Jeremías 3:21-22
Jeremías 3:21-22 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Se escucha un grito en las lomas desoladas, el llanto de súplica del pueblo de Israel, porque han pervertido su conducta, se han olvidado del SEÑOR su Dios. «¡Vuélvanse, apóstatas, y los curaré de su infidelidad!».
Jeremías 3:21-22 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Puede oírse por las montañas desiertas, el llanto angustiado de los israelitas. Eligieron el camino equivocado, y a mí, que soy su Dios, me abandonaron. »¡Vuelvan conmigo, hijos rebeldes! ¡Yo los convertiré en hijos obedientes!»
Jeremías 3:21-22 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Se oye un clamor en las alturas. Son el llanto y los ruegos de los hijos de Israel, porque han torcido su camino y se han olvidado del Señor su Dios. «¡Vuélvanse a mí, hijos rebeldes! ¡Yo sanaré sus rebeliones!» «Aquí estamos, y a ti venimos, porque tú eres el Señor, nuestro Dios.
Jeremías 3:21-22 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
»Se oyen voces en las lomas desiertas: ¡son los israelitas, que lloran y piden compasión! Se desviaron del camino recto y se olvidaron de mí, el Señor su Dios. Vuélvanse a mí, hijos rebeldes, y yo los curaré de su rebeldía.»
Jeremías 3:21-22 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Voz fue oída sobre las alturas, llanto de los ruegos de los hijos de Israel; porque han torcido su camino, de Jehová su Dios se han olvidado. Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos a ti, porque tú eres Jehová nuestro Dios.
Jeremías 3:21-22 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Se oye una voz sobre las alturas desoladas, el llanto de las súplicas de los hijos de Israel; porque han pervertido su camino, han olvidado al SEÑOR su Dios. Volved, hijos infieles, yo sanaré vuestra infidelidad. Aquí estamos, venimos a ti, porque tú, el SEÑOR, eres nuestro Dios.
Jeremías 3:21-22 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Se escuchan voces en las alturas de las montañas desoladas, el llanto y las súplicas del pueblo de Israel. Pues han escogido caminos torcidos y se han olvidado del SEÑOR su Dios. «Vuelvan a mí, hijos descarriados —dice el SEÑOR—, y les sanaré el corazón extraviado».