Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Josué 11:1-15

Josué 11:1-15 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

Cuando Jabín, rey de Jazor, se enteró de todo lo ocurrido, convocó a Jobab, rey de Madón, y a los reyes de Simrón y de Acsaf. También llamó a los reyes de la región montañosa del norte; a los de la región al sur del lago Quinéret; a los de la llanura y a los de Nafot Dor, al occidente. Llamó además a los cananeos de oriente y occidente, a los amorreos, a los hititas, a los ferezeos, a los jebuseos de las montañas y a los heveos que viven en las laderas del monte Hermón en Mizpa. Salieron con sus ejércitos, caballos y carros de guerra. Eran tan numerosos que parecían arena a la orilla del mar. Todos esos reyes formaron un solo ejército y acamparon junto a las aguas de Merón para pelear contra Israel. Entonces el SEÑOR dijo a Josué: «No les tengas miedo, porque mañana, a esta hora, yo daré muerte a todos ellos delante de Israel. Ustedes, por su parte, romperán las patas de sus caballos e incendiarán sus carros de guerra». Así que Josué partió acompañado de sus guerreros y tomó por sorpresa a sus enemigos junto a las aguas de Merón. El SEÑOR los entregó en manos de los israelitas, quienes los atacaron y persiguieron hasta la gran ciudad de Sidón, y hasta Misrefot Mayin y el valle de Mizpa al este, y no quedaron sobrevivientes. Josué cumplió con todo lo que el SEÑOR había ordenado: rompió las patas de los caballos del enemigo e incendió sus carros de guerra. Al regreso Josué conquistó Jazor y mató a filo de espada a su rey, pues Jazor había sido cabecera de todos aquellos reinados. Los israelitas mataron a espada todo cuanto tenía vida. Arrasaron la ciudad y le prendieron fuego. Josué conquistó todas las ciudades de aquellos reinos junto con sus reyes; a estos mató a filo de espada, destruyéndolos por completo. Así obedeció Josué todo lo que Moisés, siervo del SEÑOR, había mandado. Las ciudades que estaban sobre los cerros fueron las únicas que los israelitas no quemaron, excepto Jazor, que sí fue incendiada. Los israelitas tomaron como botín de guerra todas las pertenencias y el ganado de esas ciudades, pero mataron a todos los hombres a filo de espada, de modo que ninguno quedó con vida. Así como el SEÑOR había ordenado a su siervo Moisés, también Moisés se lo ordenó a Josué. Y este, por su parte, cumplió al pie de la letra todo lo que el SEÑOR había ordenado a Moisés.

Compartir
Lee Josué 11

Josué 11:1-15 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Cuando Jabín, el rey de Hasor, se enteró de las victorias de Israel, envió un mensaje a los reyes vecinos pidiéndoles que se unieran con él para pelear contra los israelitas. Envió este mensaje al rey Jobab de Madón, a los reyes de Simrón y Acsaf, a los reyes de la región montañosa del norte, a los del valle del Jordán que está al sur del Lago de Galilea, a los de la llanura, y a los de la zona de Dor, hacia el oeste. También envió este mensaje a los cananeos de ambos lados del Jordán, a los amorreos, a los hititas, a los ferezeos, a los jebuseos de las montañas, y a los heveos que vivían al pie del monte Hermón, en la región de Mispá. Y vinieron esos reyes con todos sus soldados, caballos y carros de guerra. Eran tantos como la arena del mar, pues no se podían contar. Todos estos reyes se reunieron cerca del arroyo de Merom, y acamparon allí, dispuestos a pelear contra los israelitas. Dios le dijo a Josué: «No les tengas miedo, porque mañana a esta hora ya los habré matado a todos delante de Israel. Pero ustedes, por su parte, tendrán que dejar inútiles a los caballos y prenderles fuego a los carros de guerra». Josué, con todo su ejército, los atacó por sorpresa cerca del arroyo de Merom, y Dios les dio la victoria a los israelitas. Ellos atacaron y persiguieron a sus enemigos hacia el norte, hasta la gran ciudad de Sidón y hasta Misrefot-maim, y al este hasta el valle de Mispá. Los guerreros de Josué siguieron peleando hasta no dejar a nadie con vida. Además, Josué cumplió con lo que Dios le había ordenado: dejó inútiles los caballos y les prendió fuego a los carros de guerra. En esa época, el rey de Hasor gobernaba sobre los otros reinos de la región. Así que después de la batalla Josué y sus guerreros fueron a Hasor y la atacaron. Tomaron la ciudad, y mataron al rey y a todos los que vivían allí. No quedó nadie con vida, y la ciudad fue incendiada. Josué conquistó todas estas ciudades con sus reyes, y les ordenó a sus guerreros: «Maten a todos sus habitantes, tal como nos lo mandó Moisés, el servidor de Dios». Los israelitas no le prendieron fuego a ninguna de las ciudades construidas sobre los cerros, sino solamente a la ciudad de Hasor. Se quedaron con las cosas que allí había y con los animales, pero mataron a todos sus habitantes. No dejaron a nadie con vida. Moisés le dio a Josué las órdenes que había recibido de Dios, y Josué cumplió todo al pie de la letra.

Compartir
Lee Josué 11

Josué 11:1-15 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Cuando Jabín, que era rey de Jazor, se enteró de esto, pidió ayuda a Jobab, rey de Madón, a los reyes de Simerón y Acsaf, y a los reyes de las montañas del norte, a los del Arabá al sur de Cineret, a los de los llanos, y a los de las regiones de Dor al occidente; lo mismo que a los cananeos de oriente y de occidente, y a los amorreos, hititas, ferezeos y jebuseos de las montañas, y a los jivitas al pie del monte Hermón, en la región de Mispá. Todos estos reyes salieron con sus ejércitos. Eran tantos los soldados, y tantos sus caballos y carros de guerra, que se parecían a la arena del mar. Estos reyes se unieron y acamparon junto a los manantiales de Merón, para pelear contra Israel. Pero el Señor le dijo a Josué: «No tengas miedo, que mañana a esta hora estarán muertos delante de Israel. Tú les cortarás las patas a sus caballos, y les prenderás fuego a sus carros.» Josué y toda su gente de guerra les cayeron por sorpresa junto a los manantiales de Merón, y el Señor los entregó en sus manos. Los hirieron y persiguieron desde Sidón la grande hasta Misrefot Mayin y el llano de Mispá, al oriente. Hirieron a todos, y ninguno de ellos quedó con vida. Además, Josué hizo lo que el Señor les ordenó hacer: les cortó las patas a sus caballos, y a sus carros les prendió fuego. A su regreso, Josué tomó a Jazor y mató a filo de espada a su rey, pues Jazor había encabezado a todos estos reinos. Mataron a filo de espada a todo lo que tenía vida en la ciudad. Todo lo destruyeron por completo. No quedó nada que respirara. Y finalmente, le prendieron fuego a la ciudad de Jazor. De igual manera tomó Josué a todas las ciudades, junto con sus reyes. Los mató a filo de espada y acabó con ellos, tal y como lo había ordenado Moisés, el siervo del Señor. Las ciudades que estaban sobre las colinas no fueron quemadas; únicamente quemaron a Jazor. Los hijos de Israel tomaron todo el botín y las bestias de aquellas ciudades, e hirieron a filo de espada y mataron a todos los hombres, y ninguno quedó con vida. Todo lo hicieron tal y como el Señor se lo ordenó a su siervo Moisés, y este a Josué, quien cumplió las ordenes al pie de la letra.

Compartir
Lee Josué 11

Josué 11:1-15 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

Cuando Jabín, el rey de Hasor, supo todo esto, mandó mensajeros para hacer un pacto con el rey Jobab de Madón y con los reyes de Simrón y de Acsaf, y con todos los reyes de la región montañosa del norte, del valle del Jordán al sur del lago Quinéret, de la llanura y de las cercanías de Dor hacia el oeste, con los cananeos del este y del oeste, con los amorreos, los hititas, los ferezeos, los jebuseos de las montañas y los heveos del monte Hermón, en la región de Mispá. Todos estos reyes salieron con sus ejércitos y con muchísimos caballos y carros de guerra. Eran tantos los soldados que no se podían contar, como los granitos de arena a la orilla del mar. Todos ellos hicieron un pacto, y acamparon junto a las aguas de Merom, para atacar a los israelitas. Pero el Señor le dijo a Josué: «No les tengas miedo, porque yo haré que mañana, a esta misma hora, todos ellos caigan muertos delante de ustedes. Y tú, rómpeles las patas a sus caballos y prende fuego a sus carros de guerra.» Entonces Josué y todos sus guerreros los atacaron por sorpresa junto a las aguas de Merom, y el Señor les dio la victoria a los israelitas, de modo que los fueron atacando y persiguiendo hasta la gran ciudad de Sidón y Misrefot-maim, y por el oriente hasta el llano de Mispá. Ni uno solo de ellos quedó con vida. Josué cumplió con lo que el Señor le había ordenado, pues les rompió las patas a los caballos del enemigo y quemó sus carros de guerra. Después regresó y tomó la ciudad de Hasor, que había sido el centro de aquel pacto, y mató a su rey y a todos los que vivían allí. Todo lo destruyeron por completo, y quemaron la ciudad. Y lo mismo hizo con las demás ciudades de aquel pacto: las tomó y mató a sus reyes, y los destruyó por completo, tal como se lo había mandado Moisés, el siervo del Señor. Sin embargo, los israelitas no quemaron ninguna de las ciudades que estaban sobre colinas, sino solamente a Hasor. Mataron a filo de espada a todos los que vivían en esas ciudades, sin dejar con vida a ninguno, y tomaron posesión de todos los animales y cosas que había en ellas. El Señor le había dado sus órdenes a Moisés, y Moisés se las dio a Josué, quien las cumplió en todo, sin pasar por alto ninguna de ellas.

Compartir
Lee Josué 11

Josué 11:1-15 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Cuando oyó esto Jabín rey de Hazor, envió mensaje a Jobab rey de Madón, al rey de Simrón, al rey de Acsaf, y a los reyes que estaban en la región del norte en las montañas, y en el Arabá al sur de Cineret, en los llanos, y en las regiones de Dor al occidente; y al cananeo que estaba al oriente y al occidente, al amorreo, al heteo, al ferezeo, al jebuseo en las montañas, y al heveo al pie de Hermón en tierra de Mizpa. Estos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar en multitud, con muchísimos caballos y carros de guerra. Todos estos reyes se unieron, y vinieron y acamparon unidos junto a las aguas de Merom, para pelear contra Israel. Mas Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos, porque mañana a esta hora yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel; desjarretarás sus caballos, y sus carros quemarás a fuego. Y Josué, y toda la gente de guerra con él, vino de repente contra ellos junto a las aguas de Merom. Y los entregó Jehová en manos de Israel, y los hirieron y los siguieron hasta Sidón la grande y hasta Misrefotmaim, y hasta el llano de Mizpa al oriente, hiriéndolos hasta que no les dejaron ninguno. Y Josué hizo con ellos como Jehová le había mandado: desjarretó sus caballos, y sus carros quemó a fuego. Y volviendo Josué, tomó en el mismo tiempo a Hazor, y mató a espada a su rey; pues Hazor había sido antes cabeza de todos estos reinos. Y mataron a espada todo cuanto en ella tenía vida, destruyéndolo por completo, sin quedar nada que respirase; y a Hazor pusieron fuego. Asimismo tomó Josué todas las ciudades de aquellos reyes, y a todos los reyes de ellas, y los hirió a filo de espada, y los destruyó, como Moisés siervo de Jehová lo había mandado. Pero a todas las ciudades que estaban sobre colinas, no las quemó Israel; únicamente a Hazor quemó Josué. Y los hijos de Israel tomaron para sí todo el botín y las bestias de aquellas ciudades; mas a todos los hombres hirieron a filo de espada hasta destruirlos, sin dejar alguno con vida. De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés su siervo, así Moisés lo mandó a Josué; y así Josué lo hizo, sin quitar palabra de todo lo que Jehová había mandado a Moisés.

Compartir
Lee Josué 11

Josué 11:1-15 La Biblia de las Américas (LBLA)

Y aconteció que cuando se enteró Jabín, rey de Hazor, envió mensajeros a Jobab, rey de Madón, al rey de Simrón, al rey de Acsaf, y a los reyes que estaban al norte en la región montañosa, en el Arabá al sur de Cineret, y en las tierras bajas y en las alturas de Dor al occidente; al cananeo que estaba al oriente y al occidente, al amorreo, al hitita, al ferezeo y al jebuseo en la región montañosa, y al heveo al pie del Hermón en la tierra de Mizpa. Y salieron ellos, y todos sus ejércitos con ellos, tanta gente como la arena que está a la orilla del mar, con muchísimos caballos y carros. Así que todos estos reyes, habiendo acordado unirse, vinieron y acamparon juntos cerca de las aguas de Merom para pelear contra Israel. Entonces dijo el SEÑOR a Josué: No temas a causa de ellos, porque mañana a esta hora yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel; desjarretarás sus caballos y quemarás sus carros a fuego. Y Josué, y toda la gente de guerra con él, vino de repente sobre ellos junto a las aguas de Merom, y los atacó. Y el SEÑOR los entregó en manos de Israel, los derrotaron y los persiguieron hasta Sidón la grande, hasta Misrefot-maim y hasta el valle de Mizpa al oriente; los hirieron hasta que no les quedó sobreviviente alguno. Y Josué hizo con ellos como el SEÑOR le había mandado: desjarretó sus caballos y quemó sus carros a fuego. Por ese mismo tiempo Josué volvió y se apoderó de Hazor e hirió a espada a su rey; porque Hazor antes había sido cabeza de todos estos reinos. E hirieron a filo de espada a todas las personas que había en ella, destruyéndolas por completo; no quedó nadie con vida, y a Hazor le prendió fuego. Y tomó Josué todas las ciudades de estos reyes, y a todos sus reyes los hirió a filo de espada y los destruyó por completo; tal como Moisés, siervo del SEÑOR, había ordenado. Sin embargo, Israel no quemó ninguna de las ciudades que estaban sobre sus colinas, con la única excepción de Hazor, la cual Josué quemó. Y los hijos de Israel tomaron como botín todos los despojos de estas ciudades y el ganado; mas a los hombres hirieron a filo de espada hasta destruirlos. No dejaron a ninguno con vida. Tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés su siervo, así Moisés lo ordenó a Josué, y así Josué lo hizo; no dejó de hacer nada de todo lo que el SEÑOR había ordenado a Moisés.

Compartir
Lee Josué 11

Josué 11:1-15 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Cuando el rey Jabín, de Hazor, oyó lo que había sucedido, envió un mensaje a los siguientes reyes: al rey Jobab, de Madón; al rey de Simrón; al rey de Acsaf; a todos los reyes de la zona montañosa del norte; a los reyes del valle del Jordán, al sur de Galilea; a los reyes de las colinas de Galilea; a los reyes de Nafot-dor, al occidente; a los reyes de Canaán, tanto del oriente como del occidente; y a los reyes de los amorreos, de los hititas, de los ferezeos, de los jebuseos en la zona montañosa y de los heveos en las ciudades que están en las laderas del monte Hermón, en la tierra de Mizpa. Todos esos reyes salieron a pelear. Sus ejércitos unidos formaban una inmensa multitud. Y con todos sus caballos y carros de guerra cubrieron el terreno como la arena a la orilla del mar. Los reyes unieron sus fuerzas y establecieron su campamento alrededor de las aguas que están cerca de Merom para pelear contra Israel. Entonces el SEÑOR le dijo a Josué: «No les tengas miedo. Mañana, a esta hora, los entregaré a todos muertos en manos de Israel. Después lisia sus caballos y quema sus carros de guerra». Así que Josué y todos sus hombres de guerra avanzaron hasta las aguas que están cerca de Merom y atacaron por sorpresa. Y el SEÑOR les dio la victoria sobre sus enemigos. Los israelitas los persiguieron tan lejos como Gran Sidón y Misrefot-maim y, hacia el oriente, por el valle de Mizpa, hasta que no quedó ningún guerrero del enemigo con vida. Después Josué lisió los caballos y quemó todos los carros de guerra, tal como el SEÑOR había indicado. Luego Josué regresó y tomó Hazor y mató a su rey. (Hazor había sido por un tiempo la capital de todos esos reinos). Los israelitas destruyeron por completo a todo ser viviente de la ciudad, sin dejar sobrevivientes. No se le perdonó la vida a nadie. Y después Josué quemó la ciudad. Josué masacró a todos los demás reyes y a sus pueblos, los destruyó por completo, tal como lo había ordenado Moisés, siervo del SEÑOR. Pero los israelitas no quemaron ninguna de las ciudades construidas sobre collados salvo Hazor, la cual Josué quemó. Y los israelitas se quedaron con todo el botín y con los animales de las ciudades devastadas; pero mataron a toda la gente, sin dejar a nadie con vida. Tal como el SEÑOR le había ordenado a su siervo Moisés, también Moisés le ordenó a Josué. Y Josué hizo lo que se le indicó, obedeció cuidadosamente todos los mandatos que el SEÑOR le había dado a Moisés.

Compartir
Lee Josué 11