Isaías 46:3-10
Isaías 46:3-10 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
«Escúchenme, descendientes de Jacob, todo el resto del pueblo de Israel, a quienes he cargado desde el vientre y he llevado desde la cuna. Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice y cuidaré de ustedes; los sostendré y los libraré. »¿Con quién vas a compararme o a quién me vas a igualar? ¿A quién vas a asemejarme para que seamos parecidos? Algunos derrochan oro de sus bolsas y pesan plata en la balanza; contratan a un joyero para que les haga un dios y ante ese dios se postran para adorarlo. Lo levantan en hombros y lo cargan; lo ponen en su lugar y allí se queda. No se puede mover de su sitio. Por más que clamen a él, no habrá de responderles ni podrá salvarlos de sus aflicciones. »Recuerden esto, rebeldes; piénsenlo bien, fíjenlo en su corazón. Recuerden las cosas pasadas, aquellas de antaño; yo soy Dios y no hay ningún otro, yo soy Dios y no hay nadie igual a mí. Yo anuncio el fin desde el principio; desde los tiempos antiguos, lo que está por venir. Yo digo: Mi propósito se cumplirá, y haré todo lo que deseo.
Isaías 46:3-10 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Dios dijo: «Óiganme ustedes, israelitas que aún quedan con vida: Yo los he cuidado desde antes que nacieran, los he llevado en brazos y seguiré haciendo lo mismo hasta que lleguen a viejos y peinen canas; los sostendré y los salvaré porque yo soy su creador. »¿Con quién pueden compararme? Yo no me parezco a nadie. Hay gente que gasta mucho oro y plata para contratar un artesano que le fabrique un dios. Luego se arrodilla ante él para adorarlo. Cargan la estatua del dios sobre sus hombros, lo ponen en su sitio, y de allí no se mueve. Por más que griten pidiéndole agua, ese dios no les responde ni puede librarlos de sus males. »Recuerden esto, pecadores, y piénsenlo bien: recuerden todo lo que ha pasado desde tiempos antiguos. Yo soy Dios, y no hay otro; soy Dios, y no hay nadie igual a mí. Yo anuncio desde el principio lo que va a pasar al final, y doy a conocer el futuro desde mucho tiempo antes. Les aseguro que todos mis planes se cumplirán tal como yo quiero.
Isaías 46:3-10 Reina Valera Contemporánea (RVC)
«Escúchenme ustedes, los de la casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel; ustedes, que han sido llevados desde que estaban en el vientre, sustentados desde que estaban en la matriz: Yo mismo los seguiré llevando, hasta que estén viejos y canosos. Yo los hice, yo los llevaré. Yo los apoyaré y los protegeré. »¿A quién me asemejarán? ¿Con quién me igualarán y compararán? ¿Con quién me harán semejante? Unos sacan oro de su bolsa, y pesan plata en la balanza; contratan a un platero para que les haga un dios con eso, y luego se arrodillan y lo adoran. Lo llevan sobre los hombros, lo colocan en un lugar, y allí se queda, sin moverse de su sitio. Le gritan, y no responde, ni tampoco los libra de su angustia. »Recuerden esto, gente pecadora; sientan vergüenza y recapaciten. Recuerden los primeros sucesos de antaño, porque yo soy Dios, y no hay otro. ¡Nada hay semejante a mí! Yo anuncio desde un principio lo que está por venir; yo doy a conocer por anticipado lo que aún no ha sucedido. Yo digo: “Mi consejo permanecerá, y todo lo que quiero hacer lo haré.”
Isaías 46:3-10 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
«Óiganme, descendientes de Jacob, todos los que quedan del pueblo de Israel: Yo he cargado con ustedes desde antes que nacieran; yo los he llevado en brazos, y seguiré siendo el mismo cuando sean viejos; cuando tengan canas, todavía los sostendré. Yo los hice, y seguiré cargando con ustedes; yo los sostendré y los salvaré. »¿Con quién pueden ustedes compararme? ¿A quién piensan que puedo parecerme? Hay quienes sacan mucho oro de sus bolsas, y pesan plata en la balanza; luego contratan a un artesano que les haga un dios para inclinarse ante él y adorarlo. Lo cargan sobre los hombros y se lo llevan; lo colocan sobre un soporte y ahí se queda, sin moverse de su sitio. Por más que gritan pidiéndole ayuda, no les responde ni puede salvarlos de sus angustias. »Recuerden esto, pecadores, no se hagan ilusiones, piénsenlo bien; recuerden lo que ha pasado desde tiempos antiguos. Yo soy Dios, y no hay otro; soy Dios, y no hay nadie igual a mí. Yo anuncio el fin desde el principio; anuncio el futuro desde mucho antes. Yo digo: Mis planes se realizarán; yo haré todo lo que me propongo.
Isaías 46:3-10 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Oídme, oh casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, los que sois traídos por mí desde el vientre, los que sois llevados desde la matriz. Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré. ¿A quién me asemejáis, y me igualáis, y me comparáis, para que seamos semejantes? Sacan oro de la bolsa, y pesan plata con balanzas, alquilan un platero para hacer un dios de ello; se postran y adoran. Se lo echan sobre los hombros, lo llevan, y lo colocan en su lugar; allí se está, y no se mueve de su sitio. Le gritan, y tampoco responde, ni libra de la tribulación. Acordaos de esto, y tened vergüenza; volved en vosotros, prevaricadores. Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero
Isaías 46:3-10 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Escuchadme, casa de Jacob, y todo el remanente de la casa de Israel, los que habéis sido llevados por mí desde el vientre, cargados desde la matriz. Aun hasta vuestra vejez, yo seré el mismo, y hasta vuestros años avanzados, yo os sostendré. Yo lo he hecho, y yo os cargaré; yo os sostendré, y yo os libraré. ¶¿A quién me asemejaréis, me igualaréis o me compararéis para que seamos semejantes? Los que derrochan el oro de la bolsa y pesan la plata en la balanza pagan a un orfebre para que haga un dios de ello; se postran y lo adoran. Lo levantan en hombros y lo llevan; lo colocan en su lugar y allí se está. No se mueve de su lugar. Aunque alguno clame a él, no responde, de su angustia no lo libra. ¶Acordaos de esto, y estad confiados; ponedlo en vuestro corazón, transgresores. Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo soy Dios, y no hay otro; yo soy Dios, y no hay ninguno como yo, que declaro el fin desde el principio y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho. Yo digo: «Mi propósito será establecido, y todo lo que quiero realizaré».
Isaías 46:3-10 Nueva Traducción Viviente (NTV)
«Escúchenme, descendientes de Jacob, todos los que permanecen en Israel. Los he protegido desde que nacieron; así es, los he cuidado desde antes de nacer. Yo seré su Dios durante toda su vida, hasta que tengan canas por la edad. Yo los hice y cuidaré de ustedes; yo los sostendré y los salvaré. »¿Con quién me compararán? ¿Quién es igual que yo? Hay quienes derrochan su plata y su oro y contratan a un artesano para que de estos les haga un dios. Luego, ¡se inclinan y le rinden culto! Lo llevan sobre los hombros, y cuando lo bajan, allí se queda. ¡Ni siquiera se puede mover! Cuando alguien le dirige una oración, no obtiene respuesta; no puede rescatar a nadie de sus dificultades. »¡No olviden esto! ¡Ténganlo presente! Recuérdenlo, ustedes los culpables. Recuerden las cosas que hice en el pasado. ¡Pues solo yo soy Dios! Yo soy Dios, y no hay otro como yo. Solo yo puedo predecir el futuro antes que suceda. Todos mis planes se cumplirán porque yo hago todo lo que deseo.