Lamentaciones 3:22-25
Lamentaciones 3:22-25 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Por el gran amor del SEÑOR no hemos sido consumidos y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! Me digo a mí mismo: «El SEÑOR es mi herencia. ¡En él esperaré!». Bueno es el SEÑOR con quienes esperan en él, con todos los que lo buscan.
Lamentaciones 3:22-25 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
S é que no hemos sido destruidos porque Dios nos tiene compasión. Sé que cada mañana se renuevan su gran amor y su fidelidad. Por eso digo que en él confío; ¡Dios es todo para mí! I nvito a todos a confiar en Dios porque él es bondadoso.
Lamentaciones 3:22-25 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos; ¡nunca su misericordia se ha agotado! ¡Grande es su fidelidad, y cada mañana se renueva! Por eso digo con toda el alma: «¡El Señor es mi herencia, y en él confío!» Es bueno el Señor con quienes le buscan, con quienes en él esperan.
Lamentaciones 3:22-25 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El amor del Señor no tiene fin, ni se han agotado sus bondades. Cada mañana se renuevan; ¡qué grande es su fidelidad! Y me digo: ¡El Señor lo es todo para mí; por eso en él confío! El Señor es bueno con los que en él confían, con los que a él recurren.
Lamentaciones 3:22-25 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.
Lamentaciones 3:22-25 La Biblia de las Américas (LBLA)
Que las misericordias del SEÑOR jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡grande es tu fidelidad! El SEÑOR es mi porción —dice mi alma— por eso en Él espero. Bueno es el SEÑOR para los que en Él esperan, para el alma que le busca.
Lamentaciones 3:22-25 Nueva Traducción Viviente (NTV)
¡El fiel amor del SEÑOR nunca se acaba! Sus misericordias jamás terminan. Grande es su fidelidad; sus misericordias son nuevas cada mañana. Me digo: «El SEÑOR es mi herencia, por lo tanto, ¡esperaré en él!». El SEÑOR es bueno con los que dependen de él, con aquellos que lo buscan.