Job 39:19-25
Job 39:19-25 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
»¿Le has dado al caballo su fuerza? ¿Has cubierto su cuello con largas crines? ¿Eres tú quien lo hace saltar como langosta, con su orgulloso resoplido que infunde terror? Patalea con furia, regocijándose en su fuerza, y se lanza al galope a la batalla. Se burla del miedo; a nada teme; no rehúye hacerle frente a la espada. En torno suyo silban las flechas, brillan las lanzas y las jabalinas. En frenética carrera devora las distancias; al toque de trompeta no es posible refrenarlo. En cuanto suena la trompeta, resopla desafiante; percibe desde lejos el fragor de la batalla, los gritos de los comandantes y las órdenes de ataque.
Job 39:19-25 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»¿Eres tú quien le dio al caballo su fuerza y sus largas crines? ¿Eres tú quien lo hace saltar como si fuera un saltamontes, y que asuste a la gente con su orgulloso resoplido? El caballo patea con furia y se lanza hacia la llanura, sintiéndose orgulloso de su fuerza. No tiene miedo de nada, sino que ataca de frente. El ruido de las armas resuena en sus oídos; oye a lo lejos la trompeta, y al oír las órdenes de ataque, resopla y corre a todo galope sin que nadie pueda detenerlo.
Job 39:19-25 Reina Valera Contemporánea (RVC)
»¿Acaso tú dotaste al caballo de su fuerza? ¿Cubriste acaso su cuello de ondulantes crines? ¿Puedes asustarlo, como si fuera una langosta? ¡Si un resoplido suyo asusta a cualquiera! Tan fuerte es que escarba el suelo con sus cascos, y así se apresta a entrar en combate. Nada le espanta, a nada le teme, ni se arredra ante la espada. Suenan a su lado las flechas en la aljaba, brillan las lanzas, chocan las jabalinas, pero él, impetuoso, escarba la tierra, sin que le asusten los toques de trompeta. Más bien, el sonido del clarín lo excita, y a la distancia percibe los olores del combate, el griterío y las órdenes de ataque.
Job 39:19-25 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
¿Acaso fuiste tú quien dio fuerza al caballo, quien adornó su cuello con la crin? ¿Acaso tú lo haces saltar como langosta, con ese soberbio resoplido que impone terror? Escarba arrogante en la llanura, y sin temor se lanza a la batalla. Se ríe del terror y no se asusta, ni se acobarda ante la espada, por más que resuene la aljaba del jinete y lancen chispas las lanzas y las jabalinas. Con ímpetu incontenible devora las distancias; suena la trompeta y ya no puede estarse quieto. Contesta con relinchos al toque de trompeta; desde lejos siente el olor de la batalla y oye las voces de mando y el griterío.
Job 39:19-25 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
¿Diste tú al caballo la fuerza? ¿Vestiste tú su cuello de crines ondulantes? ¿Le intimidarás tú como a langosta? El resoplido de su nariz es formidable. Escarba la tierra, se alegra en su fuerza, Sale al encuentro de las armas; Hace burla del espanto, y no teme, Ni vuelve el rostro delante de la espada. Contra él suenan la aljaba, El hierro de la lanza y de la jabalina; Y él con ímpetu y furor escarba la tierra, Sin importarle el sonido de la trompeta; Antes como que dice entre los clarines: ¡Ea! Y desde lejos huele la batalla, El grito de los capitanes, y el vocerío.
Job 39:19-25 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶¿Das tú al caballo su fuerza? ¿Revistes su cuello de crines? ¿Le haces saltar como la langosta? Terrible es su formidable resoplido; escarba en el valle, y se regocija en su fuerza; sale al encuentro de las armas. Se burla del temor y no se acobarda, ni retrocede ante la espada. Resuena contra él la aljaba, la lanza reluciente y la jabalina. Con ímpetu y furor corre sobre la tierra; y no se está quieto al sonido de la trompeta. Cada vez que la trompeta suena, como que dice: «¡Ea!», y desde lejos olfatea la batalla, las voces atronadoras de los capitanes y el grito de guerra.
Job 39:19-25 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»¿Diste la fuerza al caballo o adornaste su cuello con largas crines? ¿Le diste la capacidad de saltar como una langosta? ¡Su majestuoso resoplido es aterrador! Patea la tierra y se alegra de su fuerza cuando se lanza a la batalla. Se ríe del miedo y no tiene temor. No huye de la espada. Se oye el sonido de las flechas golpeándolo y brillan las lanzas y las jabalinas. Patea el suelo con furia y se lanza a la batalla cuando suena el cuerno de carnero. Resopla al sonido del cuerno. Percibe la batalla a lo lejos. Se estremece bajo las órdenes del capitán y el ruido de la batalla.