S. Juan 7:10-17
S. Juan 7:10-17 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Pero después de que sus hermanos se fueron al festival, Jesús también fue, aunque en secreto, y se quedó fuera de la vista del público. Los líderes judíos lo buscaron durante todo el festival y no dejaron de preguntar a la gente si alguien lo había visto. Se oían muchas discusiones acerca de él entre la multitud. Unos afirmaban: «Es un buen hombre», mientras que otros decían: «No es más que un farsante que engaña a la gente»; pero nadie se atrevía a hablar bien de él en público por miedo a tener problemas con los líderes judíos. Entonces, en la mitad del festival, Jesús subió al templo y comenzó a enseñar. Los presentes quedaron maravillados al oírlo. Se preguntaban: «¿Cómo es que sabe tanto sin haber estudiado?». Así que Jesús les dijo: —Mi mensaje no es mío sino que proviene de Dios, quien me envió. Todo el que quiera hacer la voluntad de Dios sabrá si lo que enseño proviene de Dios o solo hablo por mi propia cuenta.
S. Juan 7:10-17 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Sin embargo, después de que sus hermanos se fueron a la fiesta, fue también él, no públicamente, sino en secreto. Por eso las autoridades judías lo buscaban durante la fiesta, y decían: «¿Dónde se habrá metido?». Entre la multitud corrían muchos rumores acerca de él. Unos decían: «Es una buena persona». Otros alegaban: «No, lo que pasa es que engaña a la gente». Sin embargo, por temor a las autoridades judías nadie hablaba de él abiertamente. Jesús esperó hasta la mitad de la fiesta para subir al Templo y comenzar a enseñar. Los judíos se admiraban y decían: «¿De dónde sacó este tantos conocimientos sin haber estudiado?». —Mi enseñanza no es mía —respondió Jesús—, sino del que me envió. El que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios reconocerá si mi enseñanza proviene de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta.
S. Juan 7:10-17 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Después de que se fueron sus hermanos, Jesús fue en secreto a la fiesta, sin decírselo a nadie. Durante la fiesta, los jefes judíos buscaban a Jesús, y decían: «¿Dónde estará ese hombre?» La gente hablaba mucho de él, y algunos decían: «Jesús es un buen hombre». Pero otros decían: «De bueno no tiene nada; es un embustero.» Todos hablaban de él en secreto, porque tenían miedo de los jefes judíos. Durante la fiesta, Jesús entró en el templo y empezó a enseñar. Los jefes judíos estaban asombrados, y decían entre ellos: «¿Cómo es que este sabe tantas cosas, si nunca ha estudiado?» Jesús les contestó: —Yo no invento lo que enseño. Dios me envió y me ha dicho lo que debo enseñar. Si alguien quiere obedecer a Dios, podrá saber si yo enseño lo que Dios ordena, o si hablo por mi propia cuenta.
S. Juan 7:10-17 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Pero después de que sus hermanos se fueron, también él fue a la fiesta, aunque no abiertamente, sino como en secreto. Los judíos lo buscaban en la fiesta, y decían: «¿Y dónde está ese?» También la multitud murmuraba mucho acerca de él. Algunos decían: «Él es una buena persona», pero otros decían: «No lo es, sino que engaña a la gente», aunque por miedo a los judíos ninguno hablaba abiertamente de él. A la mitad de la fiesta, Jesús fue al templo y comenzó a enseñar. Y los judíos se asombraban, y decían: «¿Cómo es que este sabe de letras, sin haber estudiado?» Jesús les respondió: «Esta enseñanza no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, sabrá si la enseñanza es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
S. Juan 7:10-17 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Pero después que se fueron sus hermanos, también Jesús fue a la fiesta, aunque no públicamente, sino casi en secreto. Los judíos lo buscaban en la fiesta, y decían: —¿Dónde estará ese hombre? Entre la gente se hablaba mucho de él. Unos decían: «Es un hombre de bien»; pero otros decían: «No es bueno; engaña a la gente.» Sin embargo, nadie hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos. Hacia la mitad de la fiesta, Jesús entró en el templo y comenzó a enseñar. Los judíos decían admirados: —¿Cómo sabe este tantas cosas, sin haber estudiado? Jesús les contestó: —Mi enseñanza no es mía, sino de aquel que me envió. Si alguien está dispuesto a hacer la voluntad de Dios, podrá reconocer si mi enseñanza viene de Dios o si hablo por mi propia cuenta.
S. Juan 7:10-17 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto. Y le buscaban los judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquel? Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo. Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos. Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba. Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe este letras, sin haber estudiado? Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
S. Juan 7:10-17 La Biblia de las Américas (LBLA)
Pero cuando sus hermanos subieron a la fiesta, entonces Él también subió; no abiertamente, sino en secreto. Por eso los judíos le buscaban en la fiesta y decían: ¿Dónde está ese? Y había mucha murmuración entre la gente acerca de Él. Unos decían: Él es bueno. Otros decían: No, al contrario, extravía a la gente. Sin embargo, nadie hablaba abiertamente de Él por miedo a los judíos. Pero ya a mitad de la fiesta, Jesús subió al templo y se puso a enseñar. Entonces los judíos se maravillaban, diciendo: ¿Cómo puede este saber de letras sin haber estudiado? Jesús entonces les respondió y dijo: Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió. Si alguien quiere hacer su voluntad, sabrá si mi enseñanza es de Dios o si hablo de mí mismo.
S. Juan 7:10-17 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Pero después de que sus hermanos se fueron al festival, Jesús también fue, aunque en secreto, y se quedó fuera de la vista del público. Los líderes judíos lo buscaron durante todo el festival y no dejaron de preguntar a la gente si alguien lo había visto. Se oían muchas discusiones acerca de él entre la multitud. Unos afirmaban: «Es un buen hombre», mientras que otros decían: «No es más que un farsante que engaña a la gente»; pero nadie se atrevía a hablar bien de él en público por miedo a tener problemas con los líderes judíos. Entonces, en la mitad del festival, Jesús subió al templo y comenzó a enseñar. Los presentes quedaron maravillados al oírlo. Se preguntaban: «¿Cómo es que sabe tanto sin haber estudiado?». Así que Jesús les dijo: —Mi mensaje no es mío sino que proviene de Dios, quien me envió. Todo el que quiera hacer la voluntad de Dios sabrá si lo que enseño proviene de Dios o solo hablo por mi propia cuenta.