Job 9:3-14
Job 9:3-14 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Si uno quisiera disputar con él, de mil cosas no podría responderle una sola. Profunda es su sabiduría, vasto su poder. ¿Quién puede desafiarlo y salir bien librado? Él mueve montañas sin que estas lo sepan, y en su enojo las trastorna. Él remueve los cimientos de la tierra y hace que se estremezcan sus columnas. Reprende al sol y su brillo se apaga; eclipsa la luz de las estrellas. Él se basta para extender los cielos; somete a su dominio las olas del mar. Él creó la Osa Mayor y el Orión, las Pléyades y las constelaciones del sur. Él realiza maravillas insondables, portentos que no pueden contarse. Si pasara junto a mí, no podría verlo; si se alejara, no alcanzaría a percibirlo. Si de algo se adueñara, ¿quién lo haría desistir? ¿Quién puede cuestionar sus actos? Dios no contiene su enojo; aun Rahab y sus secuaces se postran a sus pies. »¿Cómo entonces podré yo responderle? ¿Dónde hallar palabras para contradecirle?
Job 9:3-14 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
ni puede tampoco discutir con él. Dios puede hacer mil preguntas, y nadie puede responderle. ¿Quién puede desafiar a Dios y esperar salir victorioso? Su sabiduría es muy profunda, y su poder es muy grande. Cuando Dios se enoja, cambia de lugar las montañas sin que nadie se dé cuenta; también cambia de lugar a la tierra, y la hace temblar hasta sus bases. Reprende al sol, y el sol no sale; también apaga la luz de las estrellas. Con su poder extiende el cielo y calma las olas del mar. Dios creó todas las estrellas, y las agrupó en constelaciones: la Osa Mayor, la Cruz del Sur, Orión y las Siete Cabritas. »Dios hace cosas tan maravillosas que es muy difícil comprenderlas, y más aún, hablar de ellas. Si Dios pasara junto a mí, me sería imposible verlo; si se alejara de mí, no me daría cuenta. Si quisiera tomar algo, ¿quién podría ordenarle no hacerlo? Cuando Dios se enoja, hasta el mar y sus olas se rinden ante él. »Si esto es así, ¿cómo voy a poder responderle?
Job 9:3-14 Reina Valera Contemporánea (RVC)
De ninguna manera pretendo contender con él, porque no podría responderle una cosa entre mil. Su corazón es sabio, y grande es su poder; nadie puede desafiarlo y salir bien librado. En su furor, hace polvo las montañas, y nadie sabe quién las hizo añicos. Hace que la tierra se sacuda, y que sus bases se estremezcan; ordena al sol no salir, y este no sale; a las estrellas les quita su brillo; extiende los cielos como un manto, y se pasea sobre las olas del mar; él hizo la Osa, las Pléyades y el Orión, y las constelaciones del sur; sus grandes maravillas nadie las puede entender; son tan numerosas que nadie las puede contar. Si él pasara frente a mí, no lo podría contemplar; no soy capaz de entender su presencia. Si él arrebata, ¿quién le hará restituir? ¿Quién puede cuestionarlo por lo que hace? »Dios no se retracta, si se enoja; ante él se humillan incluso los más soberbios. ¿Cómo podría yo responderle? ¡No podría hallar las palabras para contradecirle!
Job 9:3-14 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Si alguno quisiera discutir con él, de mil argumentos no podría rebatirle uno solo. Dios es grande en poder y sabiduría, ¿quién podrá hacerle frente y salir bien librado? Dios, en su furor, remueve las montañas; las derrumba, y nadie se da cuenta. Él hace que la tierra se sacuda y que sus bases se estremezcan. Él ordena al sol que no salga, y a las estrellas, que no brillen. Sin ayuda de nadie extendió el cielo y aplastó al monstruo del mar. Él creó las constelaciones: la Osa Mayor, el Orión y las Pléyades, y el grupo de estrellas del sur. ¡Él hace tantas y tan grandes maravillas, cosas que nadie es capaz de comprender! Si Dios pasa junto a mí, no lo podré ver; pasará y no me daré cuenta. Si de algo se adueña, ¿quién podrá reclamárselo? ¿Quién podrá pedirle cuentas de lo que hace? Si Dios se enoja, no se calma fácilmente; a sus pies quedan humillados los aliados de Rahab. ¿Cómo, pues, encontraré palabras para contradecir a Dios?
Job 9:3-14 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Si quisiere contender con él, No le podrá responder a una cosa entre mil. Él es sabio de corazón, y poderoso en fuerzas; ¿Quién se endureció contra él, y le fue bien? Él arranca los montes con su furor, Y no saben quién los trastornó; Él remueve la tierra de su lugar, Y hace temblar sus columnas; Él manda al sol, y no sale; Y sella las estrellas; Él solo extendió los cielos, Y anda sobre las olas del mar; Él hizo la Osa, el Orión y las Pléyades, Y los lugares secretos del sur; Él hace cosas grandes e incomprensibles, Y maravillosas, sin número. He aquí que él pasará delante de mí, y yo no lo veré; Pasará, y no lo entenderé. He aquí, arrebatará; ¿quién le hará restituir? ¿Quién le dirá: Qué haces? Dios no volverá atrás su ira, Y debajo de él se abaten los que ayudan a los soberbios. ¿Cuánto menos le responderé yo, Y hablaré con él palabras escogidas?
Job 9:3-14 La Biblia de las Américas (LBLA)
Si alguno quisiera contender con Él, no podría contestarle ni una vez entre mil. Sabio de corazón y robusto de fuerzas, ¿quién le ha desafiado sin sufrir daño? Él es el que remueve los montes, y estos no saben cómo cuando los vuelca en su furor; el que sacude la tierra de su lugar, y sus columnas tiemblan; el que manda al sol que no brille, y pone sello a las estrellas; el que solo extiende los cielos, y holla las olas del mar; el que hace la Osa, el Orión y las Pléyades, y las cámaras del sur; el que hace grandes cosas, inescrutables, y maravillas sin número. Si Él pasara junto a mí, no le vería; si me pasara adelante, no le percibiría. Si Él arrebatara algo, ¿quién le estorbaría? Quién podrá decirle: «¿Qué haces?». ¶Dios no retirará su ira; bajo Él quedan humillados los que ayudan a Rahab. ¿Cómo puedo yo responderle, y escoger mis palabras delante de Él?
Job 9:3-14 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Si alguien quisiera llevar a Dios a juicio, ¿sería posible responderle siquiera una vez entre mil? Dios es tan sabio y tan poderoso. ¿Quién lo ha desafiado alguna vez con éxito? »Él mueve las montañas sin dar aviso; en su enojo las voltea. Él sacude la tierra de su lugar y tiemblan sus cimientos. Si él lo ordena, el sol no saldrá ni brillarán las estrellas. Él solo extendió los cielos y marcha sobre las olas del mar. Él hizo todas las estrellas: la Osa y el Orión, las Pléyades y las constelaciones del cielo del sur. Él hace grandezas, demasiado maravillosas para comprenderlas, y realiza milagros incontables. »Sin embargo, cuando él se acerca no puedo verlo; cuando se mueve, no lo veo pasar. Si arrebata la vida de alguien, ¿quién podrá detenerlo? ¿Quién se atreve a preguntarle: “¿Qué haces?”? Dios no contiene su enojo; aun los monstruos del mar son aplastados bajo sus pies. »Así que, ¿quién soy yo para intentar responder a Dios o incluso razonar con él?