimo, pero no incurrirás en pecado a causa de él. No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo; yo soy el SEÑOR. »Mis estatutos guardaréis. No ayuntarás dos clases distintas de tu ganado; no sembrarás tu campo con dos clases de semilla, ni te pondrás un vestido con mezcla de dos clases de material. Si un hombre se acuesta con una mujer que sea sierva adquirida para otro hombre, pero que no haya sido redimida ni se le haya dado su libertad, habrá castigo; sin embargo no se les dará muerte, porque ella no era libre. Y él traerá al SEÑOR su ofrenda por la culpa a la entrada de la tienda de reunión; traerá un carnero como ofrenda por la culpa. Y el sacerdote hará expiación por él con el carnero de la ofrenda por la culpa, delante del SEÑOR, por el pecado que ha cometido; y el pecado que ha cometido le será perdonado. »Cuando entréis en la tierra y plantéis toda clase de árboles frutales, tendréis por prohibido su fruto. Por tres años os será prohibido; no se comerá. Pero en el cuarto año todo su fruto os será santo, una ofrenda de alabanza al SEÑOR. Mas en el quinto año comeréis de su fruto, para que os aumente su rendimiento; yo soy el SEÑOR vuestro Dios. »No comeréis cosa alguna con su sangre, ni seréis adivinos ni agoreros. No cortaréis en forma circular los extremos de vuestra cabellera, ni dañaréis los bordes de vuestra barba. No haréis sajaduras en vuestro cuerpo por un muerto, ni os haréis tatuajes; yo soy el SEÑOR. »No degradarás a tu hija haciendo que se prostituya, para que la tierra no se entregue a la prostitución ni se llene de corrupción. Mis días de reposo guardaréis y tendréis mi santuario en reverencia; yo soy el SEÑOR. »No os volváis a los médium ni a los espiritistas, ni los busquéis para ser contaminados por ellos. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios. »Delante de las canas te pondrás en pie; honrarás al anciano, y a tu Dios temerás; yo soy el SEÑOR. »Cuando un extranjero resida con vosotros en vuestra tierra, no lo maltrataréis. El extranjero que resida con vosotros os será como uno nacido entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto; yo soy el SEÑOR vuestro Dios. »No haréis injusticia en los juicios, ni en las medidas de peso ni de capacidad. Tendréis balanzas justas, pesas justas, un efa justo y un hin justo. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto. Así pues, observaréis todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y los cumpliréis; yo soy el SEÑOR».

Levítico 19:9-37 Nueva Traducción Viviente (NTV)

»Cuando recojas las cosechas de tu tierra, no siegues el grano en las orillas de tus campos ni levantes lo que caiga de los segadores. Harás lo mismo con la cosecha de la uva, no cortes hasta el último racimo de las vides ni recojas las uvas que caigan al suelo. Déjalas para los pobres y para los extranjeros que viven entre ustedes. Yo soy el SEÑOR tu Dios. »No robes. »No se engañen ni se estafen unos a otros. »No traigas vergüenza al nombre de tu Dios al usarlo para jurar en falso. Yo soy el SEÑOR. »No defraudes ni le robes a tu prójimo. »No retengas hasta el día siguiente el salario de tus obreros contratados. »No insultes al sordo ni hagas tropezar al ciego. Debes temer a tu Dios; yo soy el SEÑOR. »No tuerzas la justicia en asuntos legales al favorecer al pobre ni al ser parcial con el rico y poderoso. Siempre juzga con imparcialidad a las personas. »No disemines chismes difamatorios entre tu pueblo. »No te quedes con los brazos cruzados cuando la vida de tu prójimo corre peligro. Yo soy el SEÑOR. »No fomentes odio en tu corazón contra ninguno de tus parientes. Aclara los asuntos con la gente en forma directa, a fin de que no seas culpable de su pecado. »No busques vengarte, ni guardes rencor contra tus hermanos israelitas, sino ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el SEÑOR. »Deberás obedecer todos mis decretos. »No cruces dos animales de diferente especie. No siembres tu campo con dos clases distintas de semillas. No uses ropa tejida con dos clases diferentes de hilo. »Si un hombre tiene sexo con una esclava cuya libertad nunca ha sido comprada, pero está prometida a otro en matrimonio, este deberá pagar a su amo la compensación total. Pero ya que la mujer no es libre, ni el hombre ni la esclava serán condenados a muerte. Sin embargo, el hombre tendrá que llevar un carnero como ofrenda por la culpa y presentarlo al SEÑOR a la entrada del tabernáculo. El sacerdote entonces lo purificará ante el SEÑOR con el carnero de la ofrenda por la culpa, y al hombre se le perdonará el pecado. »Cuando entres en la tierra y plantes árboles frutales, no recogerás el fruto durante los primeros tres años sino que lo considerarás prohibido; no lo comas. En el cuarto año, toda la cosecha deberá ser consagrada al SEÑOR como una celebración de alabanza. Por último, en el quinto año podrás comer el fruto. Si lo haces de esta manera, tu cosecha aumentará. Yo soy el SEÑOR tu Dios. »No comas carne sin primero escurrirle la sangre. »No practiques la adivinación ni la brujería. »No te recortes el pelo de las sienes ni de la barba. »No te hagas cortes en el cuerpo por los muertos ni te hagas tatuajes en la piel. Yo soy el SEÑOR. »No deshonres a tu hija convirtiéndola en una prostituta, para que la tierra no se llene de prostitución y de perversidad. »Guarda mis días de descanso y muestra reverencia por mi santuario. Yo soy el SEÑOR. »No te contamines al recurrir a los médiums o a los que consultan con los espíritus de los muertos. Yo soy el SEÑOR tu Dios. »Ponte de pie en la presencia de los ancianos y muestra respeto por las personas de edad. Teme a tu Dios. Yo soy el SEÑOR. »No te aproveches de los extranjeros que viven entre ustedes en la tierra. Trátalos como a israelitas de nacimiento, y ámalos como a ti mismo. Recuerda que una vez fuiste extranjero cuando vivías en Egipto. Yo soy el SEÑOR tu Dios. »No emplees medidas falsas cuando midas la longitud, el peso o la capacidad. Tus balanzas y pesas deben ser exactas. Tus recipientes para medir materiales secos o líquidos deben ser exactos. Yo soy el SEÑOR tu Dios quien te sacó de la tierra de Egipto. »Asegúrate de obedecer todos mis decretos y mis ordenanzas poniéndolos en práctica. Yo soy el SEÑOR».