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Isaías 5:8-24

Isaías 5:8-24 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

¡Ay de aquellos que acaparan casa tras casa y se apropian de campo tras campo hasta que no dejan lugar para nadie más, y terminan viviendo solos en la tierra! El SEÑOR de los Ejércitos me ha dicho al oído: «Ciertamente muchas casas quedarán devastadas y no habrá quien habite las grandes mansiones. Tres hectáreas de viña solo producirán un bato de vino y un jómer de semilla dará tan solo un efa de grano». ¡Ay de los que madrugan para ir tras bebidas embriagantes, que se quedan hasta muy tarde para encenderse con vino! En sus banquetes hay arpas, liras, panderos, flautas y vino; pero no se fijan en los hechos del SEÑOR ni tienen en cuenta las obras de sus manos. Por eso mi pueblo será exiliado por falta de conocimiento; sus nobles perecerán de hambre y la gente común morirá de sed. Por eso la muerte ensancha su garganta, y desmesuradamente abre su boca. Allí bajan nobles y plebeyos con sus juergas y diversiones. El pueblo será humillado, la humanidad, doblegada y abatidos los ojos altivos. Pero el SEÑOR de los Ejércitos será exaltado en justicia, el Dios santo se mostrará santo en rectitud. Los corderos pastarán como en praderas propias y las cabras comerán entre las ruinas de los ricos. ¡Ay de los que arrastran iniquidad con cuerdas de mentira y el pecado con sogas de carreta! Dicen: «¡Que Dios se apure, que apresure su obra para que la veamos; que se acerque y se cumpla el plan del Santo de Israel, para que lo conozcamos!». ¡Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! ¡Ay de los que se consideran sabios, de los que se creen inteligentes! ¡Ay de los valientes para beber vino, de los campeones que mezclan bebidas embriagantes, de los que por soborno absuelven al culpable y niegan sus derechos al inocente! Por eso, así como las lenguas de fuego devoran la paja y el pasto seco se consume en las llamas, su raíz se pudrirá y, como el polvo, se disipará su flor. Porque han rechazado la Ley del SEÑOR de los Ejércitos y han desdeñado la palabra del Santo de Israel.

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Isaías 5:8-24 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

El profeta Isaías anunció seis amenazas contra Judá: «¡Qué mal les va a ir a ustedes! Compran casas y más casas, campos y más campos, y no dejan lugar para nadie más. Se creen los únicos dueños del país. El Dios todopoderoso me ha prometido: “Todas esas casas grandes y hermosas, serán destruidas y nadie podrá habitarlas. Tres hectáreas plantadas de uvas no darán más que un barril de vino; diez bolsas de semilla solo producirán una bolsa de trigo”. »¡Qué mal les va a ir a ustedes! Muy temprano empiezan a emborracharse, y todavía de noche siguen tomando. En sus fiestas se oye música de arpas, tambores y flautas, y abunda el vino. Ustedes nunca se fijan ni toman en cuenta todo lo que Dios ha hecho. Por eso, el pueblo y sus jefes serán llevados a un país extraño, y allí morirán de hambre y de sed. »Les aseguro que las tumbas se abrirán para tragarse al pueblo y a sus jefes, porque se divierten haciendo el mal. El pueblo quedará humillado, y sus jefes agacharán la cabeza. Las ciudades serán destruidas, y ovejas y cabras comerán pasto entre sus ruinas. Así el Dios todopoderoso mostrará su grandeza y santidad cuando haga justicia. »¡Qué mal les va a ir a ustedes! ¡El pecado los tiene atrapados! »Para colmo, ustedes se animan a decir: “Que Dios nos demuestre que cumplirá todo lo que ha prometido; que el Dios único y todopoderoso se apresure a cumplir sus planes, para que podamos conocerlos”. »¡Qué mal les va a ir a ustedes! Dicen que lo malo es bueno, y que las tinieblas son luz. También dicen que lo amargo es dulce. »¡Qué mal les va a ir a ustedes! ¡Se creen muy sabios y muy inteligentes! »¡Qué mal les va a ir a ustedes! ¡Para beber vino y mezclar licores son unos campeones! ¡Pero en realidad, son todos unos corruptos! Por dinero dejan en libertad al culpable, y no respetan los derechos del inocente. Rechazan la enseñanza del Dios santo de Israel; desprecian los mandamientos del Dios único y perfecto. Por eso, así como el fuego quema la paja así también desaparecerán ustedes: serán como plantas que se pudren de raíz y sus flores se convierten en polvo.

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Isaías 5:8-24 Reina Valera Contemporánea (RVC)

¡Ay de los que anexan una casa a otra casa, un terreno a otro terreno, hasta poseer todo lugar! ¿Acaso quieren todo el país para ustedes solos? Ha llegado a los oídos del Señor de los ejércitos, que muchas casas grandes y hermosas se quedarán en ruinas y sin que nadie las habite. Las viñas que rendían diez barriles de vino rendirán un solo barril; ¡diez sacos de semilla rendirán un solo saco de trigo! ¡Ay de los que madrugan para emborracharse! ¡Ay de los que se desvelan para encenderse con el vino! En sus banquetes tienen arpas, liras, tamboriles, flautas y vino, pero no toman en cuenta la obra del Señor ni se fijan en la obra de sus manos. Por eso mi pueblo fue llevado cautivo: por su falta de conocimiento. Sus mejores hombres murieron de hambre; sus multitudes murieron de sed. Por eso el sepulcro ensanchó su garganta, y abrió sus desmesuradas fauces. ¡Al sepulcro bajará su esplendorosa multitud, con sus fiestas y su algarabía! Ricos y pobres serán humillados; los de mirada altanera serán abatidos; pero el Señor de los ejércitos será exaltado con la justicia; el Dios Santo será santificado con la victoria. Los corderos serán apacentados como es la costumbre, pero gente extraña consumirá los desolados campos de los ricos. ¡Ay de los que atraen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado con correas de carreta! ¡Ay de los que dicen: «Que venga ya su obra y se dé prisa. Que se acerque y la veamos. Que venga el consejo del Santo de Israel, para que lo conozcamos»! ¡Ay de los que llaman bueno a lo malo, y malo a lo bueno! ¡Ay de los que convierten la luz en tinieblas, y las tinieblas en luz! ¡Ay de los que convierten lo amargo en dulce, y lo dulce en amargo! ¡Ay de los que se creen sabios! ¡Ay de los que se consideran muy inteligentes! ¡Ay de los valientes para beber vino, de los audaces para mezclar bebidas! ¡Ay de los que mediante el soborno justifican al malvado y despojan de sus derechos al hombre honrado! Por eso su raíz será como la podredumbre; por eso su flor se desvanecerá como el polvo, así como la llama del fuego consume el rastrojo y la lumbre devora la paja, porque despreciaron la enseñanza del Señor de los ejércitos y desdeñaron la palabra del Santo de Israel.

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Isaías 5:8-24 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

¡Ay de ustedes, que compran casas y más casas, que consiguen campos y más campos, hasta no dejar lugar a nadie más, y se instalan como si fueran los únicos en el país! El Señor todopoderoso me ha jurado: «Muchas casas serán destruidas; y por grandes y hermosas que sean, nadie las habitará. Tres hectáreas plantadas de uvas no rendirán más que un barrilito de vino. Diez costales de semilla solo rendirán uno de trigo.» ¡Ay de ustedes, que madrugan para emborracharse, y al calor del vino se quedan hasta la noche! Todo es música de arpas, salterios, tambores y flautas, y mucho vino en sus banquetes; pero no se fijan en lo que hace el Señor, no toman en cuenta sus obras. Por eso, por no querer entender, mi pueblo irá al destierro. Todo el pueblo, con sus jefes, morirá de hambre y de sed. Como una fiera, el sepulcro abre su boca sin medida, para tragarse al pueblo y a sus jefes, a esa gente que vive en juergas y diversiones. La gente quedará completamente humillada; los orgullosos tendrán que bajar los ojos. El Señor todopoderoso mostrará su grandeza en el juicio; el Dios Santo mostrará su santidad haciendo justicia. Las ciudades serán destruidas y en sus ruinas pastarán ovejas y cabras. ¡Ay de ustedes, que con mentiras arrastran la maldad, que arrastran el pecado como quien tira de un carro! Ustedes que dicen: «Que Dios haga pronto sus cosas, para que las veamos; que el Dios Santo de Israel cumpla de prisa sus planes, para que los conozcamos.» ¡Ay de ustedes, que llaman bueno a lo malo, y malo a lo bueno; que convierten la luz en oscuridad, y la oscuridad en luz; que convierten lo amargo en dulce, y lo dulce en amargo! ¡Ay de ustedes, que se creen sabios y se consideran inteligentes! ¡Ay de ustedes, que son campeones bebiendo vino, y nadie les gana en preparar licores! Ustedes, que por dinero declaran inocente al culpable y desconocen los derechos del inocente. Por eso, así como el fuego quema la paja y las llamas devoran las hojas secas, así también perecerán ustedes, como plantas que se pudren de raíz y cuyas flores se deshacen como el polvo. Porque despreciaron las enseñanzas y las órdenes del Señor todopoderoso, el Dios Santo de Israel.

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Isaías 5:8-24 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

¡Ay de los que juntan casa a casa, y añaden heredad a heredad hasta ocuparlo todo! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra? Ha llegado a mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos, que las muchas casas han de quedar asoladas, sin morador las grandes y hermosas. Y diez yugadas de viña producirán un bato, y un homer de semilla producirá un efa. ¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende! Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas y vino, y no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos. Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed. Por eso ensanchó su interior el Seol, y sin medida extendió su boca; y allá descenderá la gloria de ellos, y su multitud, y su fausto, y el que en él se regocijaba. Y el hombre será humillado, y el varón será abatido, y serán bajados los ojos de los altivos. Pero Jehová de los ejércitos será exaltado en juicio, y el Dios Santo será santificado con justicia. Y los corderos serán apacentados según su costumbre; y extraños devorarán los campos desolados de los ricos. ¡Ay de los que traen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta, los cuales dicen: Venga ya, apresúrese su obra, y veamos; acérquese, y venga el consejo del Santo de Israel, para que lo sepamos! ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! ¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida; los que justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho! Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel.

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Isaías 5:8-24 La Biblia de las Américas (LBLA)

¡Ay de los que juntáis casa con casa, y añadís campo a campo hasta que no queda sitio alguno, para habitar vosotros solos en medio de la tierra! A mis oídos el SEÑOR de los ejércitos ha jurado: Ciertamente muchas casas serán desoladas, grandes y hermosas, pero sin moradores. Porque diez yugadas de viña producirán solo un bato de vino, y un homer de semilla producirá solo un efa de grano. ¡Ay de los que se levantan muy de mañana para ir tras la bebida, de los que trasnochan para que el vino los encienda! En sus banquetes hay lira y arpa, pandero y flauta, y vino, y no contemplan las obras del SEÑOR, ni ven la obra de sus manos. Por eso va cautivo mi pueblo por falta de discernimiento; sus notables están muertos de hambre y su multitud reseca de sed. Por tanto el Seol ha ensanchado su garganta y ha abierto sin medida su boca; y a él desciende el esplendor de Jerusalén, su multitud, su alboroto y el que se divertía en ella. El hombre común será humillado y el hombre de importancia abatido, y los ojos de los altivos serán abatidos. Pero el SEÑOR de los ejércitos será exaltado por su juicio, y el Dios santo se mostrará santo por su justicia. Entonces pacerán los corderos como en su pastizal, y en los lugares desolados de los ricos, forasteros comerán. ¡Ay de los que arrastran la iniquidad con cuerdas de falsedad y el pecado como con coyundas de carretas! Los que dicen: Que se dé prisa, que apresure su obra, para que la veamos; que se acerque y venga el propósito del Santo de Israel, para que lo sepamos. ¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios a sus propios ojos e inteligentes ante sí mismos! ¡Ay de los héroes para beber vino y valientes para mezclar bebidas, que justifican al impío por soborno y quitan al justo su derecho! Por tanto, como consume el rastrojo la lengua de fuego, y la hierba seca cae ante la llama, su raíz como podredumbre se volverá y su flor como polvo será esparcida; porque desecharon la ley del SEÑOR de los ejércitos, y despreciaron la palabra del Santo de Israel.

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Isaías 5:8-24 Nueva Traducción Viviente (NTV)

¡Qué aflicción para ustedes que se apropian de una casa tras otra y de un campo tras otro hasta que todos queden desalojados y ustedes vivan solos en la tierra! Pero yo he oído al SEÑOR de los Ejércitos Celestiales hacer un juramento solemne: «Muchas casas quedarán abandonadas; hasta mansiones hermosas estarán vacías. Cuatro hectáreas de viñedo no producirán ni veintiún litros de vino y diez canastas de semilla solo darán una canasta de grano». Qué aflicción para los que se levantan temprano por la mañana en busca de un trago de alcohol, y pasan largas noches bebiendo vino hasta tener una fuerte borrachera. Proveen vino y música hermosa para sus grandes fiestas —lira y arpa, pandereta y flauta— pero nunca piensan en el SEÑOR ni se dan cuenta de lo que él hace. Por lo tanto, mi pueblo irá al destierro muy lejos porque no me conoce. La gente importante y los que reciben honra se morirán de hambre, y la gente común morirá de sed. La tumba se relame de expectativa y abre bien grande la boca. Los importantes y los humildes, y la turba de borrachos, todos serán devorados. La humanidad será destruida y la gente derribada; hasta los arrogantes bajarán la mirada con humildad. Pero el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales será exaltado por su justicia; la santidad de Dios se demostrará por su rectitud. En aquel día, los corderos encontrarán buenos pastos, y entre las ruinas apacentarán las ovejas engordadas y los cabritos. ¡Qué aflicción para los que arrastran sus pecados con sogas hechas de mentiras, que arrastran detrás de sí la maldad como si fuera una carreta! Hasta se burlan de Dios diciendo: «¡Apresúrate, haz algo! Queremos ver lo que puedes hacer. Que el Santo de Israel lleve a cabo su plan, porque queremos saber qué es». ¡Qué aflicción para los que dicen que lo malo es bueno y lo bueno es malo, que la oscuridad es luz y la luz es oscuridad, que lo amargo es dulce y lo dulce es amargo! ¡Qué aflicción para los que se creen sabios en su propia opinión y se consideran muy inteligentes! ¡Qué aflicción para los que son campeones a la hora de beber vino y se jactan de la cantidad de alcohol que pueden tomar! Aceptan sobornos para dejar en libertad a los perversos, y castigan a los inocentes. Por lo tanto, así como las lenguas de fuego consumen los rastrojos, y la hierba seca se marchita y cae en medio de la llama, así las raíces de ellos se pudrirán y sus flores se marchitarán. Pues han rechazado la ley del SEÑOR de los Ejércitos Celestiales; han despreciado la palabra del Santo de Israel.

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