Isaías 33:8-12
Isaías 33:8-12 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Los caminos están desolados, nadie transita por los senderos. El convenio se ha quebrantado, se desprecia a los testigos, ¡a nadie se respeta! La tierra está de luto y languidece; el Líbano se avergüenza y se marchita; Sarón es como un desierto; Basán y el Carmelo pierden su follaje. «Ahora me levantaré», dice el SEÑOR. «Ahora seré exaltado, ahora seré ensalzado. Ustedes conciben cizaña y dan a luz paja; ¡pero mi soplo será un fuego que los consumirá! Los pueblos serán calcinados, como espinos cortados arderán en el fuego».
Isaías 33:8-12 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Los caminos están desiertos, nadie transita por ellos; se han roto los pactos, se rechaza a los testigos, y no hay respeto por nadie. Todos en el país están tristes; los bosques del Líbano se han secado y han perdido su color. Todo el valle de Sarón ha quedado hecho un desierto; la región de Basán y el monte Carmelo han perdido su verdor». Dios dice: «Ahora mismo voy a actuar y demostraré mi poder. Todos los planes de Asiria son pura paja y basura; pero mi soplo es un fuego que los quemará por completo. Sus ejércitos arderán como espinas en el fuego, y quedarán reducidos a cenizas.
Isaías 33:8-12 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Las calzadas están deshechas; ya no hay caminantes; el pacto ha quedado anulado. El enemigo aborreció las ciudades y menospreció a sus habitantes. La tierra se enfermó y enlutó; el Líbano quedó marchito y en vergüenza; Sarón se ha vuelto un desierto, y Basán y el Carmelo han sido sacudidos. Pero el Señor dice: «Ahora mismo voy a levantarme; ahora mismo voy a ser exaltado; ¡ahora mismo voy a ser engrandecido! Puesto que ustedes han concebido hojarascas, solo producirán rastrojo; su propio aliento será un fuego que los consumirá. Los pueblos parecerán cal quemada, y como espinos arrancados serán echados al fuego.
Isaías 33:8-12 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Los caminos están desiertos, nadie transita por ellos. Se rompen las alianzas y los convenios; no hay respeto para nadie. La tierra está de luto y triste, el Líbano se marchita avergonzado, el valle de Sarón se ha convertido en un desierto, Basán y el monte Carmelo están pelados. El Señor dice: «Ahora voy a actuar; ahora voy a mostrar toda mi grandeza y majestad. Los planes y las obras de ustedes son paja y basura; mi soplo los devorará como un incendio. Los pueblos serán reducidos a cenizas; como espinos cortados arderán en el fuego.
Isaías 33:8-12 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Las calzadas están deshechas, cesaron los caminantes; ha anulado el pacto, aborreció las ciudades, tuvo en nada a los hombres. Se enlutó, enfermó la tierra; el Líbano se avergonzó, y fue cortado; Sarón se ha vuelto como desierto, y Basán y el Carmelo fueron sacudidos. Ahora me levantaré, dice Jehová; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido. Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os consumirá. Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados serán quemados con fuego.
Isaías 33:8-12 La Biblia de las Américas (LBLA)
Las calzadas están desiertas, el transeúnte ya no pasa; ha quebrantado el pacto, ha despreciado las ciudades, no tiene en estima al hombre. De duelo está la tierra y languidece, el Líbano está avergonzado y se marchita; Sarón es como una llanura desierta, y pierden su follaje Basán y el Carmelo. Ahora me levantaré —dice el SEÑOR— ahora seré exaltado, ahora seré ensalzado. Concebisteis paja, daréis a luz rastrojo; mi aliento como fuego os consumirá. Y los pueblos serán calcinados, como espinos cortados que son quemados en el fuego.
Isaías 33:8-12 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Tus caminos están abandonados; ya nadie viaja por ellos. Los asirios rompieron su tratado de paz y no les importan las promesas que hicieron delante de testigos; no le tienen respeto a nadie. La tierra de Israel se marchita con el duelo; el Líbano se seca a causa de la vergüenza. La llanura de Sarón es ahora un desierto; Basán y el Carmelo han sido saqueados. Pero el SEÑOR dice: «Ahora me levantaré; ahora mostraré mi poder y mi fuerza. Ustedes, los asirios, no producen más que hierba seca y rastrojos; su propio aliento se convertirá en fuego y los consumirá. Su pueblo será totalmente quemado, como los espinos que se cortan y se echan al fuego.