Jueces 15:7-17
Jueces 15:7-17 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Cuando Sansón supo lo que habían hecho, los amenazó y les dijo: «Por eso que han hecho, no voy a descansar hasta vengarme de ustedes.» Y arremetió contra ellos, y los dejó tan mal heridos que muchos murieron. Después de eso, se fue a vivir en la cueva de la peña de Etam. Entonces los filisteos fueron y acamparon en Judá donde se extendieron por Lehí. Los habitantes de Judá les preguntaron: «¿Por qué quieren pelear contra nosotros?» Y ellos respondieron: «Hemos venido por Sansón, para castigarlo por lo que nos ha hecho.» Entonces tres mil hombres de Judá fueron a la cueva de Etam, donde estaba Sansón, y le dijeron: «¿Acaso no sabes que los filisteos nos tienen dominados? ¿Por qué nos has hecho esto?» Y Sansón respondió: «Simplemente, yo me vengué por lo que ellos me hicieron.» Pero ellos le respondieron: «Hemos venido a aprehenderte y a entregarte a los filisteos.» Sansón les dijo: «Júrenme que ustedes no me van matar.» Y ellos le respondieron: «No, no te mataremos. Solamente vamos a aprehenderte y a entregarte a ellos.» Sansón dejó entonces que lo ataran con dos cuerdas nuevas, y luego lo obligaron a bajar de la peña. Cuando llegó a Lehí, los filisteos salieron a su encuentro gritando con furia; pero el espíritu del Señor vino sobre Sansón y las cuerdas que ataban sus brazos se rompieron como lino quemado, y las ataduras cayeron al suelo. Sansón vio que allí cerca había una quijada de asno que aún estaba fresca, así que extendió la mano y la tomó, y con ella mató a mil filisteos. Después de eso, dijo: «Con la quijada de un asno maté a montones; con la quijada de un asno maté a mil filisteos.» Y cuando acabó de hablar, tiró la quijada. A ese lugar lo llamó Ramat Lehí.
Jueces 15:7-17 Nueva Traducción Viviente (NTV)
—¡Por esto que hicieron —juró Sansón—, no descansaré hasta vengarme de ustedes! Luego atacó a los filisteos, lleno de furia, y mató a muchos de ellos. Después se fue a vivir a una cueva en la roca de Etam. En represalia, los filisteos armaron su campamento en Judá y se extendieron hasta cerca de la ciudad de Lehi. Entonces los hombres de Judá les preguntaron a los filisteos: —¿Por qué nos atacan? —Vinimos para capturar a Sansón —contestaron los filisteos—, y a vengarnos por lo que nos hizo. Entonces tres mil hombres de Judá bajaron a buscar a Sansón, dentro de la cueva en la roca de Etam, y le dijeron: —¿No te das cuenta de que los filisteos nos gobiernan? ¿Qué nos estás haciendo? Pero Sansón les contestó: —Yo solamente les hice a ellos lo que ellos me hicieron a mí. Pero los hombres de Judá le dijeron: —Vinimos para amarrarte y entregarte a los filisteos. —Está bien —les dijo Sansón—. Pero prométanme que no me matarán ustedes. —Nosotros solo te amarraremos y te entregaremos a los filisteos —respondieron ellos—. No te mataremos. Así que lo amarraron con dos sogas nuevas y lo sacaron de la roca. Cuando Sansón llegó a Lehi, los filisteos salieron gritando de triunfo. Sin embargo, el Espíritu del SEÑOR vino con poder sobre Sansón, y él rompió las sogas que tenía atadas en los brazos como si fueran hilos de lino quemados, y cayeron de las muñecas. Luego Sansón encontró la quijada de un burro recién matado. La levantó, y la usó para matar a mil filisteos. Después dijo: «¡Con la quijada de un burro, los he apilado en montones! ¡Con la quijada de un burro, he matado a mil hombres!». Cuando acabó de jactarse, tiró la quijada; y a ese lugar se le llamó «Colina de la Quijada».
Jueces 15:7-17 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Pero Sansón dijo: «Puesto que actuaron de esa manera, ¡no pararé hasta que me haya vengado de ustedes!». Y los atacó tan furiosamente que causó entre ellos una tremenda masacre. Luego se fue a vivir a una cueva que está en la peña de Etam. Los filisteos subieron y acamparon en Judá, incursionando cerca de Lejí. Los hombres de Judá preguntaron: —¿Por qué han venido a luchar contra nosotros? —Hemos venido a tomar prisionero a Sansón —respondieron—, para hacerle lo mismo que nos hizo a nosotros. Entonces tres mil hombres de Judá descendieron a la cueva en la peña de Etam y dijeron a Sansón: —¿No te das cuenta de que los filisteos nos gobiernan? ¿Por qué nos haces esto? —Simplemente les he hecho lo que ellos me hicieron a mí —contestó él. Ellos dijeron: —Hemos venido a atarte, para entregarte en manos de los filisteos. —Júrenme que no me matarán ustedes mismos —dijo Sansón. —De acuerdo —respondieron ellos—. Solo te ataremos y te entregaremos en sus manos. No te mataremos. Entonces lo ataron con dos sogas nuevas y lo sacaron de la peña. Cuando se acercaba a Lejí, los filisteos salieron a su encuentro con gritos de victoria. En ese momento, el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con poder y las sogas que ataban sus brazos se volvieron como fibra de lino quemada; además las ataduras de sus manos se deshicieron. Al encontrar una quijada de burro que todavía estaba fresca, la agarró y con ella mató a mil hombres. Entonces dijo Sansón: «Con la quijada de un asno los he amontonado. Con una quijada de asno he matado a mil hombres». Cuando terminó de hablar, arrojó la quijada y llamó a aquel lugar Ramat Lejí.
Jueces 15:7-17 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Al saber esto, Sansón los amenazó: «¿Conque esas tenemos? ¡Pues les juro que no voy a descansar hasta acabar con todos ustedes!» De inmediato los atacó con furia, y mató a muchos de ellos. Luego se fue a la cueva que está en la peña de Etam, y allí se quedó. Los filisteos vinieron y acamparon en Judá. Cuando atacaron la ciudad de Lejí, los de Judá les preguntaron: —¿Por qué nos atacan? Ellos contestaron: —Hemos venido a capturar a Sansón, para hacerle lo mismo que nos hizo a nosotros. Al oír esto, tres mil hombres de Judá fueron a la cueva de Etam y le dijeron a Sansón: —¿Por qué nos has metido en problemas? ¿No sabías que los filisteos nos dominan? Él les respondió: —Yo les hice a los filisteos lo que ellos me hicieron a mí. Entonces le dijeron: —Nosotros hemos venido para capturarte y entregarte a los filisteos. Sansón contestó: —Júrenme que no me matarán. Ellos le aseguraron que no lo harían. Le dijeron: —Nosotros no te vamos a matar. Solo vamos a entregarte a los filisteos. Así que lo ataron con dos sogas nuevas y lo sacaron de la cueva. Cuando se acercaron a Lejí, los filisteos, muy alborotados, salieron a su encuentro. En ese momento el espíritu de Dios llenó a Sansón de fuerza, y este reventó las sogas que le sujetaban los brazos y las manos como si fueran hilos viejos. Luego encontró una quijada de burro que todavía no estaba seca, y con ella mató a muchos filisteos. Después de eso dijo: «Con la quijada de un burro maté a muchísimos hombres, y los junté en uno y dos montones». Dicho esto, tiró la quijada. Por eso a ese lugar se le llamó Ramat-lejí, que quiere decir: «Colina de la quijada».
Jueces 15:7-17 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Entonces Sansón dijo: —Ya que ustedes se portan de esa manera, ¡juro que no descansaré hasta que me haya vengado de ustedes! Y los atacó con tal furia que no les dejó hueso sano. Después se fue a vivir a la cueva que está en la peña de Etam. Los filisteos vinieron y acamparon en Judá, extendiéndose hasta Lehi, y los de Judá les preguntaron: —¿Por qué han venido a pelear contra nosotros? Y ellos contestaron: —Hemos venido a capturar a Sansón, para que pague lo que nos ha hecho. Al oír esto, tres mil hombres de la tribu de Judá fueron a la cueva de la peña de Etam y le dijeron a Sansón: —¿No sabes que los filisteos son más fuertes que nosotros? ¿Por qué nos has puesto en esta situación? Sansón les contestó: —Yo no he hecho más que pagarles con la misma moneda. Entonces ellos le dijeron: —Pues nosotros hemos venido a capturarte para entregarte a los filisteos. Sansón respondió: —Júrenme que no me van a matar ustedes mismos. Y ellos le aseguraron: —No, no te vamos a matar. Solo queremos capturarte y entregarte a los filisteos. Entonces lo ataron con dos sogas nuevas, y lo sacaron de su escondite. Cuando llegaron a Lehi, los filisteos salieron a su encuentro, gritando de alegría. Pero el espíritu del Señor se apoderó de Sansón, el cual rompió las sogas que le sujetaban los brazos y las manos, como si fueran cordeles de lino quemados; luego tomó una quijada de asno que había por allí y que aún no estaba reseca, y con ella mató a mil filisteos. Después dijo: «Con la quijada de un asno hice uno y dos montones; con la quijada de un asno a mil hombres maté.» Después arrojó la quijada, y por eso aquel lugar se llama Ramat-lehi.
Jueces 15:7-17 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Entonces Sansón les dijo: Ya que así habéis hecho, juro que me vengaré de vosotros, y después desistiré. Y los hirió cadera y muslo con gran mortandad; y descendió y habitó en la cueva de la peña de Etam. Entonces los filisteos subieron y acamparon en Judá, y se extendieron por Lehi. Y los varones de Judá les dijeron: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? Y ellos respondieron: A prender a Sansón hemos subido, para hacerle como él nos ha hecho. Y vinieron tres mil hombres de Judá a la cueva de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: ¿No sabes tú que los filisteos dominan sobre nosotros? ¿Por qué nos has hecho esto? Y él les respondió: Yo les he hecho como ellos me hicieron. Ellos entonces le dijeron: Nosotros hemos venido para prenderte y entregarte en mano de los filisteos. Y Sansón les respondió: Juradme que vosotros no me mataréis. Y ellos le respondieron, diciendo: No; solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos; mas no te mataremos. Entonces le ataron con dos cuerdas nuevas, y le hicieron venir de la peña. Y así que vino hasta Lehi, los filisteos salieron gritando a su encuentro; pero el Espíritu de Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos. Y hallando una quijada de asno fresca aún, extendió la mano y la tomó, y mató con ella a mil hombres. Entonces Sansón dijo: Con la quijada de un asno, un montón, dos montones; Con la quijada de un asno maté a mil hombres. Y acabando de hablar, arrojó de su mano la quijada, y llamó a aquel lugar Ramat-lehi.
Jueces 15:7-17 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y Sansón les dijo: Ya que actuáis así, ciertamente me vengaré de vosotros, y después de eso, cesaré. Y sin piedad los hirió con gran mortandad; y descendió y habitó en la hendidura de la peña de Etam. Subieron los filisteos y acamparon en Judá, y se esparcieron por Lehi. Y los hombres de Judá dijeron: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? Y ellos dijeron: Hemos subido para prender a Sansón a fin de hacerle como él nos ha hecho. Tres mil hombres de Judá descendieron a la hendidura de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: ¿No sabes que los filisteos reinan sobre nosotros? ¿Qué, pues, es esto que nos has hecho? Y él les dijo: Como ellos me hicieron, así les he hecho. Y ellos le dijeron: Hemos descendido para prenderte y entregarte en manos de los filisteos. Y Sansón les dijo: Juradme que no me mataréis. Ellos le respondieron: No, sino que te ataremos bien y te entregaremos en sus manos; ciertamente no te mataremos. Entonces lo ataron con dos sogas nuevas y lo sacaron de la peña. Al llegar él a Lehi, los filisteos salieron a su encuentro gritando. Y el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con poder, y las sogas que estaban en sus brazos fueron como lino quemado con fuego y las ataduras cayeron de sus manos. Y halló una quijada de asno fresca aún, y extendiendo su mano, la tomó y mató a mil hombres con ella. Entonces Sansón dijo: Con la quijada de un asno, montones sobre montones, con la quijada de un asno he matado a mil hombres. Y al terminar de hablar, arrojó la quijada de su mano, y llamó a aquel lugar Ramat-lehi.