Jonás 3:1-5
Jonás 3:1-5 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
La palabra del SEÑOR vino por segunda vez a Jonás: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive y proclámale el mensaje que te voy a dar». Jonás se levantó y se encaminó a Nínive, como el SEÑOR le ordenó. Nínive era una ciudad tan grande que se necesitaban tres días para recorrerla. Jonás entró en la ciudad y la recorrió todo un día, mientras proclamaba: «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!». Y los ninivitas creyeron a Dios, proclamaron ayuno y, desde el mayor hasta el menor, se vistieron con ropa áspera en señal de arrepentimiento.
Jonás 3:1-5 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Dios volvió a hablarle a Jonás, y le dio esta orden: «¡Levántate, ve a la gran ciudad de Nínive! Anúnciales el mensaje que voy a darte». Esta vez Jonás sí obedeció a Dios: se levantó y se fue a Nínive. Aquella ciudad era tan grande que para recorrerla toda se necesitaban tres días completos. Jonás entró en la ciudad, y durante todo un día estuvo anunciando: «¡Dentro de cuarenta días Dios va a destruir esta ciudad!» Entonces toda la gente de Nínive dejó de hacer lo malo y decidió obedecer solo a Dios. Y como querían demostrar que deseaban cambiar su manera de vivir, se pusieron ropa de tela áspera y ayunaron. Todos ellos, desde el más rico hasta el más pobre, no comieron nada ese día.
Jonás 3:1-5 Reina Valera Contemporánea (RVC)
La palabra del Señor vino a Jonás por segunda vez, y le dijo: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive, y proclama allí el mensaje que yo te daré.» Jonás se levantó y, conforme a la palabra del Señor, fue a Nínive. Y era Nínive una ciudad grande en extremo, de tres días de camino. Jonás comenzó a recorrer la ciudad, camino de un día, y en su predicación decía: «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!» Todos los habitantes de Nínive creyeron a Dios y decretaron ayuno, y desde el mayor hasta el menor se vistieron de cilicio.
Jonás 3:1-5 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El Señor se dirigió por segunda vez a Jonás, y le dijo: «Anda, vete a la gran ciudad de Nínive y anuncia lo que te voy a decir.» Jonás se puso en marcha y fue a Nínive, como el Señor se lo había ordenado. Nínive era una ciudad tan grande que para recorrerla toda había que caminar tres días. Jonás entró en la ciudad y caminó todo un día, diciendo a grandes voces: «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!» Los habitantes de la ciudad, grandes y pequeños, creyeron en Dios, proclamaron ayuno y se pusieron ropas ásperas en señal de dolor.
Jonás 3:1-5 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Vino palabra de Jehová por segunda vez a Jonás, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré. Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová. Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino. Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida. Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.
Jonás 3:1-5 La Biblia de las Américas (LBLA)
Vino palabra del SEÑOR por segunda vez a Jonás, diciendo: Levántate, ve a Nínive, la gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré. Y Jonás se levantó y fue a Nínive conforme a la palabra del SEÑOR. Y Nínive era una ciudad sumamente grande, de un recorrido de tres días. Jonás comenzó a recorrer la ciudad camino de un día, y proclamaba, diciendo: Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada. Y los habitantes de Nínive creyeron en Dios, y proclamaron ayuno y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.
Jonás 3:1-5 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El SEÑOR habló por segunda vez a Jonás: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive y entrega el mensaje que te he dado». Esta vez Jonás obedeció el mandato del SEÑOR y fue a Nínive, una ciudad tan grande que tomaba tres días recorrerla toda. El día que Jonás entró en la ciudad, proclamó a la multitud: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida». Entonces la gente de Nínive creyó el mensaje de Dios y desde el más importante hasta el menos importante declararon ayuno y se vistieron de tela áspera en señal de remordimiento.