Lamentaciones 1:1-4
Lamentaciones 1:1-4 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
¡Cómo ha quedado sola la ciudad populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, La señora de provincias ha sido hecha tributaria. Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas están en sus mejillas. No tiene quien la consuele de todos sus amantes; Todos sus amigos le faltaron, se le volvieron enemigos. Judá ha ido en cautiverio a causa de la aflicción y de la dura servidumbre; Ella habitó entre las naciones, y no halló descanso; Todos sus perseguidores la alcanzaron entre las estrechuras. Las calzadas de Sion tienen luto, porque no hay quien venga a las fiestas solemnes; Todas sus puertas están asoladas, sus sacerdotes gimen, Sus vírgenes están afligidas, y ella tiene amargura.
Lamentaciones 1:1-4 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
¡Cuán solitaria se encuentra la que fue ciudad populosa! ¡Tiene apariencia de viuda la que fue grande entre las naciones! ¡Hoy es esclava de las provincias la que fue gran señora entre ellas! Amargamente llora por la noche; corren las lágrimas por sus mejillas. No hay entre sus amantes uno solo que la consuele. Todos sus amigos la traicionaron; se volvieron sus enemigos. En aflicción y con trabajos forzados Judá marchó al exilio. Habita entre las naciones sin encontrar reposo. Todos sus perseguidores la acosan, la ponen en aprietos. Los caminos a Sión están de duelo; ya nadie asiste a sus fiestas solemnes. Las puertas de la ciudad se ven desoladas: sollozan sus sacerdotes, se turban sus doncellas, ¡toda ella es amargura!
Lamentaciones 1:1-4 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
¡ P obrecita de ti, Jerusalén! Antes eras la más famosa de todas las ciudades. ¡Antes estabas llena de gente, pero te has quedado muy sola, te has quedado viuda! ¡Fuiste la reina de las naciones, pero hoy eres esclava de ellas! O lvidada y bañada en lágrimas pasas todas las noches. Muchos decían que te amaban, pero hoy nadie te consuela. Los que se decían tus amigos hoy son tus enemigos. B ajo el peso de las cadenas, la gente de Judá salió prisionera. Sus enemigos los atraparon y los maltrataron con crueldad. Ahora son esclavos en países lejanos, y no han dejado de sufrir. R uido ya no se escucha en tus portones, Jerusalén. ¡Qué triste es ver tus calles desiertas! Los sacerdotes lloran y las jóvenes se afligen. Todo en ti es amargura; ya nadie viene a tus fiestas.
Lamentaciones 1:1-4 Reina Valera Contemporánea (RVC)
¡Cuán solitaria ha quedado la otrora ciudad populosa! ¡Cual viuda ha quedado la capital de las naciones! ¡La princesa de las provincias es ahora tributaria! Por las noches, amargas lágrimas corren por sus mejillas. Ni uno solo de sus amantes viene a consolarla. Sus amigos le fallaron; ¡se volvieron sus enemigos! Presa de la aflicción y de cruel esclavitud, Judá marcha al cautiverio; ahora habita entre las naciones sin hallar descanso alguno. La acosan sus perseguidores, la ponen en aprietos. De luto están los caminos de Sión. Ya nadie asiste a las fiestas. Todas sus puertas están derribadas. Sus sacerdotes lloran. Amargada está Sión, y afligidas sus doncellas.
Lamentaciones 1:1-4 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
¡Cuán solitaria ha quedado la ciudad antes llena de gente! ¡Tiene apariencia de viuda la ciudad capital de los pueblos! ¡Sometida está a trabajos forzados la princesa de los reinos! Se ahoga en llanto por las noches; lágrimas corren por sus mejillas. De entre todos sus amantes no hay uno que la consuele. Todos sus amigos la han traicionado; se han vuelto sus enemigos. A más de sufrimientos y duros trabajos, Judá sufre ahora el cautiverio. La que antes reinaba entre los pueblos, ahora no encuentra reposo. Los que la perseguían, la alcanzaron y la pusieron en aprietos. ¡Qué tristes están los caminos de Sión! ¡No hay nadie que venga a las fiestas! Las puertas de la ciudad están desiertas, los sacerdotes lloran, las jóvenes se afligen y Jerusalén pasa amarguras.
Lamentaciones 1:1-4 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
¡Cómo ha quedado sola la ciudad populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, La señora de provincias ha sido hecha tributaria. Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas están en sus mejillas. No tiene quien la consuele de todos sus amantes; Todos sus amigos le faltaron, se le volvieron enemigos. Judá ha ido en cautiverio a causa de la aflicción y de la dura servidumbre; Ella habitó entre las naciones, y no halló descanso; Todos sus perseguidores la alcanzaron entre las estrechuras. Las calzadas de Sion tienen luto, porque no hay quien venga a las fiestas solemnes; Todas sus puertas están asoladas, sus sacerdotes gimen, Sus vírgenes están afligidas, y ella tiene amargura.
Lamentaciones 1:1-4 La Biblia de las Américas (LBLA)
¡Cómo yace solitaria la ciudad de tanta gente! Se ha vuelto como una viuda la grande entre las naciones; la princesa entre las provincias se ha convertido en tributaria. Amargamente llora en la noche, y las lágrimas corren por sus mejillas; no hay quien la consuele entre todos sus amantes. Todos sus amigos la han traicionado, se le han convertido en enemigos. Judá ha ido al destierro bajo aflicción y bajo dura servidumbre. Ella habita entre las naciones, mas no halla descanso; todos sus perseguidores la han alcanzado en medio de la angustia. Los caminos de Sión están de luto, porque nadie viene a las fiestas solemnes. Todas sus puertas están desoladas, gimen sus sacerdotes, sus vírgenes están afligidas, y ella misma está amargada.
Lamentaciones 1:1-4 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Jerusalén, antes colmada de gente, ahora está desierta. La que en su día fue grande entre las naciones ahora queda sola como una viuda. La que antes era la reina de toda la tierra ahora es una esclava. Durante toda la noche solloza; las lágrimas corren por sus mejillas. De todos sus amantes, no hay quien la consuele. Todos sus amigos la traicionaron y se volvieron sus enemigos. Judá fue llevada al cautiverio, oprimida por la cruel esclavitud. Vive entre naciones extranjeras y no tiene lugar donde descansar. Sus enemigos la persiguieron y la alcanzaron y ya no tiene a quien recurrir. Los caminos a Jerusalén están de luto, porque las multitudes ya no vienen para celebrar los festivales. En las puertas de la ciudad hay silencio, sus sacerdotes gimen, sus mujeres jóvenes lloran; ¡qué amarga es su suerte!