Jeremías 10:12-15
Jeremías 10:12-15 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El SEÑOR hizo la tierra con su poder, y la preserva con su sabiduría. Con su propia inteligencia desplegó los cielos. Cuando habla en los truenos, los cielos rugen con lluvia. Él hace que las nubes se levanten sobre la tierra. Envía el relámpago junto con la lluvia, y suelta el viento de sus depósitos. ¡Toda la raza humana es necia y le falta conocimiento! Los artesanos quedan deshonrados por los ídolos que hacen, porque sus obras hechas con tanto esmero son un fraude. Estos ídolos no tienen ni aliento ni poder. Los ídolos son inútiles; ¡son mentiras ridículas! En el día del juicio, todos serán destruidos.
Jeremías 10:12-15 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Dios hizo la tierra con su poder, afirmó el mundo con su sabiduría, extendió los cielos con su inteligencia. Cuando él deja oír su voz, rugen las aguas en los cielos; hace que se levanten las nubes desde los confines de la tierra. Entre relámpagos desata la lluvia y saca de sus depósitos al viento. La humanidad es necia e ignorante; todo orfebre se avergüenza de sus ídolos. Sus imágenes son un engaño y no hay en ellas aliento de vida. No valen nada, son objetos de burla; cuando llegue el día del juicio serán destruidos.
Jeremías 10:12-15 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Con su poder y sabiduría, y con mucha inteligencia, Dios hizo la tierra, afirmó el mundo y extendió los cielos. »Basta una palabra de Dios para que rujan los cielos y aparezcan las nubes en el horizonte. En medio de fuertes relámpagos, y de vientos huracanados, Dios hace que llueva. »La gente es necia, no sabe nada; los ídolos son una vergüenza para quienes los fabrican. Esos ídolos son un engaño; por supuesto, no tienen vida. No valen nada, son pura fantasía; cuando Dios los juzgue, serán destruidos.
Jeremías 10:12-15 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Con su poder, el Señor hizo la tierra; con su saber, puso orden en el mundo; con su sabiduría, extendió los cielos. Habla él y se juntan las aguas en los cielos y se levantan las nubes en los confines de la tierra. Con los relámpagos le abre paso a la lluvia, y deja que el viento salga de sus depósitos. La gente carece de ciencia y de talento. Los fundidores se avergüenzan de los ídolos que funden, porque su obra es una mentira: carece de espíritu. Esos ídolos están vacíos; son una obra hueca. Cuando les llegue la hora del castigo, serán destruidos.
Jeremías 10:12-15 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El Señor, con su poder, hizo la tierra; con su sabiduría afirmó el mundo; con su inteligencia extendió el cielo. Con voz de trueno hace rugir el agua en el cielo, hace subir las nubes desde el extremo de la tierra, hace brillar los relámpagos en medio de la lluvia y saca el viento de donde lo tiene guardado. Necio e ignorante es todo hombre. Los ídolos defraudan al que los fabrica: son imágenes engañosas y sin vida; son objetos sin valor, ridículos, que el Señor, en el juicio, destruirá.
Jeremías 10:12-15 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría; a su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos. Todo hombre se embrutece, y le falta ciencia; se avergüenza de su ídolo todo fundidor, porque mentirosa es su obra de fundición, y no hay espíritu en ella. Vanidad son, obra vana; al tiempo de su castigo perecerán.
Jeremías 10:12-15 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Él es el que hizo la tierra con su poder, el que estableció el mundo con su sabiduría, y con su inteligencia extendió los cielos. Cuando Él emite su voz, hay estruendo de aguas en los cielos; Él hace subir las nubes desde los extremos de la tierra, hace los relámpagos para la lluvia y saca el viento de sus depósitos. Todo hombre es torpe, falto de conocimiento; todo orfebre se avergüenza de su ídolo; porque engañosas son sus imágenes fundidas, y no hay aliento en ellas. Vanidad son, obra ridícula, en el tiempo de su castigo perecerán.