Job 9:22-24
Job 9:22-24 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Todo es lo mismo; por eso digo: “Al íntegro y al malvado destruye por igual”. Si alguna plaga acarrea la muerte repentina, él se burla de la angustia del inocente. Si algún malvado se apodera de un terreno, él tapa los ojos a los jueces. Si no lo hace él, ¿entonces quién?
Job 9:22-24 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
En todo caso, da lo mismo. Por eso puedo afirmar que Dios destruye por igual a los buenos y a los malos. Y si alguna enfermedad provoca que la gente muera de pronto, Dios se burla de la angustia de los que nada malo hicieron. Cuando algún malvado se apodera de un terreno, es Dios mismo quien les tapa los ojos a los jueces.
Job 9:22-24 Reina Valera Contemporánea (RVC)
»Pero hay algo más que quiero decir: Dios destruye tanto al bueno como al malo. Cuando ocurre algún desastre repentino, él parece burlarse de la angustia del inocente. Cuando la tierra cae en poder de los malvados, él les cierra los ojos a los jueces. Y si esto no lo hace Dios, ¿entonces quién?
Job 9:22-24 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Todo es lo mismo. Y esto es lo que pienso: que él destruye lo mismo a culpables que a inocentes. Si en un desastre muere gente inocente, Dios se ríe de su desesperación. Deja el mundo en manos de los malvados y a los jueces les venda los ojos. Y si no ha sido Dios, ¿quién, entonces?
Job 9:22-24 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Una cosa resta que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume. Si azote mata de repente, Se ríe del sufrimiento de los inocentes. La tierra es entregada en manos de los impíos, Y él cubre el rostro de sus jueces. Si no es él, ¿quién es? ¿Dónde está?
Job 9:22-24 La Biblia de las Américas (LBLA)
Todo es lo mismo, por tanto digo: «El destruye al inocente y al malvado». Si el azote mata de repente, Él se burla de la desesperación del inocente. La tierra es entregada en manos de los impíos; Él cubre el rostro de sus jueces; si no es Él, ¿quién será?
Job 9:22-24 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Inocente o perverso, para Dios es lo mismo, por eso digo: “Él destruye tanto al intachable como al perverso”. Cuando azota la plaga, él se ríe de la muerte del inocente. Toda la tierra está en manos de los malvados, y Dios ciega los ojos de los jueces. Si no es él quien lo hace, ¿entonces quién?