Levítico 10:1-2
Levítico 10:1-2 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Pero Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, pusieron en ellos fuego e incienso y ofrecieron ante el SEÑOR un fuego ilícito, pues él no lo había mandado. Entonces salió de la presencia del SEÑOR un fuego que los consumió y murieron ante él.
Levítico 10:1-2 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Nadab y Abihú, que eran hijos de Aarón, tomaron sus hornillos y quemaron incienso en ellos. Pero no lo hicieron como Dios lo había ordenado, así que Dios envió fuego contra ellos y les quitó la vida.
Levítico 10:1-2 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario y pusieron fuego e incienso en ellos, y ofrecieron delante del Señor un fuego extraño, que él nunca les mandó ofrecer. Entonces, de la presencia del Señor salió un fuego que los quemó, y murieron delante del Señor.
Levítico 10:1-2 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su brasero, pusieron lumbre e incienso en ellos y ofrecieron ante el Señor un fuego extraño que él no les había ordenado. Entonces salió fuego de la presencia del Señor y los quemó por completo. Así murieron ante el Señor.
Levítico 10:1-2 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová.
Levítico 10:1-2 La Biblia de las Américas (LBLA)
Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron sus respectivos incensarios, y después de poner fuego en ellos y echar incienso sobre él, ofrecieron delante del SEÑOR fuego extraño, que Él no les había ordenado. Y de la presencia del SEÑOR salió fuego que los consumió, y murieron delante del SEÑOR.
Levítico 10:1-2 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Nadab y Abiú, hijos de Aarón, pusieron carbones encendidos en sus incensarios y encima esparcieron incienso. De esta manera, desobedecieron al SEÑOR al quemar ante él un fuego equivocado, diferente al que él había ordenado. Como consecuencia, un fuego ardiente salió de la presencia del SEÑOR y los consumió por completo, y murieron ahí ante el SEÑOR.