S. Juan 8:12-16
S. Juan 8:12-16 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Una vez más Jesús se dirigió a la gente y dijo: —Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida. —Tú te presentas como tu propio testigo —alegaron los fariseos—, así que tu testimonio no es válido. —Aunque yo sea mi propio testigo —respondió Jesús—, mi testimonio es válido, porque sé de dónde he venido y a dónde voy. Pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde voy. Ustedes juzgan según criterios humanos; yo, en cambio, no juzgo a nadie. Y si lo hago, mis juicios son válidos porque no los emito por mi cuenta, sino en unión con el Padre que me envió.
S. Juan 8:12-16 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Jesús volvió a hablarle a la gente: —Yo soy la luz que alumbra a todos los que viven en este mundo. Síganme y no caminarán en la oscuridad, pues tendrán la luz que les da vida. Los fariseos le dijeron: —Tú te estás alabando a ti mismo. ¿Cómo sabremos que dices la verdad? Jesús les respondió: —Aunque hable bien de mí, lo que digo es cierto. Porque yo sé de dónde vine, y a dónde voy; sin embargo, ustedes no lo saben. Ustedes juzgan como todos los demás, pero yo no juzgo a nadie. Si lo hiciera, juzgaría de acuerdo a la verdad, porque no juzgo yo solo. Mi Padre, quien me envió, juzga conmigo.
S. Juan 8:12-16 Reina Valera Contemporánea (RVC)
En otra ocasión, Jesús dijo: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.» Entonces los fariseos le dijeron: «Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.» Jesús les respondió: «Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde voy. Ustedes juzgan según criterios humanos; yo no juzgo a nadie. Y si acaso juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy solo yo, sino el Padre, que me envió, y yo.
S. Juan 8:12-16 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: —Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad. Los fariseos le dijeron: —Tú estás dando testimonio a favor tuyo: ese testimonio no tiene valor. Jesús les contestó: —Mi testimonio sí tiene valor, aunque lo dé yo mismo a mi favor. Pues yo sé de dónde vine y a dónde voy; en cambio, ustedes no lo saben. Ustedes juzgan según los criterios humanos. Yo no juzgo a nadie; pero si juzgo, mi juicio está de acuerdo con la verdad, porque no juzgo yo solo, sino que el Padre que me envió juzga conmigo.
S. Juan 8:12-16 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero. Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy. Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.
S. Juan 8:12-16 La Biblia de las Américas (LBLA)
Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio de ti mismo; tu testimonio no es verdadero. Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque yo sé de dónde he venido y adónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni adónde voy. Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. Pero si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el Padre queme envió.
S. Juan 8:12-16 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida». Los fariseos respondieron: —¡Tú haces esas declaraciones acerca de ti mismo! Un testimonio así no es válido. —Estas afirmaciones sí son válidas, aunque las diga de mí mismo —respondió Jesús—. Pues sé de dónde vengo y adónde voy, pero eso es algo que ustedes no saben de mí. Ustedes me juzgan con criterios humanos, pero yo no juzgo a nadie. Y, si lo hiciera, mi juicio sería correcto en todo sentido, porque no estoy solo. El Padre, quien me envió, está conmigo.