Levítico 17:1-7
Levítico 17:1-7 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles: Esto es lo que ha mandado Jehová: Cualquier varón de la casa de Israel que degollare buey o cordero o cabra, en el campamento o fuera de él, y no lo trajere a la puerta del tabernáculo de reunión para ofrecer ofrenda a Jehová delante del tabernáculo de Jehová, será culpado de sangre el tal varón; sangre derramó; será cortado el tal varón de entre su pueblo, a fin de que traigan los hijos de Israel sus sacrificios, los que sacrifican en medio del campo, para que los traigan a Jehová a la puerta del tabernáculo de reunión al sacerdote, y sacrifiquen ellos sacrificios de paz a Jehová. Y el sacerdote esparcirá la sangre sobre el altar de Jehová a la puerta del tabernáculo de reunión, y quemará la grosura en olor grato a Jehová. Y nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios, tras de los cuales han fornicado; tendrán esto por estatuto perpetuo por sus edades.
Levítico 17:1-7 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
El SEÑOR ordenó a Moisés que dijera a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas: «Esto es lo que ha mandado el SEÑOR: »Cualquier israelita que sacrifique una res, un cordero o una cabra, en el campamento o fuera de él, en lugar de traerlo a la entrada de la Tienda de reunión del SEÑOR para presentarlo como ofrenda, será considerado culpable de haber derramado sangre y será eliminado de su pueblo. El propósito de este mandamiento es que los israelitas lleven al SEÑOR los sacrificios que suelen hacer en el campo. Deberán llevarlos al sacerdote, a la entrada de la Tienda de reunión, y ofrecérselos al SEÑOR como sacrificios de comunión. El sacerdote derramará la sangre sobre el altar del SEÑOR, a la entrada de la Tienda de reunión, y quemará la grasa como aroma grato al SEÑOR. Y nunca más volverán a ofrecer ningún sacrificio a sus ídolos que tienen forma de machos cabríos, con los que se han prostituido. Este es un estatuto perpetuo para ellos y para sus descendientes.
Levítico 17:1-7 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Dios le ordenó a Moisés que les diera las siguientes instrucciones a los sacerdotes y a todos los israelitas: «Si un israelita piensa presentarme un toro, una oveja o una cabra como ofrenda, deberá matar el animal a la entrada del santuario. Si lo mata en cualquier otro lugar, dentro o fuera del campamento, comete un crimen, y deberá ser expulsado del país. »Los israelitas que me presenten esos animales como ofrenda para pedirme salud y bienestar deberán traerlos a la entrada del santuario. Allí se los entregarán al sacerdote, y él me los presentará. Luego el sacerdote rociará mi altar con la sangre de esos animales, y quemará la grasa en mi honor, como ofrenda de aroma agradable. Así los israelitas dejarán de presentar ofrendas a los demonios con figura de chivo. Esta orden no cambiará jamás.
Levítico 17:1-7 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El Señor habló con Moisés, y le dijo: «Habla con Aarón y sus hijos, y con todo el pueblo de Israel, y diles que esto es lo que yo, el Señor, les ordeno hacer: »Todo israelita que dentro del campamento o fuera de él degüelle un buey, un cordero o una cabra, y no lo lleve a la entrada del tabernáculo de reunión para ofrecerlo al Señor como ofrenda delante de su tabernáculo, será culpable, pues ha derramado sangre. Por lo tanto, ese hombre será eliminado de su pueblo, a fin de que los hijos de Israel traigan al Señor los sacrificios que ofrecen en medio del campo y los presenten al sacerdote a la entrada del tabernáculo de reunión, para que ellos ofrezcan sacrificios de paz al Señor. El sacerdote rociará la sangre sobre el altar del Señor, a la entrada del tabernáculo de reunión, y quemará la grasa en olor grato en honor del Señor, y nunca más ofrecerán sus sacrificios a esos demonios, por los cuales se han prostituido. Este será un estatuto perpetuo para todos sus descendientes.
Levítico 17:1-7 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: «Diles a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas, que el Señor ha dado las siguientes órdenes: »Cualquier israelita que mate un toro, un cordero o una cabra, dentro o fuera del campamento, y que no lo traiga a la entrada de la tienda del encuentro para presentarlo como ofrenda al Señor ante su santuario, será culpable de derramamiento de sangre y, por lo tanto, será eliminado de entre su gente. Esto es para que los israelitas ofrezcan al Señor los animales que maten al aire libre, y los lleven al sacerdote a la entrada de la tienda del encuentro, para que él los ofrezca por ellos como sacrificio de reconciliación. El sacerdote rociará la sangre sobre el altar del Señor, a la entrada de la tienda del encuentro, y quemará la grasa como aroma agradable al Señor. Y nunca más volverán a presentar sus sacrificios a esos demonios, a los que han adorado y por los que se han corrompido. Esta será una ley permanente para ustedes, que pasará de padres a hijos.
Levítico 17:1-7 La Biblia de las Américas (LBLA)
Entonces habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles: «Esto es lo que el SEÑOR ha ordenado, diciendo: Cualquier hombre de la casa de Israel que degüelle un buey, un cordero o una cabra en el campamento, o el que lo degüelle fuera del campamento, sin llevarlo a la puerta de la tienda de reunión para presentarlo como una ofrenda al SEÑOR, delante del tabernáculo del SEÑOR, ese hombre será culpable de la sangre. Ha derramado sangre y ese hombre será cortado de entre su pueblo. Esto es para que los hijos de Israel traigan los sacrificios que sacrificaban en campo abierto, los traigan al SEÑOR a la puerta de la tienda de reunión, al sacerdote, y los sacrifiquen como sacrificios de las ofrendas de paz al SEÑOR. Y el sacerdote rociará la sangre sobre el altar del SEÑOR a la puerta de la tienda de reunión, y quemará la grasa como aroma agradable al SEÑOR. Y ya no sacrificarán sus sacrificios a los demonios con los cuales se prostituyen. Esto les será estatuto perpetuo por todas sus generaciones».
Levítico 17:1-7 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: «Da las siguientes instrucciones a Aarón, a sus hijos y a todo el pueblo de Israel. Esto es lo que el SEÑOR ha ordenado. »Si algún israelita de nacimiento sacrifica un toro, un cordero o una cabra, dentro o fuera del campamento en vez de llevarlo a la entrada del tabernáculo para presentarlo como una ofrenda al SEÑOR, esa persona será tan culpable como un asesino. Esa persona ha derramado sangre y será excluida de la comunidad. El propósito de esta regla es evitar que los israelitas sacrifiquen animales en campo abierto; asegurará que lleven sus sacrificios al sacerdote a la entrada del tabernáculo, para que él pueda presentar los animales al SEÑOR como ofrendas de paz. Entonces el sacerdote podrá salpicar la sangre sobre el altar del SEÑOR a la entrada del tabernáculo, y podrá quemar la grasa como un aroma agradable al SEÑOR. El pueblo ya no debe serle infiel al SEÑOR al ofrecer sacrificios a ídolos que tienen forma de cabra. Esta es una ley perpetua para el pueblo; tendrá que obedecerla de generación en generación.