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Levítico 14:21-32

Levítico 14:21-32 Reina Valera Contemporánea (RVC)

»Si el que se purifica es pobre, y no tiene para comprar tanto, tomará como ofrenda de reconciliación un cordero, para que sea ofrecido como ofrenda mecida por la culpa, y como ofrenda dos litros de flor de harina amasada con aceite, medio litro de aceite, y dos tórtolas o dos palominos, según sus posibilidades; uno de ellos será para expiación por el pecado, y el otro para holocausto. Ocho días después de su purificación llevará todo esto al sacerdote, a la entrada del tabernáculo de reunión, delante del Señor. Entonces el sacerdote tomará el cordero de la expiación por la culpa, y el medio litro de aceite, y los mecerá como ofrenda mecida delante del Señor. Luego degollará el cordero de la culpa, y tomará un poco de la sangre de la culpa, y se la untará al que se purifica en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho. Luego, el sacerdote echará un poco de aceite sobre la palma de su mano izquierda, y con su dedo derecho rociará siete veces, delante del Señor, el aceite que tiene en la mano izquierda. Además, el aceite que tiene en la mano se lo untará al que se purifica en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho, junto al lugar de la sangre de la culpa. El aceite que el sacerdote tenga aún en la mano lo untará en la cabeza del que se purifica, para reconciliarlo delante del Señor. Ofrecerá además una de las tórtolas o uno de los palominos, según sus posibilidades; uno de ellos como sacrificio de expiación por el pecado, y el otro en holocausto, además de la ofrenda. Así el sacerdote hará expiación delante del Señor por el que se purifica.» Esta ley es para los que han tenido una plaga de lepra y no tienen más que dar para su purificación.

Levítico 14:21-32 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

»Si el que se purifica es pobre y no tiene para comprar lo requerido, tomará como sacrificio por la culpa un solo cordero, el cual será mecido para obtener el perdón de sus pecados. También llevará como ofrenda de cereal la décima parte de un efa de harina refinada amasada con aceite, y un log de aceite, junto con dos tórtolas o dos pichones de paloma, según lo que pueda pagar, uno como sacrificio por el perdón y otro como holocausto. »Al octavo día los llevará a la entrada de la Tienda de reunión, ante el sacerdote, para su purificación en presencia del SEÑOR. El sacerdote tomará el cordero del sacrificio por la culpa, junto con el aceite, y los mecerá ante el SEÑOR, pues se trata de una ofrenda mecida. Después degollará al cordero del sacrificio por la culpa, tomará un poco de sangre y la untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho del que se purifica. El sacerdote se echará aceite en la palma de la mano izquierda, y con el dedo índice de su mano derecha lo rociará siete veces ante el SEÑOR. Luego, al que se purifica, el sacerdote le untará un poco del aceite que quede en la mano. Se lo untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho, allí donde puso la sangre del sacrificio por la culpa. El aceite que quede en la mano lo untará en la cabeza del que se purifica, y así obtendrá el perdón de sus pecados ante el SEÑOR. Luego ofrecerá las tórtolas o los pichones de paloma, según lo que pueda pagar el oferente, uno como sacrificio por el perdón y otro como holocausto, junto con la ofrenda de cereal. Así, el sacerdote obtendrá ante el SEÑOR el perdón de pecados en favor del que se purifica». Esta ley se aplicará a la persona que haya contraído una infección cutánea y no tenga para pagar las ofrendas regulares de su purificación.

Levítico 14:21-32 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

»Si la persona enferma es pobre y no tiene para tanto, tomará un cordero como sacrificio por la culpa y lo presentará como ofrenda especial para obtener el perdón de sus pecados, con un poco más de dos kilos de la mejor harina amasada con aceite, como ofrenda de cereales, y la tercera parte de un litro de aceite y dos tórtolas, o dos pichones de paloma, según sus posibilidades, uno como sacrificio por el pecado y el otro como holocausto. Al octavo día llevará todo esto al sacerdote, para su purificación; lo entregará en presencia del Señor, a la entrada de la tienda del encuentro. El sacerdote tomará el cordero del sacrificio por la culpa y la tercera parte de un litro de aceite, y los presentará ante el Señor como ofrenda especial; degollará el cordero del sacrificio por la culpa y, tomando un poco de la sangre del cordero, se la untará al que se purifica, en la parte inferior de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho; luego se echará un poco de aceite en la palma de la mano izquierda, y con el dedo derecho rociará siete veces ante el Señor parte del aceite que tiene en la mano. También le untará al que se purifica un poco de aceite en la parte inferior de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho, es decir, en el mismo lugar en que le puso la sangre del sacrificio por la culpa. El resto del aceite lo untará el sacerdote en la cabeza del que se purifica, para que este obtenga así del Señor el perdón de su pecado. Luego ofrecerá el sacerdote una de las tórtolas o uno de los pichones de paloma, según lo que haya podido ofrecer el que se purifica. Una de las aves será como sacrificio por el pecado, y la otra como holocausto, además de la ofrenda de cereales. Así el sacerdote obtendrá del Señor el perdón para el que se purifica.» Estas son las instrucciones para los enfermos con llagas de lepra, que no puedan dar una ofrenda mayor por su purificación.

Levítico 14:21-32 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Mas si fuere pobre, y no tuviere para tanto, entonces tomará un cordero para ser ofrecido como ofrenda mecida por la culpa, para reconciliarse, y una décima de efa de flor de harina amasada con aceite para ofrenda, y un log de aceite, y dos tórtolas o dos palominos, según pueda; uno será para expiación por el pecado, y el otro para holocausto. Al octavo día de su purificación traerá estas cosas al sacerdote, a la puerta del tabernáculo de reunión, delante de Jehová. Y el sacerdote tomará el cordero de la expiación por la culpa, y el log de aceite, y los mecerá el sacerdote como ofrenda mecida delante de Jehová. Luego degollará el cordero de la culpa, y el sacerdote tomará de la sangre de la culpa, y la pondrá sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho. Y el sacerdote echará del aceite sobre la palma de su mano izquierda; y con su dedo derecho el sacerdote rociará del aceite que tiene en su mano izquierda, siete veces delante de Jehová. También el sacerdote pondrá del aceite que tiene en su mano sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho, en el lugar de la sangre de la culpa. Y lo que sobre del aceite que el sacerdote tiene en su mano, lo pondrá sobre la cabeza del que se purifica, para reconciliarlo delante de Jehová. Asimismo ofrecerá una de las tórtolas o uno de los palominos, según pueda. Uno en sacrificio de expiación por el pecado, y el otro en holocausto, además de la ofrenda; y hará el sacerdote expiación por el que se ha de purificar, delante de Jehová. Esta es la ley para el que hubiere tenido plaga de lepra, y no tuviere más para su purificación.

Levítico 14:21-32 La Biblia de las Américas (LBLA)

Pero si es pobre y no tiene suficientes recursos, entonces tomará un cordero como ofrenda por la culpa, como ofrenda mecida, a fin de hacer expiación por él, y una décima de un efa de flor de harina mezclada con aceite para ofrenda de cereal, y un log de aceite, y dos tórtolas o dos pichones, según sus recursos, uno será como ofrenda por el pecado y el otro para holocausto. Al octavo día los llevará al sacerdote para ofrecerlos por su purificación, a la entrada de la tienda de reunión, delante del SEÑOR. Y el sacerdote tomará el cordero de la ofrenda por la culpa y el log de aceite, y los presentará como ofrenda mecida delante del SEÑOR. Luego degollará el cordero de la ofrenda por la culpa, y el sacerdote tomará de la sangre de la ofrenda por la culpa y la pondrá sobre el lóbulo de la oreja derecha del que ha de ser purificado, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho. El sacerdote derramará también del aceite sobre la palma de su mano izquierda; y con el dedo de su mano derecha rociará el sacerdote un poco del aceite que está en la palma de su mano izquierda siete veces delante del SEÑOR. Después el sacerdote pondrá del aceite que está en su mano sobre el lóbulo de la oreja derecha del que ha de ser purificado, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho, en el lugar de la sangre de la ofrenda por la culpa. Y el resto del aceite que está en la mano del sacerdote lo pondrá en la cabeza del que ha de ser purificado, a fin de hacer expiación por él delante del SEÑOR. Entonces ofrecerá una de las tórtolas o de los pichones, según sus recursos. Ofrecerá lo que pueda, uno como ofrenda por el pecado, y el otro como holocausto, junto con la ofrenda de cereal. Así el sacerdote hará expiación delante del SEÑOR en favor del que ha de ser purificado. Esta es la ley para el que tenga infección de lepra, cuyos recursos para su purificación sean limitados.

Levítico 14:21-32 Nueva Traducción Viviente (NTV)

»Aquel que sea demasiado pobre y no tenga para comprar estas ofrendas podrá llevar un cordero para la ofrenda por la culpa, para que se levante como una ofrenda especial para purificación. También deberá llevar dos litros de harina selecta humedecida con aceite de oliva para la ofrenda de grano y una taza de aceite de oliva. La ofrenda también debe incluir dos tórtolas o dos pichones de paloma, según sus posibilidades. Una de ellas deberá ser usada para la ofrenda por el pecado y la otra para la ofrenda quemada. Al octavo día de la ceremonia de la purificación, la persona que está siendo purificada debe llevar las ofrendas al sacerdote en la presencia del SEÑOR a la entrada del tabernáculo. Entonces el sacerdote tomará el cordero para la ofrenda por la culpa, junto con el aceite de oliva, y los levantará como una ofrenda especial para el SEÑOR. Después matará al cordero para la ofrenda por la culpa. Tomará un poco de la sangre y la untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que se purifica. »El sacerdote también derramará un poco del aceite de oliva en la palma de su propia mano izquierda. Mojará el dedo derecho en el aceite de la palma y lo rociará siete veces ante el SEÑOR. A continuación untará un poco del aceite que está en la palma de la mano sobre la sangre de la ofrenda por la culpa que está en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que está siendo purificada. El sacerdote untará el resto del aceite que le quede en la mano sobre la cabeza del que está siendo purificado. Mediante este proceso, el sacerdote purificará a la persona ante el SEÑOR. »Después el sacerdote ofrecerá las dos tórtolas o los dos pichones de paloma, según lo que la persona pueda pagar. Una de las aves es una ofrenda por el pecado y la otra, una ofrenda quemada; serán presentadas junto con la ofrenda de grano. Mediante este proceso, el sacerdote purificará a la persona ante el SEÑOR. Estas son las instrucciones para la purificación de los que se han recuperado de una enfermedad grave de la piel, pero no les alcanza para llevar las ofrendas que se requieren normalmente para la ceremonia de purificación».