Levítico 10:12-20
Levítico 10:12-20 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Moisés dijo a Aarón, y también a Eleazar e Itamar, los hijos que le quedaban a Aarón: «Tomen la ofrenda de cereal que ha quedado de la ofrenda puesta al fuego ante el SEÑOR y cómanla sin levadura, junto al altar, porque es sumamente sagrada. Cómanla en un lugar santo, porque así se me ha mandado. Es un estatuto para ti y para tus hijos con respecto a la ofrenda puesta al fuego ante el SEÑOR. »Tú y tus hijos e hijas podrán comer también, en un lugar puro, el pecho que es ofrenda mecida y el muslo dado como contribución. Ambos son parte de los sacrificios de comunión de los israelitas, y a ti y a tus hijos se les han dado como estatuto. Tanto el muslo como el pecho serán presentados junto con la ofrenda de la grasa puesta al fuego, para ofrecérselos al SEÑOR como ofrenda mecida. Será un estatuto perpetuo para ti y para tus hijos, tal como lo ha mandado el SEÑOR». Moisés pidió con insistencia el macho cabrío del sacrificio por el perdón de pecados, pero este ya había sido quemado en el fuego. Irritado con Eleazar e Itamar, los hijos sobrevivientes de Aarón, les preguntó: —¿Por qué no comieron el sacrificio por el perdón dentro del santuario? Es un sacrificio sumamente sagrado; se les dio para quitar la culpa de la comunidad y obtener el perdón de los pecados de ellos ante el SEÑOR. Si no se introdujo en el Lugar Santo la sangre del macho cabrío, ustedes debieron haberse comido el animal en el área del santuario, tal como se lo mandé. Entonces Aarón respondió a Moisés: —Hoy mis hijos ofrecieron ante el SEÑOR su sacrificio por el perdón y su holocausto, ¡y es cuando tenía que sucederme semejante desgracia! Si hoy hubiera yo comido del sacrificio por el perdón, ¿le habría parecido correcto al SEÑOR? Al oír esto, Moisés quedó satisfecho con la respuesta.
Levítico 10:12-20 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Moisés también les dijo a Aarón y a sus dos hijos, Itamar y Eleazar: «Entre las ofrendas que se queman en honor de Dios, la de cereales es muy especial. Así que deben hacer con ella un pan sin levadura. Ese pan lo comerán junto al altar, que es el lugar apartado para eso. »Además, cuando el pueblo presente ofrendas para pedirle a Dios salud y bienestar, tú y tus hijos y tus hijas podrán quedarse con el pecho y la pierna del animal, pues esto es lo que les corresponde. Deberán comerlos en un lugar limpio, pero antes de eso realizarán la ceremonia de ofrecimiento ante el altar de Dios, y quemarán la grasa del animal. Esta orden es de Dios, y no cambiará jamás». Poco después Moisés preguntó por el chivo que se ofrece para el perdón de los pecados. Cuando supo que ya había sido quemado sobre el altar, se enojó con Itamar y Eleazar, y les dijo: —¿Por qué no se comieron el chivo en el santuario? Ustedes saben que se trata de una ofrenda muy especial; ¡es una ofrenda para el perdón de pecados! Con esa ofrenda, Dios los perdona a ustedes y al pueblo. Como la sangre no fue llevada al interior del santuario, ustedes debían haberse comido la ofrenda en el lugar apartado para eso, tal como yo les ordené. Aarón le respondió: —Hoy mis hijos, Nadab y Abihú, presentaron delante de Dios su ofrenda para el perdón de sus pecados, y también quemaron una ofrenda en honor de Dios. Sin embargo, tuve la desgracia de perderlos. ¿Crees que le habría gustado a Dios que hoy también hubiera comido de la ofrenda para el perdón de pecados? Al oír Moisés la respuesta de Aarón, se dio por satisfecho.
Levítico 10:12-20 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Luego Moisés les dijo a Aarón y a los hijos que le quedaban, Eleazar e Itamar: «Tomen lo que queda de la ofrenda de grano, después de que se haya presentado una porción como ofrenda especial al SEÑOR, y cómanla junto al altar. Es sumamente santa, por lo tanto, asegúrense de que no contenga levadura. Deberán comerla en un lugar sagrado, porque se les dio a ustedes y a sus descendientes como su porción de las ofrendas especiales que se presentan al SEÑOR. Estos son los mandatos que me fueron dados. Sin embargo, el pecho y el muslo que fueron levantados como ofrenda especial podrán comérselos en cualquier lugar que sea ceremonialmente puro. Estas partes se te han dado a ti y a tus descendientes como su porción de las ofrendas de paz presentadas por el pueblo de Israel. Deberán levantar el muslo y el pecho como ofrenda especial al SEÑOR, junto con la grasa de las ofrendas especiales. Estas partes te pertenecerán a ti y a tus descendientes, tal como el SEÑOR ha ordenado». Luego Moisés les preguntó qué había sucedido con el chivo de la ofrenda por el pecado. Cuando descubrió que había sido quemado, se enojó mucho con Eleazar e Itamar, los hijos que le quedaban a Aarón. —¿Por qué no comieron la ofrenda por el pecado en el lugar sagrado? —les preguntó—. ¡Es una ofrenda santa! El SEÑOR se la dio a ustedes para quitar la culpa de la comunidad y purificar al pueblo, y hacerlo justo ante el SEÑOR. Puesto que la sangre del animal no fue llevada al Lugar Santo, ustedes debieron haberse comido la carne en el lugar sagrado, como lo ordené. Aarón le contestó a Moisés: —Hoy, mis hijos presentaron al SEÑOR tanto su ofrenda por el pecado como su ofrenda quemada. No obstante, me ocurrió esta tragedia. ¿Le habría agradado al SEÑOR si yo hubiera comido la ofrenda por el pecado del pueblo en un día tan trágico como este? Cuando Moisés escuchó esto, quedó satisfecho.
Levítico 10:12-20 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Entonces Moisés le dijo a Aarón, y también a Eleazar y a Itamar, los hijos que le habían quedado: «Tomen la ofrenda que queda de las ofrendas encendidas al Señor, y cómanla sin levadura junto al altar. Se trata de una ofrenda muy santa, así que deben comerla en un lugar santo. Esto deben hacerlo tú y tus hijos con las ofrendas encendidas al Señor, porque así se me ha ordenado. Además, tú y tus hijos y tus hijas deben comer en un lugar limpio el pecho mecido y la espaldilla elevada, porque son tuyos y de tus hijos. Por derecho les han sido dados de los sacrificios de paz de los hijos de Israel. Llevarán ante el Señor la espaldilla que se eleva y el pecho que se mece como ofrenda, junto con las ofrendas de las grasas que se queman. Por derecho perpetuo serán tuyos y de tus hijos, tal y como el Señor lo ha ordenado.» Moisés preguntó entonces por el macho cabrío de la expiación, y como resultó que ya había sido quemado, se enojó contra Eleazar e Itamar, los hijos de Aarón que habían quedado, y les dijo: «¿Por qué no comieron la ofrenda de expiación en un lugar santo? Se trata de una ofrenda muy santa, y el Señor se la dio a ustedes para que llevaran la iniquidad de la congregación, y para que sean reconciliados delante del Señor. Miren, la sangre no fue llevada adentro del santuario; y ustedes debían haber comido la ofrenda en un lugar santo, como yo lo ordené.» Aarón le respondió a Moisés: «Mira, mis hijos han ofrecido hoy su expiación y su holocausto delante del Señor, ¡y es a mí a quien tenía que sucederme todo esto! ¿Le habría agradado al Señor que yo hubiera comido hoy del sacrificio de expiación?» Al oír esto, Moisés se dio por satisfecho.
Levítico 10:12-20 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Después Moisés les dijo a Aarón y a Eleazar e Itamar, los dos hijos que le quedaban a Aarón: —Tomen la ofrenda de cereales que ha quedado de las ofrendas quemadas al Señor, y cómanla sin levadura junto al altar, porque es una cosa santísima. Cómanla en un lugar sagrado, porque eso es lo que les ha tocado a ti y a tus hijos de las ofrendas que se queman en honor del Señor. Eso es lo que se me ha ordenado. Y el pecho, que es la ofrenda especial, y el muslo, que es la contribución, los deberán comer en un lugar puro tú, y tus hijos e hijas, porque esa es la parte que les corresponde de los sacrificios de reconciliación de los israelitas. El muslo, que es la contribución, y el pecho, que es la ofrenda especial, serán llevados ante el Señor y presentados como ofrenda especial, junto con las grasas que se ofrecen para ser quemadas. Esta parte será siempre tuya y de tus hijos, tal como el Señor lo ha ordenado. Entonces Moisés preguntó por el chivo que se sacrifica por el pecado, y se encontró con que ya lo habían quemado. Entonces se enojó con Eleazar e Itamar, los dos hijos que le quedaban a Aarón, y les dijo: —¿Por qué no comieron el sacrificio por el pecado en un lugar sagrado? Es una cosa santísima, y el Señor se lo dio a ustedes para que ustedes carguen con la culpa de la comunidad y obtengan del Señor el perdón de sus pecados. Puesto que la sangre no fue llevada al interior del santuario, ustedes tenían que haber comido el sacrificio en ese lugar sagrado, tal como yo lo había ordenado. Y Aarón le contestó: —Mira, hoy han presentado ellos ante el Señor sus sacrificios por el pecado y sus holocaustos, y a mí me han sucedido cosas como estas. Si yo hubiera comido hoy del sacrificio por el pecado, ¿le habría agradado al Señor? Al oír esto, Moisés se dio por satisfecho.
Levítico 10:12-20 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y Moisés dijo a Aarón, y a Eleazar y a Itamar sus hijos que habían quedado: Tomad la ofrenda que queda de las ofrendas encendidas a Jehová, y comedla sin levadura junto al altar, porque es cosa muy santa. La comeréis, pues, en lugar santo; porque esto es para ti y para tus hijos, de las ofrendas encendidas a Jehová, pues que así me ha sido mandado. Comeréis asimismo en lugar limpio, tú y tus hijos y tus hijas contigo, el pecho mecido y la espaldilla elevada, porque por derecho son tuyos y de tus hijos, dados de los sacrificios de paz de los hijos de Israel. Con las ofrendas de las grosuras que se han de quemar, traerán la espaldilla que se ha de elevar y el pecho que será mecido como ofrenda mecida delante de Jehová; y será por derecho perpetuo tuyo y de tus hijos, como Jehová lo ha mandado. Y Moisés preguntó por el macho cabrío de la expiación, y se halló que había sido quemado; y se enojó contra Eleazar e Itamar, los hijos que habían quedado de Aarón, diciendo: ¿Por qué no comisteis la expiación en lugar santo? Pues es muy santa, y la dio él a vosotros para llevar la iniquidad de la congregación, para que sean reconciliados delante de Jehová. Ved que la sangre no fue llevada dentro del santuario; y vosotros debíais comer la ofrenda en el lugar santo, como yo mandé. Y respondió Aarón a Moisés: He aquí hoy han ofrecido su expiación y su holocausto delante de Jehová; pero a mí me han sucedido estas cosas, y si hubiera yo comido hoy del sacrificio de expiación, ¿sería esto grato a Jehová? Y cuando Moisés oyó esto, se dio por satisfecho.
Levítico 10:12-20 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y Moisés dijo a Aarón y a los hijos que le quedaban, Eleazar e Itamar: Tomad la ofrenda de cereal que queda de las ofrendas encendidas para el SEÑOR, y comedla sin levadura junto al altar, porque es santísima. La comeréis, pues, en lugar santo, porque es la porción tuya y la porción de tus hijos de las ofrendas encendidas al SEÑOR; porque así se me ha ordenado. Sin embargo, el pecho de la ofrenda mecida y la pierna de la ofrenda podéis comerlos en un lugar limpio, tú, y tus hijos y tus hijas contigo; porque han sido dadas como la porción tuya y la de tus hijos de los sacrificios de las ofrendas de paz de los hijos de Israel. La pierna que fue ofrecida levantándola, y el pecho que fue ofrecido meciéndolo, los traerán junto con las ofrendas encendidas de los pedazos de grasa, para presentarlos como ofrenda mecida delante del SEÑOR; así será para siempre la porción tuya y la de tus hijos contigo, tal como el SEÑOR ha ordenado. Y Moisés preguntó con diligencia por el macho cabrío de la ofrenda por el pecado, y he aquí que había sido quemado. Y se enojó con Eleazar e Itamar, los hijos que le habían quedado a Aarón, diciendo: ¿Por qué no comisteis la ofrenda por el pecado en el lugar santo? Porque es santísima y os ha sido dada para quitar la culpa de la congregación, para hacer expiación por ellos delante del SEÑOR. He aquí, puesto que la sangre no había sido traída dentro, al santuario, ciertamente debíais haber comido la ofrenda en el santuario, tal como yo ordené. Pero Aarón dijo a Moisés: Mira, hoy mismo han presentado ellos su ofrenda por el pecado y su holocausto delante del SEÑOR. Ya que esto me ha sucedido, si yo hubiera comido hoy de la ofrenda por el pecado, ¿hubiera sido grato a los ojos del SEÑOR? Cuando Moisés oyó esto, quedó satisfecho.