Jeremías 25:30-38
Jeremías 25:30-38 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
»Tú, Jeremías, profetiza contra ellos todas estas palabras: »“Ruge el SEÑOR desde lo alto; desde su santa morada hace tronar su voz. Ruge violento contra su rebaño; grita como los que pisan la uva, contra todos los habitantes del mundo. El estruendo llega hasta los confines de la tierra, porque el SEÑOR litiga contra las naciones; enjuicia a todos los mortales y pasa por la espada a los malvados”», afirma el SEÑOR. Así dice el SEÑOR de los Ejércitos: «La calamidad se extiende de nación en nación; una terrible tempestad se desata desde los confines de la tierra». En aquel día, las víctimas del SEÑOR quedarán tendidas de un extremo a otro de la tierra. Nadie las llorará ni las recogerá ni las enterrará; se quedarán sobre la faz de la tierra, como el estiércol. Giman, pastores, y clamen; revuélquense en el polvo, jefes del rebaño, porque les ha llegado el día de la matanza; serán dispersados y caerán como carneros escogidos. Los pastores no tendrán escapatoria; no podrán huir los jefes del rebaño. Escuchen el clamor de los pastores y el gemido de los jefes del rebaño, porque el SEÑOR destruye sus pastizales. Las tranquilas praderas son asoladas, a causa de la ardiente ira del SEÑOR. Como león que deja abandonada su guarida, él ha dejado desolada la tierra de ellos, a causa de la espada del opresor, a causa de la ardiente ira del SEÑOR.
Jeremías 25:30-38 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Anuncia este mensaje contra esas naciones: “Dios lanza un grito de guerra desde el cielo, donde él tiene su trono. Es tanto su enojo contra su pueblo y contra los habitantes de la tierra, que su voz retumba a lo lejos, y se oyen sus botas aplastando a las naciones. ”Dios está en pleito contra todas las naciones y contra todos los habitantes del mundo. ¡Él condenará a los malvados! ”El Dios todopoderoso les advierte que ninguna nación escapará de la desgracia; un poderoso ejército las atacará por todos lados. ”Ese día, aquellos a los que yo castigue con la muerte quedarán tendidos por toda la tierra, como si fueran basura. No habrá nadie que llore por ellos, ni habrá tampoco quien los recoja y los entierre. ”Jefes y gobernantes del pueblo, ¡lloren y revuélquense en el suelo! Ha llegado el día de la matanza, y ustedes serán sacrificados como si fueran ovejas engordadas. ”Jefes y gobernantes del pueblo, ¡no podrán escapar a ninguna parte! ¡Solo se oirán sus gritos de dolor, porque Dios está furioso y ha destruido sus campos! ¡Ya no tienen qué comer! ”Es tanto el enojo de Dios que ha abandonado a su pueblo. Dios salió en contra de ellos como un león furioso, ¡y los hizo morir en la guerra!”»
Jeremías 25:30-38 Reina Valera Contemporánea (RVC)
»Tú, Jeremías, profetiza contra ellos todas estas palabras. Diles que yo, el Señor, les haré oír mi voz desde lo alto, desde mi santa morada; ¡lanzaré un fuerte rugido contra mi pueblo! Será como los cantos del lagar, contra todos los habitantes de la tierra. El estruendo de mi voz se oirá hasta lo último de la tierra, porque yo, el Señor, he entablado un juicio contra las naciones. Yo soy el Juez de la humanidad entera, y dejaré que la espada acabe con los malvados.» —Palabra del Señor. Así ha dicho el Señor de los ejércitos: «Miren, el mal cundirá de nación en nación. ¡Una gran tempestad se levanta desde los extremos de la tierra! Cuando llegue el día, los cadáveres de aquellos a quienes el Señor quite la vida quedarán esparcidos de un extremo al otro de la tierra. Nadie lamentará su muerte, ni nadie los recogerá ni los enterrará. ¡Se quedarán tirados sobre el suelo, como estiércol! Ustedes, pastores, ¡lancen gritos de dolor! Y ustedes, encargados del rebaño, ¡revuélquense en el polvo! ¡Ya el tiempo se ha cumplido para que sean degollados y esparcidos, y caerán como vasijas de gran precio! ¡Ninguno de ustedes escapará con vida!» ¡Puede oírse la gritería de los pastores! ¡Los encargados del rebaño gimen de dolor! Y es que el Señor dejó secos sus pastos. Los pastos más delicados han sido destruidos por el ardor de la ira del Señor. El Señor ha abandonado a su pueblo, como un león que abandona su guarida. La ira del Señor y la espada del enemigo han dejado asolada la tierra.
Jeremías 25:30-38 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
»Tú, Jeremías, anúnciales en mi nombre todas esas cosas. Diles: »“El Señor lanza su voz de trueno desde lo alto, desde el santo lugar donde vive. Pues contra su rebaño grita como los que pisan las uvas, contra todos los habitantes de la tierra. El estruendo llega hasta el extremo de la tierra, porque el Señor va a entablar un proceso contra las naciones, va a llamar a juicio a todos los mortales, a condenar a muerte a los malvados. El Señor lo afirma.”» El Señor todopoderoso dice: «La calamidad va a llegar a una nación tras otra; una terrible tormenta se levanta desde el extremo de la tierra.» Los que el Señor haga morir ese día, quedarán tendidos de un extremo a otro de la tierra. Nadie llorará por ellos, nadie recogerá sus cadáveres para enterrarlos; quedarán tendidos en el suelo como estiércol. ¡Griten, pastores, griten de dolor! ¡Ustedes, que guían el rebaño, revuélquense en el suelo! Pues ha llegado el momento de la matanza y a ustedes los matarán como a carneros gordos. Los pastores no podrán huir, los que guían el rebaño no podrán escapar. Los pastores gritan, gritan de dolor los que guían el rebaño, porque el Señor ha destruido sus pastos. El Señor se enojó y destruyó sus hermosos campos. Salió como un león de su guarida y el país de ellos quedó convertido en ruinas, pues se encendió la ira del Señor y envió una guerra terrible.
Jeremías 25:30-38 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Tú, pues, profetizarás contra ellos todas estas palabras y les dirás: Jehová rugirá desde lo alto, y desde su morada santa dará su voz; rugirá fuertemente contra su morada; canción de lagareros cantará contra todos los moradores de la tierra. Llegará el estruendo hasta el fin de la tierra, porque Jehová tiene juicio contra las naciones; él es el Juez de toda carne; entregará los impíos a espada, dice Jehová. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que el mal irá de nación en nación, y grande tempestad se levantará de los fines de la tierra. Y yacerán los muertos de Jehová en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro; no se endecharán ni se recogerán ni serán enterrados; como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra. Aullad, pastores, y clamad; revolcaos en el polvo, mayorales del rebaño; porque cumplidos son vuestros días para que seáis degollados y esparcidos, y caeréis como vaso precioso. Y se acabará la huida de los pastores, y el escape de los mayorales del rebaño. ¡Voz de la gritería de los pastores, y aullido de los mayorales del rebaño! Porque Jehová asoló sus pastos. Y los pastos delicados serán destruidos por el ardor de la ira de Jehová. Dejó cual leoncillo su guarida; pues asolada fue la tierra de ellos por la ira del opresor, y por el furor de su saña.
Jeremías 25:30-38 La Biblia de las Américas (LBLA)
Tú, pues, profetizarás contra ellos todas estas palabras, y les dirás: «El SEÑOR rugirá desde lo alto, y dará su voz desde su santa morada; rugirá fuertemente contra su rebaño. Dará gritos como los que pisan las uvas contra todos los habitantes de la tierra. Ha llegado el estruendo hasta el fin de la tierra, porque el SEÑOR tiene un pleito contra las naciones; entra en juicio contra toda carne; a los impíos, los entrega a la espada» —declara el SEÑOR. Así dice el SEÑOR de los ejércitos: He aquí, el mal va de nación en nación, y una gran tempestad se levanta de los confines de la tierra. Y los muertos por el SEÑOR en aquel día estarán desde un extremo de la tierra hasta el otro. No los llorarán, ni los recogerán, ni los sepultarán; serán como estiércol sobre la faz de la tierra. Gemid, pastores, y clamad; revolcaos en ceniza, mayorales del rebaño; porque se han cumplido los días de vuestra matanza y de vuestra dispersión, y caeréis como vaso precioso. No habrá huida para los pastores, ni escape para los mayorales del rebaño. Se oye el sonido del clamor de los pastores, y el gemido de los mayorales del rebaño, porque el SEÑOR está destruyendo sus pastos, y son silenciados los rebaños apacibles a causa de la ardiente ira del SEÑOR. Ha dejado como león su guarida, porque su tierra se ha convertido en horror por el furor de la espada opresora, y a causa de su ardiente ira.
Jeremías 25:30-38 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»Ahora, profetiza todas estas cosas y diles: »“El SEÑOR rugirá contra su propia tierra desde su santa morada en el cielo. Él gritará como los que pisan las uvas; gritará contra todos los habitantes de la tierra. Su grito de juicio llegará hasta los confines de la tierra, porque el SEÑOR presentará su caso contra todas las naciones. Él juzgará a todos los habitantes de la tierra, y matará con la espada a los perversos. ¡Yo, el SEÑOR, he hablado!”». Esto dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales: «¡Miren! ¡Nación tras nación sufrirá calamidades! ¡Se está levantando un gran torbellino de furia desde los rincones más distantes de la tierra!». En aquel día, los que el SEÑOR haya masacrado llenarán la tierra de un extremo a otro. Nadie llorará por ellos ni juntará sus cuerpos para enterrarlos. Estarán esparcidos sobre el suelo como estiércol. ¡Lloren y giman, pastores malvados! ¡Revuélquense en el polvo, líderes del rebaño! Ha llegado el momento de su matanza; ustedes caerán y se harán añicos como vaso frágil. No encontrarán lugar donde esconderse; no habrá forma de escapar. Escuchen los gritos desesperados de los pastores. Los líderes del rebaño gimen en su desesperación porque el SEÑOR está arruinando sus pastos. Debido al gran enojo del SEÑOR, los prados tranquilos se convertirán en tierra baldía. Él salió de su guarida como un león fuerte en busca de su presa, y la tierra quedará desolada por la espada del enemigo y por la ira feroz del SEÑOR.