Josué 10:12-14
Josué 10:12-14 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El día que el SEÑOR les dio a los israelitas la victoria sobre los amorreos, Josué oró al SEÑOR delante de todo el pueblo de Israel y dijo: «Que el sol se detenga sobre Gabaón, y la luna, sobre el valle de Ajalón». Entonces el sol se detuvo y la luna se quedó en su sitio hasta que la nación de Israel terminó de derrotar a sus enemigos. ¿Acaso no está registrado ese suceso en El libro de Jaser? El sol se detuvo en medio del cielo y no se ocultó como en un día normal. Jamás, ni antes ni después, hubo un día como ese, cuando el SEÑOR contestó semejante oración. ¡Sin duda, ese día el SEÑOR peleó por Israel!
Josué 10:12-14 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Ese día en que el SEÑOR entregó a los amorreos en manos de los israelitas, Josué habló al SEÑOR y luego dijo en presencia de todo el pueblo: «Sol, detente en Gabaón; luna, párate sobre el valle de Ayalón». El sol se detuvo y la luna se paró, hasta que Israel se vengó de sus adversarios. Esto está escrito en el libro de Jaser. Y, en efecto, el sol se detuvo en medio del cielo y no se movió de allí por casi un día entero. Nunca antes ni después ha habido un día como aquel; fue el día en que el SEÑOR escuchó los ruegos de un ser humano. ¡No cabe duda de que el SEÑOR estaba peleando por Israel!
Josué 10:12-14 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
El día en que Dios les dio la victoria sobre los amorreos, Josué oró a Dios, y delante de todos los israelitas exclamó: «Sol, no te muevas; quédate en Gabaón. Y tú, luna, espera en el valle de Aialón. »Y el sol se detuvo, y la luna no se movió, hasta que los israelitas se vengaron de sus enemigos». Esto ha quedado registrado así en el libro del Justo. El sol se quedó quieto en medio del cielo, y durante casi un día entero no se ocultó. Jamás hubo ni habrá un día como este, en que Dios escuchó los ruegos de un hombre. ¡Y es que Dios peleaba por los israelitas!
Josué 10:12-14 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El día en que los amorreos fueron vencidos, Josué le habló al Señor en presencia de los israelitas, y dijo: «Sol, deténte en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ayalón. Y el sol y la luna se detuvieron. Y el pueblo se vengó de sus enemigos.» ¿Acaso esto no está escrito en el libro de Jaser? El sol se detuvo en medio del cielo, y durante casi un día entero no se apresuró a ocultarse. Nunca antes hubo un día como ese, ni lo habrá después, en que el Señor atendió a la voz de un hombre y peleó a favor de Israel, su pueblo.
Josué 10:12-14 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Cuando el Señor entregó a los amorreos en manos de los israelitas, Josué le habló al Señor delante del pueblo y dijo: «Párate, sol, en Gabaón; párate, luna, en el valle de Aialón.» Y el sol y la luna se detuvieron hasta que el pueblo se vengó del enemigo. Esto es lo que dice el Libro del Justo. El sol se detuvo en medio del cielo, y por casi un día entero no se puso. Ni antes ni después ha habido otro día como aquel en que el Señor escuchó la voz de un hombre, pues el Señor peleaba a favor de Israel.
Josué 10:12-14 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón. Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero. Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel.
Josué 10:12-14 La Biblia de las Américas (LBLA)
Entonces Josué habló al SEÑOR el día en que el SEÑOR entregó a los amorreos delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de Israel: Sol, detente en Gabaón, y tú luna, en el valle de Ajalón. Y el sol se detuvo, y la luna se paró, hasta que la nación se vengó de sus enemigos. ¿No está esto escrito en el libro de Jaser? Y el sol se detuvo en medio del cielo y no se apresuró a ponerse como por un día entero. Y ni antes ni después hubo día como aquel, cuando el SEÑOR prestó atención a la voz de un hombre; porque el SEÑOR peleó por Israel.